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Donald Trump se dirige a los periodistas durante la ceremonia de firma de un proyecto de ley. CHIP SOMODEVILLA/GETTY IMAGES
Donald Trump se dirige a los periodistas durante la ceremonia de firma de un proyecto de ley. CHIP SOMODEVILLA/GETTY IMAGES

El Programa de Protección Federal del gobierno volvió a salvar al 1%

Cómo la distribución de riquezas en Estados Unidos sigue dejando por fuera a la mayoría, incluso en momentos críticos.

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En medio de una pandemia que no da respiro y que tiene amenazado al país entero, la decisión del gobierno no ha sido sólo la de obviar su impacto sino también la de salvar el cuello de unos pocos, a costillas de todos los demás.

Según datos publicados el lunes por la Administración de Pequeñas Empresas (SBA), gran parte de los 660 mil millones de dólares aprobados por el Congreso para ayudar a pequeñas empresas a sobrevivir el impacto del COVID-19 fueron otorgados a empresas propiedad de miembros del Congreso y hasta al bufete de abogados que representa al Presidente Trump.

Según explicó el Washington Post, la SBA también entregó préstamos a escuelas privadas que atienden a una clientela de élite, empresas de propiedad de compañías extranjeras y grandes cadenas respaldadas por las empresas de Wall Street.

Peor aún, casi 90.000 empresas del programa recibieron la ayuda sin prometer en sus solicitudes que volverían a contratar a los trabajadores o crearían puestos de trabajo.

“Los datos, que se publicaron después de semanas de presión de los medios de comunicación y de los legisladores, dibujan un panorama de un programa desordenado de ‘primero en llegar, primero en ser atendido’ que no fue diseñado para evaluar la necesidad relativa de los beneficiarios,” explicó el Post. “Si bien apoyó una franja de industrias y entidades, incluidos restaurantes, consultorios médicos, concesionarios de automóviles, bufetes de abogados y organizaciones sin fines de lucro, la agencia no filtró las empresas que tienen posibles conflictos de intereses entre figuras influyentes de Washington.”

Entre algunos de los que recibieron ayuda estaban el negocio de envíos de la familia de la Secretaria de Transporte Elaine Chao, jutno al menos siete miembros del Congreso o sus cónyuges, incluidos los legisladores “que participaron directamente en la elaboración de los reglamentos y también se beneficiaron de una exención general de las preocupaciones éticas.”

Entre los receptores de los préstamos revelados está KTAK Corp., un operador de franquicias de comida rápida con sede en Tulsa, propiedad del representante Kevin Hern (republicano de Oklahoma). Hern había abogado por aumentar el tamaño de los préstamos disponibles para los franquiciados, incluyendo en una carta de marzo a los líderes del Senado Mitch McConnell (R-Ky.) y Charles E. Schumer (D-N.Y.).

De igual manera, y según explicó el Daily Beast, el programa de un billón de dólares implementado por la administración para rescatar a empleadores en todo el país ha salvado ahora a los “acomodados y bien conectados de Washington,” incluyendo al yerno del presidente.

“Los registros muestran que entre 350.000 y 1 millón de dólares fueron a parar a Observer Holdings LLC, la entidad matriz de Observer Media, la empresa editorial que antes era propiedad del Asesor Superior de la Casa Blanca, Jared Kushner,” explicó el medio. “Kushner renunció a la organización de noticias antes de trasladarse a Washington, D.C. en 2017, pero ha permanecido en la familia: Joseph Meyer, casado con la hermana de Kushner, Nicole, la incluye entre las participaciones de su empresa de inversiones Observer Capital.”

De igual manera, el medio digital conservador fundado por Tucker Carlson, el presentador favorito del presidente en Fox News, recibió hasta un millón de dólares.

Carlson vendió su participación en la compañía el 10 de junio, cuando el Washington Post reportaba el caos en el sistema de computación del Departamento del Tesoro y las complicaciones de los individuos comunes a la hora de postular a los préstamos.

Durante el primer fin de semana de mayo, 175,7 mil millones de dólares en préstamos ya habían sido aprobados, a sólo cinco días de la segunda ronda de financiamiento del programa, que otorgó 349.000 millones en sólo 13 días, dejando por fuera a miles de empresarios estadounidenses que sumaron las filas de la tasa de desempleo más alta en la historia del país.