En 2021, los robos en tiendas se han vuelto más comunes, ya que los minoristas de todo el país han informado de un aumento de los robos.

Comerciantes como Best Buy en Minneapolis, un Home Depot en California y Nordstrom en San Francisco han afirmado que los robos en las tiendas son cada vez más frecuentes, y no lo hacen solos. Los robos en las tiendas fueron cometidos tanto por individuos como por "flash mobs" organizados durante la temporada navideña.

El Washington Post investigó el uso de las redes sociales para coordinar los robos masivos en varias ciudades. Este problema no ha hecho más que crecer por la influencia del COVID-19 en el comercio minorista en línea, y la escasez de la cadena de suministro.

El Departamento de Policía de Filadelfia informó de un total de 941 robos en comercios desde mediados de octubre hasta mediados de noviembre, en el momento álgido de las ventas del Black Friday en las tiendas. En diciembre de 2021, se han producido hasta ahora 1.534 robos en tiendas.

Con el aumento de la tasa de criminalidad en la ciudad, cabe preguntarse cómo van a remodelar los minoristas la experiencia de compra en las tiendas para los consumidores. Es una pregunta que, según The Wall Street Journal, ya ha provocado debates para "reforzar la seguridad".

Aumentar las medidas de seguridad con bloqueos de productos y asistencia al cliente puede hacer que las compras en la tienda sean un suplicio, pero la dirección que toma el país puede requerir más instalaciones de dispositivos.

En un estudio realizado en 2017, los investigadores entrevistaron a los ladrones de tiendas para conocer su percepción de las medidas de seguridad de los comercios y cómo reaccionan ante ellas. Enumeran las medidas más comunes instaladas para reducir los robos. 

"Los minoristas suelen utilizar una combinación de las siguientes medidas de seguridad con la esperanza de disuadir a los ladrones: espejos, circuito cerrado de televisión, monitores de visualización pública, vigilancia electrónica de artículos, embalaje de productos y colocación de productos", dice el informe. 

Los ladrones entran en los comercios grandes y pequeños con la intención de llevarse los productos más caros, y luego suelen intentar vender esos mismos artículos por Internet por más o igual valor.

John Dunham & Associates (JDA), en un estudio nacional, descubrió que una estimación de hasta 2,22 billones de dólares en productos de consumo en 2021 podría ser objeto de robo, lo que afectaría enormemente a la economía estadounidense.

Cuando los robos en tiendas aumentan, JDA afirma que el resultado es la pérdida de puestos de trabajo, la disminución de los salarios y el cierre de negocios en todo el país.

Los robos en comercios se producen en las áreas metropolitanas con la misma frecuencia que en los estados rurales. Y con los altos precios de las fiestas, es probable que más personas sientan la necesidad de robar.