LIVE STREAMING

Sintiéndose presumidos con la reforma educativa

El sistema educativo recibió un gran choque durante la segunda guerra mundial cuando las fuerzas armadas reportaron un pésimo nivel de analfabetismo entre…

MÁS EN ESTA SECCIÓN

Celebrando todo el año

Fighting Sargassum

Community Colleges

La lucha de las mujeres

COMPARTA ESTE CONTENIDO:

HOUSTON

El sistema educativo recibió un gran choque durante la segunda guerra mundial cuando las fuerzas armadas reportaron un pésimo nivel de analfabetismo entre soldados recientemente egresados de la escuela secundaria. La queja fue que a un graduado típico de escuela pública le costaba escribir una oración respetable en inglés y que muchos soldados tenían un concepto lastimosamente pobre de hechos elementales de la historia nacional.

Con el lanzamiento del Sputnik en 1957 por la Unión Soviética, la ley National Defense Education Act de 1958 consiguió la participación del gobierno federal en todos los niveles de la educación, los cuales anteriormente habían estado casi exclusivamente en manos de los estados y organismos locales de política pública. El gobierno federal animó el fortalecimiento de programas de estudio en las matemáticas, las ciencias, las lenguas y las disciplinas que requerían atención, además de proveer subvenciones, préstamos, y becas graduadas a los estudiantes.

En su libro de 1959, “Education and Freedom”, el almirante Hyman Rickover alegó que los conocimientos de bajo nivel impedían que los Estados Unidos compitiera mejor con la Unión Soviética, la cual preparaba a su juventud para un mundo tecnológico. “Hasta el niño promedio ahora necesita casi tan buena educación como la que recibía antes el niño promedio de clase media y alta en las academias preparatorias para la universidad”, escribió.

A continuación hubo una transformación paradigmática al volver el enfoque sobre la guerra fría y la seguridad económica a mediados del siglo XX. Juan Enríquez, de la Escuela de Negocios de Harvard, argumentó en su libro del año 2000, “As the Future Catches You”, que las naciones anteriormente requerían de una participación masiva en la agricultura y en la industrialización para poder prosperar. Ahora una gente educada y empresarial iba reemplazando a los recursos naturales como manifestación de riqueza nacional. El oro, el petróleo, el uranio y los bosques de la Unión Soviética no podían lograr evitarle la bancarrota mientras que a sus grandes científicos y matemáticos les faltaban las libertades que acarrea lo empresarial.

Enríquez notó que Nigeria, Indonesia, Sud África, Brasil, Argentina, El Congo, México, Colombia, Arabia Saudita y Venezuela contaban con vastos recursos naturales, pero que su gente era más pobre que hacía veinte años. Los países pequeños, carentes de recursos naturales, con frecuencia generaban más verdadera riqueza por persona que los países grandes, ricos en recursos naturales. Los países pequeños con una economía fundamentada en el conocimiento, prosperaban. “A los pequeños les puede ir muy bien con tal que haya mercado abierto, gente inteligente, y paz relativa”, escribió Enríquez.

Hay razón por qué estar cauteloso con el enfoque Obama, que repite lo que hizo con Wall Street, arrojarle dinero al problema con la esperanza que los billonarios del sistema se vuelvan activos de nuevo y luego implementar las reformas necesarias. Es como jugar con el motor de un viejo cacharro sin prestar atención a la conexión de los alambres. New Commission on the Skills of the American Workforce dejó en claro este punto con su informe, “Tough Choices or Tough Times”. Los tecnócratas de esta administración con frecuencia prestan demasiada atención a estadísticas anónimas y las usan cual perros de guía en vez de prestar atención a ejemplos como el del Valle del Río Grande de Texas.

En el 2007, la escuela secundaria Hidalgo tuvo 810 estudiantes, todos hispanos y provenientes de familias entre las que la mitad nunca terminó la escuela, lograron un índice de graduación del noventa y cuatro por ciento. De las 19.000 escuelas secundarias públicas de la nación, alcanzó estar entre las once mejores de acuerdo con U.S. News & World Report.  Desde el 2006, los estudiantes que ingresan a Hidalgo en el noven grado tienen la posibilidad de ganarse hasta dos años de créditos universitarios o un título de asociado además de su diploma de secundaria. Hasta el momento, unos 192 estudiantes de último año han recibido hasta 30 créditos de la Universidad de Texas, Pan American en el cercan pueblo de Edinburgh, que se asocia con la escuela secundaria. La escuela secundaria Hidalgo es lo que el informe “Tough Choices” sugiere debería ser lo normal.

La escuela se encuentra a un paso de la frontera en una de las regiones más pobres de la nación. En lo que escribía el almirante Rickover aquellas palabras sobre la necesidad de tener escuelas públicas preparatorias, los padres y los abuelos de los que hoy se gradúan regularmente se iban por temporadas de sus comunidades para obrar en los campos en estados distantes del norte. Ahora, esta parte del país está comenzando a competir en términos de la productividad con Singapur, Finlandia y otras naciones de economías inteligentes.

Mientras tanto, el resto de la nación titubea y teoriza sobre la reforma escolar, sintiéndose presumido porque vive en un país rico en recursos naturales.

José de la Isla es columnista de Hispanic Link, comuníquese con él a [email protected].