Mientras que la semana pasada Estados Unidos y Reino Unido le pedían a sus ciudadanos enfáticamente abandonar Ucrania ante el temor de un posible choque bélico entre Rusia y la OTAN, esta semana, los gobiernos de Suiza, Japón y Singapur se han sumado a estas voces mientras buscan que los suyos se despidan de suelo ucraniano. 

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Junto a estos llamados de urgencia, el gobierno de Joe Biden tomó la decisión de cerrar su embajada en Kiev, capital de Ucrania, y esta ha sido trasladada a Lviv cerca de la frontera occidental y lejos de la frontera con Rusia, donde solo se prestarán servicios de emergencia y no se expedirán pasaportes o visas.

Pero, ¿qué implicaciones tiene esta acción de Washington en medio de los esfuerzos diplomáticos que se adelantan en la zona y los temores de una guerra que podría estallar en cualquier momento? 

El secretario de Estado, Antony Blinken, ha justificado la medida como una respuesta ante “la drástica aceleración en la acumulación de fuerzas rusas”, la cual invita a preservar la seguridad del personal norteamericano ante estas amenazas.

Con 181 empleados del Departamento de Estado, esta era la tercera delegación diplomática más grande de Estados Unidos en Europa, a lo que se sumaban 560 empleados locales. El secretario de Estado señaló en su comunicado que esperaban devolver al personal a la Embajada tan pronto como las condiciones lo permitieran. 

A pesar de esta decisión de llamar a todos sus ciudadanos para que abandonen rápidamente el país, Blinken le aseguró al gobierno ucraniano que Estados Unidos los seguirá apoyando ante todas las formas de agresión por parte de Rusia. 

In my conversation with Ukrainian Foreign Minister @DmytroKuleba today, I reiterated the U.S. will continue to support Ukraine against all forms of Russian aggression, including key financial assistance packages.

— Secretary Antony Blinken (@SecBlinken) February 14, 2022

Material sensible

Ya la administración de Biden había evacuado la semana pasada al personal no esencial, a lo que se sumó, de acuerdo con The Wall Street Journal, el desmantelamiento de todo el equipo de comunicaciones y de sistemas, enviando a Washington el material de carácter confidencial que allí se encontraba. 

Reacciones al anuncio

Ned Price, portavoz del Departamento de Estado, aseguró que la decisión era necesaria  ante las opciones, “más reales que nunca”, de una intervención militar por parte de Rusia.

Russia’s continued escalation and threatening military posture have led the @StateDept to take actions to protect our staff. We have temporarily relocated a core team of staff and operations within Ukraine to Lviv. https://t.co/ei7pyu54QX

— Ned Price (@StateDeptSpox) February 14, 2022

El precio del barril de petróleo alcanzó los US$ 96, algo que no ocurría desde 2014. Esta tendencia, que se ha venido presentando ante la amenaza de una guerra en Ucrania, deja la posibilidad de que próximamente alcance un histórico valor de US$ 100, especialmente luego de las alzas relacionadas  con el cierre de la embajada este lunes, de 2,5 % y 1,5 % en la referencia Brent.

Mientras los precios del crudo ascendían, el Dow se cotizaba 400 puntos a la baja (1,2 %), cerrando la jornada con una caída de 172 puntos y una disminución en el S&P 500 del 1,1 %. Asimismo, el gas natural alcanzó alzas históricas del 7 % que dejó máximos de sesión arriba de los US$ 4.20 por millón de BTU.

¿Hay fecha para el ataque?

El gobierno ucraniano anuncia que un ataque podría producirse a mediados de esta semana, algo que luego fue explicado como un comentario sarcástico del presidente Zelensky. 

Por su parte, los servicios de inteligencia de EE. UU. calculan la presencia de más de 130 mil soldados rusos en la frontera con Ucrania y el Pentágono advierte que la invasión podría darse con “poca o ninguna advertencia”.

Esto ha sido desmentido por la administración de Putin, quien califica estos anuncios como histéricos y absurdos, asegurando que las opciones diplomáticas están lejos de agotarse y que su disposición al diálogo continúa vigente.