Durante el segundo día del Congreso del Encuentro Mundial de las Familias en Filadelfia, se llevó a cabo la presentación de Andrés y Kathia Arango, quienes  compartieron consejos dirigidos a la familia sobre cómo llevar el ajetreo diario y aun así estar conectados a Dios.

Arango, quien es delegado episcopal para el Ministerio Hispano y director de evangelización de la Diócesis de Camden (NJ), declaró que la “familia es la imagen del amor de Dios. El manejo de nuestro tiempo es ser intencionales, nuestra misión fundamental es el llamado a la santidad”.

Por otra parte su esposa Kathia, directora de la Oficina de Hispanos Católicos de la Arquidiócesis de Filadelfia dijo que hoy en día que hay tantas familias separadas “por el dolor, por el odio, por el sistema de inmigración. Hoy necesitamos llevar a esas familias a Jesús”.

Ambos han sido oradores principales en numerosas conferencias internacionales y aseguran por experiencia propia que la vida en el matrimonio no está exenta de hacer apostolado y por ello trabajan día a día en pro de la evangelización.

La pareja presentó cuatro bloques constructores con herramientas básicas que se pueden incluir en el día a día, entre ellos el manejo de tiempo, la oración con discernimiento así como mantener la espiritualidad 24 horas los 7 días de la semana.

“Tenemos que ser intencionales en poner tiempo para la oración, no solo de forma individual sino también como familia. Lo primero que negociamos es el tiempo para Dios y el tiempo de oración”, dijo Arango. “Estamos en una sociedad que ofrece muchas cosas, y que sí nuestros hijos no están conectados con Dios, va a ser muy difícil tomar las decisiones correctas.”

De origen colombiano, Arango actualmente es presidente del “U.S. and Canadian Hispanic Catholic Charismatic Renewal”, así como vicepresidente del “Latin American Catholic Charismatic Committee”.

Al final de la sesión informativa los asistentes se unieron en un momento de oración en el que se invitó a las familias a unirse con fe y espiritualidad.

“Hoy necesitamos ser responsables de promover el amor en nuestros hijos. Es un momento en que se tiene que aprovechar juntos para estrechar una palabra, para preguntarles cómo les fue. Es el momento en el que se puede compartir en las rutinas diarias con nuestros hijos y nuestro esposo y saber que no estamos solos”, agregó Kathia.