El lunes 3 de octubre, el presidente Joe Biden y la primera dama Jill Biden visitaron Puerto Rico tras el paso del huracán Fiona. Mientras hablaba ante una reunión de líderes y medios de comunicación, Biden reafirmó su compromiso con la reconstrucción de la isla, ya que los residentes se han sentido abandonados por el gobierno estadounidense. Biden estuvo acompañado en la rueda de prensa por la administradora de la Agencia Federal de Gestión de Emergencias, Deanne Criswell. 

Antes de su visita, Biden dijo a los periodistas: "Me dirijo a Puerto Rico porque no se les ha atendido muy bien. Hemos estado intentando como locos ponernos al día desde el último huracán. Quiero ver el estado de las cosas hoy y asegurarme de que impulsamos todo lo que podemos". 

Casi dos semanas después de que el huracán Fiona arrasara Puerto Rico, decenas de miles de personas siguen sin electricidad mientras la isla lucha por reconstruir y recuperarse de su segundo gran huracán en cinco años, tras el huracán María en 2017. La ayuda federal y de otro tipo ha sido lenta, ya que a un barco británico que llevaba suministros de diésel y otra ayuda apenas se le permitió entrar en los puertos de la isla después de que el gobierno de Estados Unidos renunciara recientemente a la Ley Jones por un tiempo limitado. 

"Estoy comprometido con esta isla. Los puertorriqueños son un pueblo fuerte", dijo Biden. "Pero aun así, han tenido que soportar mucho, y más de lo necesario, y no han recibido la ayuda de forma oportuna". 

La isla, con más de 3,2 millones de habitantes, querrá reforzar sus defensas contra este tipo de desastres naturales en el futuro. Puerto Rico tiene la tasa de pobreza más alta en comparación con cualquier estado o territorio de EE.UU. y sigue siendo muy vulnerable, ya que el cambio climático sólo traerá más y poderosas tormentas en el futuro. Hasta el domingo, más del 86% de los residentes habían recuperado la electricidad. Sin embargo, otras 66.000 personas están sin agua. 

El gobernador de Puerto Rico, Pedro Pierluisi, dijo a Biden en la sesión informativa que las dificultades con el agua eran similares a las de un huracán de categoría 4, a pesar de que Fiona sólo era de categoría 1.

Criswell dijo que también hay que trabajar para reconstruir la confianza perdida por la administración anterior, que fracasó en la mayoría de los frentes para hacer frente al huracán María. 

"Por fin sienten que esta administración se preocupa por ellos, y que van a estar ahí para apoyarlos en este esfuerzo de respuesta y recuperación", dijo Criswell sobre las esperanzas de la visita de Biden.

Durante su visita, el presidente fue informado sobre la tormenta y anunció más de 60 millones de dólares en ayuda federal para ayudar a la isla en sus esfuerzos de reconstrucción. Los fondos forman parte de la ley bipartidista de infraestructuras, que ayudará a reforzar los diques y muros de contención de la isla. También creará un nuevo sistema de alerta de inundaciones para ayudar a los residentes a prepararse mejor para cualquier tormenta futura que se presente. 

"A través de estas catástrofes, muchas personas se han visto desplazadas de sus hogares, han perdido sus trabajos y ahorros o han sufrido lesiones, a menudo no vistas pero muchas veces sí, pero de alguna manera, el pueblo de Puerto Rico sigue levantándose con resistencia y determinación", dijo Biden. "Se merecen toda la ayuda que su país pueda darles. Eso es lo que estoy decidido a hacer y eso es lo que les prometo". Después de María, el Congreso aprobó miles de millones de dólares para Puerto Rico, muchos de los cuales no habían llegado aquí inicialmente. Vamos a asegurarnos de que reciban cada dólar prometido". 

El Presidente aprobó recientemente una declaración de desastre para la isla el 21 de septiembre, según una hoja informativa de la Casa Blanca. Como resultado, más de 1.000 trabajadores federales de respuesta estaban en las zonas más afectadas de Puerto Rico proporcionando apoyo con más de 450 miembros de la Guardia Nacional de la isla activados. 

Fiona provocó inundaciones y destrozó carreteras y puentes, incluido uno construido tras María en 2017 por la Guardia Nacional. También causó más de 100 deslizamientos de tierra cuando tocó tierra por primera vez en la isla el 18 de septiembre. Al menos dos personas murieron al ser arrastradas por las inundaciones, y varias más fallecieron en accidentes relacionados con el uso de velas o generadores durante el apagón inicial que dejó a casi toda la isla sin electricidad. 

Las autoridades han dicho que la isla ha sufrido más de 3.000 millones de dólares en daños, pero la cifra podría aumentar a más a medida que continúen las evaluaciones de los daños. Biden dijo a Pierluisi que autorizaba una financiación federal del 100% durante 30 días para la retirada de escombros, las labores de búsqueda y rescate, el restablecimiento de la electricidad y el agua, el alojamiento y la alimentación.

Pierluisi pidió que la financiación durara 180 días. 

"Estoy seguro de que vamos a poder hacer todo lo que quiera, gobernador", respondió Biden.