Unidos por Rachel
Rachel González, de 15 años, fue diagnósticada erroneamente en dos ocasiones antes de saber que padece linfoma de Hodgkins. Ahora la joven está decidida a…
Ha sido una época de grandes retos para la familia González. En menos de un año y de forma inesperada uno de sus miembros más jóvenes ha sido diagnosticado con linfoma de Hodgkins.
Fue en junio de este año que Rachel, de 15 años, fue diagnosticada con etapa 4 de linfoma de Hodgkins.
“Ha habido mucho apoyo por parte de familiares y de amigos,” dijo Ann Marie Jones, pareja de Ted González, padre de Rachel.
“Pero también ha sido frustrante porque Rachel recibió el diagnóstico equivocado en dos ocasiones antes de recibir la noticia de que padecía cáncer”, agregó.
Desde noviembre del año pasado, la adolescente comenzó a experimentar dolores en el lado derecho de su cuerpo casi a diario. Según Jones era un dolor severo que la despertaba por las noches.
“Primero la llevamos con su pediatra de cabecera y él nos dijo que se trataba de un músculo adolorido. Su diagnóstico no tuvo mucho sentido para mi”, dijo Jones, quien es enfermera.
En enero obtuvieron una segunda opinión en Children’s Hospital of Philadelphia (CHOP), en dónde se realizó un estudio de resonancia magnética (MRI) y una biopsia en una de sus caderas.
Especialistas concluyeron que se trataba de Langerhans Cell Histiocytosis (LCH), lo cual confundió aun más a la familia.
Tras los estudios Rachel comenzó un tratamiento médico, pero después de unas semanas en lugar de haber mejorado, empeoró.
“Hablé con un oncólogo, le describí los dolores que Rachel sentía y le dije sobre mi preocupación de que fuera cáncer”, dijo Jones.
La joven una vez más se sometió a un estudio de MRI y otra biopsia en una de las lesiones que encontraron. Pero aún así no recibieron una respuesta clara.
“Nos dijeron que no sabían que era específicamente. No fue hasta que le hicieron una tomografía (PET scan) que encontraron lesiones de cáncer que se habían esparcido por todos lados”, dijo Jones.
De acuerdo con ella, no existe historial de cáncer en la familia, y haber recibido diagnósticos erroneos ha sido lo más terrible.
“Nos sentimos muy mal porque pudo haber recibido atención médica mucho antes, de haber sido diagnosticada correctamente”, dijo Jones.
Desde entonces la familia ha mantenido su apoyo para colaborar lo más que se pueda con el bienestar de la adolescente. Rachel fue sometida a quimioterapia por algunas semanas, lo cual disminuyó su nivel de energía y ha requerido de transfuciones de sangre.
Actualmente se encuentra en proceso de recibir radiación. Aun así continúa yendo a la escuela en Archbishop Ryan High School, que la ha ayudado a distraerse y mantenerse activa.
Para la familia lo más importante tambíen es enviar un mensaje de concientización sobre este padecimiento.
“A veces los doctores no tienen la razón y es importante pedir una segunda o tercera opinión. Hay que seguir el instinto de bienestar que uno tiene por sus hijos”, dijo Jones.
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