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Changuinola vive nueva jornada de protestas y violencia

Tras una nueva jornada de protestas de los trabajadores del sector bananero en Panamá ha dejado un número indeterminado de herido.

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La ciudad occidental de Changuinola, en la
fronteriza provincia de Bocas del Toro, vive una nueva jornada de
protestas de los trabajadores del sector bananero que han dejado un
número indeterminado de heridos, y han llevado a las autoridades a
decretar un nuevo toque de queda.

Un día después de que choques
entre trabajadores de la bananera
Bocas Fruit Company y la Policía dejaran un muerto y un número de
heridos que, de acuerdo a fuentes oficiales, superan el centenar,
Changuinola, con 50.000 habitantes, vuelve a vivir una jornada de
enfrentamientos, según el Gobierno y la Policía.

Los trabajadores
reclaman el pago de un salario que se les adeuda
y que, según el Gobierno, ya ha sido compensado, pero también
reclaman la derogación de la Ley 30, recientemente aprobada por el
Gobierno y que contempla restricciones al ejercicio del derecho de
huelga y modifica disposiciones sindicales.

El secretario de
Comunicación de la Presidencia panameña, Alfredo
Prieto, indicó  que siguen los enfrentamientos en "un par de
fincas (barrios)" pese a que efectivos de la Policía se desplegaron
por diferentes puntos "clave" de la ciudad desde horas de la mañana.

Prieto
dijo que aún no hay datos oficiales de los heridos o
detenidos por los nuevos enfrentamientos, que ocurrieron una vez
acabó un toque de queda de nueve horas decretado desde la noche del
jueves hasta las 8.00 de hoy (13.00 GMT).

El gobernador de la
provincia, Bonifacio Ábrego, ha decretado
para hoy un nuevo toque de queda que comenzará a partir de las
21.00, hora local (02.00 GMT) y estará en vigor hasta las 07.00 del
sábado (12.00 GMT), según confirmó Prieto.

El ministro de la
Presidencia, Demetrio Papadimitriu, se
encuentra desde ayer en la capital de la provincia fronteriza con
Costa Rica para reunirse con representantes del sindicato bananero,
de más de 4.000 miembros, sin que hasta el momento haya comenzado el
diálogo.

Papadimitriu "estaba esperando a los abogados del
sindicato hasta
hace un momento. Todavía no comenzó" el encuentro, dijo Prieto.

La
sargento Esther Jaramillo, de la Policía de Changuinola,
indicó hoy telefónicamente que había enfrentamientos en dos
barrios en donde "la gente no quiere ceder".

Prieto confirmó que
continúan retenidos por huelguistas tres de
los cuatro agentes que habían sido capturados anoche, después de que
uno fuera soltado con marcas, según el funcionario, de haber sido
golpeado.

Indicó que hasta el momento hay confirmación de una
sola muerte,
la de Antonio Smith, un sindicalista del sector bananero, en
circunstancias todavía no esclarecidas, pero no pudo precisar
detalles sobre la situación de los heridos ni de los detenidos, cuyo
número aún no ha sido confirmado oficialmente.

El secretario de
Comunicación señaló que los turistas que se
encontraban en la ciudad han sido evacuados y se han desplazado
médicos al área, especialmente oftalmólogos, para atender a los
heridos por perdigones.

Mientras tanto, una veintena de heridos
en los disturbios
llegaron hoy al hospital Santo Tomás de la capital panameña, la
mayoría de ellas con traumas oculares, aunque ninguna de gravedad,
según indicó a Efe una portavoz del Ministerio de Salud.

En otras
ciudades del país como Santiago de Veraguas, en el
centro, los maestros cerraron temporalmente la carretera
Panamericana que atraviesa el país en solidaridad con los
huelguistas de Bocas del Toro, según medios locales.

Ante esta
situación el arzobispo de Panamá, José Domingo Ulloa,
pidió hoy a las partes en conflicto que se sienten a dialogar para
superar el clima de tensión que se vive en el país.

"Una
preocupación que tenemos como Iglesia es este clima social,
tanto de violencia verbal y violencia física, y lamentamos la muerte
que se ha dado, como lo ha lamentado todo el país", dijo Ulloa.

"Por eso hacemos un llamado e invitamos a que solucionemos
estos
problemas a través de diálogo, pensando siempre en el bien común,
que tengamos todos presente de que la democracia no se fortalece en
la conflictividad en las calles sino en la vigencia de las
instituciones", indicó el prelado.