En el momento en el que Donald Trump se transformó en presidente de Estados Unidos, algo se rompió en el inconsciente colectivo de la nación. Parecía que ahora la corrección política era un asunto evadible y el racismo se transformaba en una herramienta útil para conseguir un puesto en la escena política del país.

Basta con ver la extraña variedad de candidatos que se sumaron a las primarias para dar evidencia de ello.

Estos son los 3 candidatos más extravagantes en las elecciones primarias.

Después de haber intentado conseguir la nominación por el Partido Republicano cinco veces antes, Arthur Jones (70), logró finalmente posicionarse como el candidato de derecha el 20 de marzo en el tercer distrito del Congreso de Illinois.

Habiendo sido descrito por su propio partido como un “Nazi”, Jones hizo su nombre a través de la negación del Holocausto, de posturas anti semíticas y por su abierto apoyo a grupos estudiantiles nacional-socialistas.

En 1976, Jones lanzó su campaña para la alcaldía de Milwaukee como “miembro del Partido Nacional Socialista del Pueblo Blanco”, según recuerda el New York Times.

Si bien declaró que “este asunto de ser Nazi está en el pasado” días antes de ganar la nominación, en su página web de campaña puede observarse una página dedicada a la negación del Holocausto, un evento histórico que ha descrito como “una estafa de extorsión internacional”.

A pesar de todo esto, Jones ganó la nominación en un distrito profundamente demócrata que incluye “parte de Chicago y sus suburbios”, de acuerdo a The Associated Press, y que no ha tenido representación republicana desde 1975.

Este contador de 37 años se ha lanzado a la carrera para el distrito 10 del Congreso en Virginia a través de una campaña que aboga por la pedofilia, la supremacía blanca y la violación, así como por la legalización de las drogas, la eliminación de todas las regulaciones de armas de fuego y “poner fin al involucramiento de Estados Unidos en guerras extranjeras que surgen de la alianza de nuestro país con Israel”, según reportó USA Today.

Peor aún, Larson es un ex convicto que pasó 16 meses en prisión por amenazar a un presidente de asesinato.

“En el 2008, Larson envió una carta al Servicio Secreto en la cual amenazaba con asesinar bien a George W. Bush o a Barack Obama”, continúa el medio. “El año siguiente se declaró culpable de amenazar de muerte a un presidente y cumplió 16 meses en una prisión federal”.

En lo que ha llamado su “manifiesto de campaña”, este candidato aseguró ser un fanático de Adolf Hitler con ambiciones de restaurar “la supremacía blanca benevolente”, reconstruir el patriarcado, eliminar las leyes de trabajo infantil y legalizar el matrimonio temprano, así como la legalización del incesto y pornografía infantil”.

En una llamada telefónica con el Huffington Post, Larson confirmó haber creado páginas web para foros de pedofilia y violencia misógina, y aseguró al medio que “muchas personas están cansadas de la corrección política y del ser limitados por ella. La gente prefiere a un extraño que no tiene nada que perder y está dispuesto a decir lo que todos piensan”.

El senador estatal de Georgia ha llevado su campaña para la gobernación del estado a otro nivel.

Describiéndose a sí mismo como “el primer funcionario electo en el estado en dar su apoyo a Donald Trump”, Williams transformó un autobús escolar en lo que ha llamado “el autobús de la deportación”.

En un vídeo de campaña, se puede ver al candidato descendiendo del vehículo en el que se lee “Cuidado, asesinos, violadores, secuestradores, pederastas y otros criminales a bordo”.

Williams asegura en la publicidad que “no sólo los vamos a ubicar y a verles vagar por nuestro estado. Les vamos a meter en este autobús y les vamos a enviar a casa”.

“El autobús de la deportación” se ha visto en varias partes del estado abogando por la deportación expedita y por las posturas anti-inmigrantes de Donald Trump.