Se espera que el presidente electo Joe Biden designe al juez del circuito de D.C. Merrick Garland para ser el próximo Fiscal General de los Estados Unidos, recurriendo a un exfiscal y moderado probado para dirigir el Departamento de Justicia.

Sería un alejamiento de un departamento plagado de acusaciones de interferencia política y conflictos internos bajo el actual AG William Barr. 

Garland es más conocido por haber sido nombrado a la Corte Suprema por el Presidente Barack Obama en 2016, después del fallecimiento del Juez Antonin Scalia. Sin embargo, los republicanos del Senado se negaron a darle una audiencia, y el puesto en la Corte fue finalmente ocupado por la elección de Trump - Neil M. Gorsuch - en 2017.

Politico fue el primero en dar la noticia del anuncio pendiente de Biden, escribiendo que Biden seleccionó a Garland en lugar del exsenador Doug Jones (D-AL) y la exdiputada AG Sally Yates, eligiendo en su lugar al juez principal de la Corte de Apelaciones de los Estados Unidos en D.C. para dirigir el Departamento de Justicia. 

Jones fue la mejor elección por sus fuertes relaciones al otro lado del pasillo. Pero ahora que el Senado ha dado un giro tras dos victorias inesperadas en Georgia, los informes dicen que la nominación de Garland le resultó más fácil a Biden, y que una declaración formal podría llegar en unos días. 

Pero las cosas no serán necesariamente fáciles para Garland. 

Si se confirma, heredará una miríada de legislación apremiante de ambos partidos, y la pregunta de si procesará al Presidente Donald Trump. Muchos dicen que esto está justificado por la potencial obstrucción de la justicia expuesta en el Informe Mueller, las acusaciones de fraude fiscal y los turbios negocios. 

Si Garland prestara juramento, también dejaría una vacante en la crítica Corte Federal de Apelaciones, pero una mayoría del Senado también hace probable que Biden consiga nombramientos para ambos puestos y para la Corte Federal.

Tener a Garland nominado a Fiscal General y que Mitch McConnell (R-KY) - que bloqueó su camino a la Corte Suprema -  perdiese el control del Senado es, como algunos han dicho, un círculo completo.

Todavía no está claro cómo será recibida la selección de Garland por los defensores negros y latinos que han estado solicitando que Biden nombre a un Fiscal General negro o alguien con experiencia en derechos civiles y reforma de la justicia penal. 

Durante años, el Departamento de Justicia ha recibido críticas sólo sobre cuestiones de derechos civiles y una revisión de las políticas policiales nacionales después de meses de manifestaciones de Black Lives Matter sobre George Floyd, y otros asesinatos de alto perfil de estadounidenses negros a manos de las fuerzas del orden.

Ese es el clima que Garland heredará, pero tenemos una idea de su posición en temas específicos de la reforma de la inmigración. 

En 2016, cuando Garland estuvo por última vez a la vista del público, expresó su interés en apoyar la entonces relativamente nueva iniciativa de Acción Diferida para la Llegada de los Niños (DACA). 

En 2016, los latinos tenían - y siguen teniendo - mucho en juego. Desde casos importantes sobre acción afirmativa, acción ejecutiva sobre inmigración, derechos reproductivos, y casos sobre prejuicios raciales.

En ese momento, el presidente del Consejo Nacional de La Raza llamó a Garland "eminentemente cualificado y quizás uno de los candidatos con más experiencia que haya recibido un nombramiento a la Corte Suprema". 

La Agenda Nacional de Liderazgo Hispano (NHLA) expresó su apoyo en ese momento, escribiendo: "El presidente Obama ha cumplido con su deber constitucional de nominar a un jurista de gran experiencia para la corte. Ahora el Senado debe cumplir con su deber de considerar a este nominado sin demora. Hay mucho en juego para que los senadores ignoren esa obligación".

El Caucus Hispano, la Federación Hispana y la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC), también lo apoyaron para el papel de la Corte Suprema en 2016. 

Por supuesto, varias apelaciones como esta fallaron, y el camino de Garland fue obstruido. Lo que siguió fueron casos como DACA, que durante la administración de Trump fue rescindido, dejando a los Soñadores en el limbo. 

Ahora, con una Cámara, un Senado y una Presidencia controlados por los Demócratas, es probable que salgan del agujero, y Biden puede ahora perseguir y promulgar sus promesas hechas durante la campaña, incluyendo una moratoria de 100 días en las deportaciones, e introducir legislación que incluya un camino a la ciudadanía. 

Garland, si es confirmado, probablemente jugará un gran papel en estas próximas decisiones.