
Milei, Musk y Trump: ¿qué tan draconiano va a ser el ajuste fiscal en Estados Unidos?
El presidente Trump estableció el Doge y está analizando el ajuste económico de Argentina. ¿Hasta dónde podrá llegar en la reducción del gasto público?
El presidente Trump creó el Departamento de la Eficiencia Gubernamental y tiene en la mira el ajuste que realizó Argentina, el más grande en la historia de la humanidad. La pregunta que surge es hasta dónde podrá reducir el gasto del Estado.
La administración de Donald Trump empezó cumpliendo otra de sus promesas: la creación del Departamento de la Eficiencia Gubernamental (Doge, por sus siglas en inglés). Inspirado en los ajustes fiscales más radicales del mundo -el realizado en Argentina bajo la presidencia de Javier Milei- esta nueva institución busca reducir costos y modernizar la gestión pública.
El interés del Gobierno Trump en el tipo de ajuste argentino ha quedado en evidencia muchas veces. El propio Milei ha dicho que personas de su equipo han estado en reuniones con Elon Musk, que dirige el Doge. Vivek Ramaswamy, muy cercano al presidente Trump y quien sonó para manejar el nuevo Doge, escribió en noviembre pasado en su cuenta de X: "Una fórmula razonable para arreglar el gobierno de EEUU: Recortes al estilo Milei, con esteroides".
Pero el enfoque de Trump y Musk plantea una gran incógnita: ¿es viable un ajuste draconiano en Estados Unidos, considerando las limitaciones políticas y económicas del sistema?
La creación del Doge mediante una orden ejecutiva tiene como objetivo de maximizar la eficiencia en el gasto público. Este departamento, dirigido por el United States Digital Service (USDS), tiene la misión de implementar la llamada "Agenda Doge", que incluye estrategias como digitalización de procesos administrativos, eliminación de redundancias en las funciones de las agencias federales y uso de tecnologías avanzadas para reducir costos operativos.
Cada agencia federal contará con equipos especializados, denominados "Doge Teams", encargados de analizar áreas de mejora y proponer reformas. Según el texto de la orden ejecutiva, el Doge no solo busca reducir el gasto público, sino también mejorar la percepción ciudadana sobre la eficiencia del gobierno, un punto clave para ganar legitimidad política en medio de un contexto fiscal adverso.
¿Qué tan mal vamos?
El presidente Trump tiene un punto acerca del gasto público. El país viene caminando sobre la cornisa desde hace rato por el exceso de gasto. El Monthly Treasury Statement de 2024 pinta un panorama fiscal alarmante. Los ingresos del gobierno, de $5.56 billones, fueron superados por un gasto total de $7.44 billones, lo que resultó en un déficit fiscal de $1.88 billones. Este déficit se financió con más deuda, lo que llevó el saldo de la deuda bruta a $36,2 billones.
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Pero ajustar el gasto es una tarea difícil, porque cuenta con muchas inflexibilidades. Cabe recordar que en Seguridad Social Estados Unidos gasta $1,63 billones; en Medicare y Medicaid, $1,25 billones combinados; en Defensa Nacional, $879 mil millones y en intereses sobre la deuda, $308 mil millones.
El desafío central radica en el crecimiento incontrolado de los programas obligatorios como Seguridad Social y Medicare, que representan más del 50% del gasto total. Vale la pena preguntarse si el Gobierno se le mediría a proponer una reforma en estos sistemas, lo que significaría meter al país en una discusión compleja. Cabe recordar que en 2017, durante su primer gobierno, Trump sufrió una derrota importante y tuvo que retirar su reforma al sistema de salud.
La influencia de Javier Milei
Pero si bien el proceso de ajuste será difícil, Trump tiene en la mira ya un caso de éxito en la región. Se trata de lo que ha hecho el presidente argentino Javier Milei, para equilibrar una economía que hace apenas un año estaba al borde del abismo. Ese proceso ha captado la atención internacional por lo que Milei describe como "el ajuste más grande en la historia de la humanidad". Bajo su administración, Argentina redujo significativamente el tamaño del Estado (16 puntos del PIB), eliminó ministerios, privatizó empresas públicas y recortó subsidios.
Sin embargo, las propuestas de Milei han generado controversia en Washington. Mientras algunos sectores conservadores las ven como una solución audaz para controlar el gasto, críticos advierten sobre el impacto social de estas medidas, especialmente en un país donde los programas sociales son fundamentales para la estabilidad económica.
A diferencia de Javier Milei en Argentina, Donald Trump no cuenta con facultades especiales que le permitan implementar ajustes sin la aprobación del Congreso. Esto limita significativamente el alcance del Doge y de cualquier propuesta radical. Además, el contexto político de Estados Unidos, caracterizado por la polarización entre demócratas y republicanos, complica aún más la posibilidad de consensos en torno a reformas estructurales.
El intento de Donald Trump por implementar un ajuste draconiano en Estados Unidos enfrenta desafíos monumentales. Si bien el Doge representa un esfuerzo significativo para modernizar la burocracia y reducir el gasto público, las lecciones de Argentina y las propuestas tecnológicas de Elon Musk destacan los riesgos y las oportunidades de este enfoque.
El futuro de estas reformas dependerá de la capacidad del gobierno para equilibrar la necesidad de eficiencia fiscal con la protección de los programas sociales que sustentan la economía estadounidense. En este sentido, el "ajuste más grande en la historia de la humanidad" podría ser un modelo inspirador, pero también una advertencia sobre los límites del cambio en un sistema democrático complejo.
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