HOUSTON
– Ex representante por Colorado, Tom Tancredo, atizó a 600 participantes del
movimiento Tea Party en Nashville al criticar
severamente “el culto del multiculturalismo”.

También
llamó al presidente Obama “un ideólogo socialista” elegido por “gente que ni
siquiera sabe deletrear la palabra ”vote” ni
pronunciarlo en inglés”.

El
congresista de seis términos de Colorado, quien no se presentó para reelección
después de su fallida campaña en las primarias republicanas para la presidencia
en el 2008, es un político de una sola nota con medidas simplistas y excesivas
para reglamentar la migración.

Hasta
el punto en que dijera “gente”, yo me tenía que preguntar si Tancredo hablaba
de empresas y de pandas. Desde que una mayoría del Tribunal Supremo declaró que
las empresas tienen los mismos derechos que otorga la Primera Enmienda a los
“individuos” --  que es lo que
define a “la gente” – resulta algo confuso.

Al
principio pensé que hablaba de la verdadera invasión socialista, los que
libremente se aprovechan de nuestra generosidad, los que no respetan nuestras
fronteras ni aprecian la ciudadanía, pero que se valen de nuestras
instalaciones y nuestro sistema de salud.

Hasta
que no dijo “gente”, yo pensé que Tancredo se refería a Tai Shan, el panda, que
fuera deportado el 4 de febrero y aquella banda de pandas.

Antes
que lo sacaran, al panda lo detuvieron en el zoológico en Washington, D.C. Sus
padres, Mei Xiang y Tian Tian, son pandas comunistas de la China. Aunque Tai
Shan naciera en los Estados Unidos, las autoridades chinas proclaman que todos
los pandas son chinos.

Esa
movida se parece al juego con Elián González, durante la administración de Clinton,
cuando las autoridades estadounidenses prendieron al muchacho de su familia
estadounidense para repatriarlo a su padre cubano, y así el niño se hizo
miembro de un grupo juvenil comunista.

Como
augurio de lo que el futuro trae, en el 2009 a Tai Shan el embajador Zhou
Wenzhong le presentó un pasaporte chino.

Algunos
de los círculos zoológicos lo interpretaron como una movida de mano dura contra
el panda-americano, quien nació en los Estados Unidos.

Al
llegar a Chengdu, China, el 5 de febrero tras un vuelo de 15 horas en una jaula
de FedEx, a Sheng lo recibieron cien admiradores. Sichuan, fabricante de autos,
anunció que privatizaría a Tai Shan con “adoptarlo” de por vida. Lo van a tener
viviendo en una casa de prostitución donde bailará sobre las mesas como esclavo
sexual en la base panda Bifengxia de Wolong. La comida del semental correrá a
cuenta de Sichuan, al igual que sus gastos médicos y otros, un total aproximado
de $90.000 al año.

No
hay indicación que la China pretende compensar al público de los Estados Unidos
por el apoyo de bienestar que recibieran sus pandas durante más de 10 años. Los
Estados Unidos pagó $10 millones a la China durante diez años por los padres de
Shan.

La
familia panda claramente recibió cuidados socialistas en los Estados Unidos y
está recibiendo cuidados de mercado libre en la China. ¿Y a quién le chantaron
la cuenta? Al pagador de impuestos sobrecargado estadounidense, incluyendo a
los que nunca vieron a Tai Shan en el Parque Zoológico Nacional Smithsonian, ni
recibieron el beneficio de la mano de obra barata, sin figurar en los libros,
de los pandas.

Aunque
no se reporta que ningún panda haya votado en ninguna elección, es posible
incorporar a un panda como una empresa y hacer campaña por sus derechos de
“individuo” bajo la Constitución, para que ellos, con el tiempo, tengan
derechos de “gente”, como tú y yo.

Sarah
Palin, ex candidata republicana a la vice presidencia quien renunciara a su
cargo de gobernadora de Alaska con cumplir sólo la mitad de su término, fue la
única ponente de envergadura conservadora en Nashville. Se ganó un estipendio
de $100.000 por hablar en un evento “de base” a $549 la cena. Aunque le diera
duro en sus alusiones al presidente Obama, no hizo referencia alguna a los
pandas.

No
obstante, dijo Palin, “Los Estados Unidos está listo para otra revolución”,
agregando que “Este movimiento se trata de la gente”. Esta referencia a los
seres humanos sugiere que se opone a la reciente decisión del Tribunal Supremo
por hacer de las empresas “individuos” y al reto del poder panda.

Sigan
sintonizados para saber cómo los seguidores del movimiento Tea Party manejan sus ideales contradictorios, como el que expresó Palin al
decir que quiere “otra revolución”, y el que Tancredo inste a una
“contrarrevolución” y cómo todos ellos piensan
recuperar al país de la invasión del poder panda.

[José
de la Isla redacta un comentario semanal para Hispanic Link News Service y es
autor de The Rise of Hispanic Political Power (2003). Su último libro,
auspiciado por la Fundación Ford, se encuentra en versión digital gratuita en www.DayNightLifeDeathHope.com.
Comuníquese con él a: [email protected]].

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