Hace una semana, el multimillonario propietario de Tesla y SpaceX, Elon Musk, completó oficialmente la compra de Twitter por 44.000 millones de dólares.

Ahora, tras despedir a algunos miembros del equipo ejecutivo de la plataforma como primera medida, Musk se pelea con algunos de los nombres más importantes de la plataforma mientras también airea algunos de sus nuevos planes para generar ingresos.

Uno de esos planes es empezar a cobrar a los usuarios verificados por mantener sus insignias en la plataforma. El cargo inicial de Musk se fijó en 20 dólares el domingo 30 de octubre, pero después de recibir una gran reacción de la mayoría de la gente en Twitter, bajó el precio a 8 dólares, lo que todavía tiene a muchos echando humo.

Entra la representante Alexandria Ocasio-Cortez, con la que Musk fue citado por Insider por haber discutido en el pasado sobre una serie de temas, incluyendo la sindicalización, la desinformación y la libertad de expresión. También tuvieron una interacción anterior durante el largo proceso de Musk para comprar Twitter, en la que Musk le dijo a AOC que "dejara de coquetear conmigo", después de que ella subtuiteara a un "multimillonario con un problema de ego."

El martes 1 de noviembre, Ocasio-Cortez reavivó el enfrentamiento en un tuit de reacción al plan de cargos de verificación de 8 dólares de Musk. Apuntó al pasado de Musk como defensor de la libertad de expresión, y cómo es contradictorio con su deseo de cobrar ahora dinero por ella en Twitter.

Musk respondió al tuit al día siguiente, el miércoles 2 de noviembre, escribiendo que el "feedback es apreciado" de la diputada neoyorquina, antes de pedirle que pagara 8 dólares.

La respuesta desencadenó una serie de idas y venidas entre el nuevo propietario de Twitter y Ocasio-Cortez durante las siguientes 24 horas, en las que se habló de los precios de los productos de AOC y se acusó a la congresista de tener "convenientemente" problemas con su cuenta por señalar algo que no le gustaba a Musk.

Tras el tuit inicial de AOC y la respuesta de Musk, el multimillonario tuiteó una captura de pantalla una hora más tarde de un precio de 58 dólares para una sudadera de la tienda de merchandising de Ocasio-Cortez. Su pie de foto era un emoji de cara pensativa.

AOC respondió con un tuit más tarde en el que explicaba que el precio se debía a que sus trabajadores están "sindicados, ganan un salario digno, tienen asistencia sanitaria completa y no están sujetos a un trato racista en el lugar de trabajo". También dijo que los ingresos de la mercancía se destinan a programas que ayudan a dar clases particulares a los niños y que lo han hecho desde la pandemia del COVID-19.

"Deberías probarlo alguna vez en lugar de romper sindicatos", fue una de sus muchas réplicas en el hilo de tuits.

En un post posterior escribió que sus notificaciones y menciones de Twitter "convenientemente no funcionaban esta noche" antes de decir que se le notificó "por mensaje de texto" que había molestado a Musk.

La diputada neoyorquina siguió el jueves 3 de noviembre con sus notificaciones que siguen funcionando mal.

Aunque Musk no ha respondido desde su anterior tuit de cara al pensamiento, un nuevo informe de Bloomberg dice que está planeando recortar la mitad de la plantilla de la plataforma para reducir costes. Los empleados ya no podrán trabajar desde casa.