En medio de criticismos por la complacencia de su gobierno ante regímenes extranjeros como Arabia Saudita, el gobierno de Donald Trump ha decidido dar un golpe a los acuerdos democráticos con Rusia.

El pasado domingo el presidente Trump confirmó que retiraría a Estados Unidos de un acuerdo de control de armas con Rusia que puso fin a la Guerra Fría y que ha mantenido los misiles nucleares fuera de Europa por tres décadas, según explicó The Guardian.

Se trata del Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio, firmado el 7 de diciembre de 1987 entre los presidentes Ronald Reagan y Mijaíl Gorbachov, que terminó con todos los misiles balísticos y de crucero en Europa con rangos entre 500 y 5.000 kilómetros, explicó la BBC.

De la misma manera, el tratado ponía fin a una ardua carrera armamentística que amenazaba con la estabilidad del planeta y evitaba así las constantes amenazas bilaterales post Segunda Guerra Mundial, planteando la eliminación de misiles nucleares y no sólo establecer un límite en su producción.

A pesar de que gobiernos anteriores habían contemplado retirarse del acuerdo, el riesgo de detonar una nueva competencia de armas entre potencias mundiales impidió que Barack Obama, por ejemplo, tomara una decisión final.

Todo esto ha cambiado con la decisión de la Administración de retirarse definitivamente del acuerdo bajo el argumento de que “Rusia lleva años violando el tratado”.

“Rusia ha violado el acuerdo. Lo han estado violando durante muchos años”, dijo Trump el sábado después de un mitin en Elko, Nevada. “Y no vamos a dejar que ellos violen un acuerdo nuclear y salgan a hacer armas que no se nos permiten hacer a nosotros. Tendremos que desarrollar esas armas. Vamos a rescindir el acuerdo y vamos a retirarnos”.

La decisión fue presuntamente liderada por el asesor de seguridad nacional, John Bolton, quien frecuentemente se ha opuesto a este tipo de tratados argumentando que disminuye la fuerza de Estados Unidos a nivel nacional, en especial en la rivalidad con China y el Pacífico.

“Esta es la crisis más grave en el control de armas nucleares desde la década de 1980”, dijo Malcolm Chalmers, subdirector general del Royal United Services Institute a The Guardian. “Si el tratado INF se derrumba, y con el tratado New Start sobre armas estratégicas a punto de vencer en el 2021, el mundo podría quedar sin límites en los arsenales nucleares de los estados nucleares por primera vez desde 1972”.

Pero algo es cierto y es que Rusia ha violado el tratado desde, al menos, el 2014. Tan sólo el año pasado, el vicepresidente del Estado Mayor Conjunto testificó que “los rusos habían desplegado misiles prohibidos en el sitio de prueba de Kasputin Yar y en otra ubicación en Rusia”, según explicó The Atlantic.

Organizaciones como la OTAN han debatido las violaciones rusas al acuerdo en repetidas ocasiones, lo que ha llevado a que gobiernos como el británico apoyen las decisiones tomadas por el gobierno de Trump a la hora de intentar contrarrestar la hipocresía rusa.

Sin embargo, dar inicio a una nueva carrera armamentística tan sólo reavivará las tensiones clásicas de la Guerra Fría y obstaculizará los acuerdos que han garantizado la paz mundial después de los grandes conflictos del siglo XX.