Pandemonio. 

Era el 7 de julio de 2010. Rich Negrín se encontraba en su segundo día trabajando como la mano derecha del alcalde Michael Nutter. Una barcaza se estrelló contra un bote turístico  “Ride the Ducks” sobre el Río Delaware, sumergiendo al vehículo anfibio junto con sus 37 pasajeros. En cuestión de minutos Negrín se encontraba ayudando a sacar los cuerpos del agua.

En los últimos cinco años a Negrín no se le ha garantizado una noche de sueño ininterrumpido. Cuando algo sale mal, el administrador de la quinta ciudad más grande en el país siempre está de guardia. Emergencias, muertes, catástrofes civiles.

Negrín ha enfrentado la pérdida de siete agentes de la policía y por lo menos cuatro bomberos desde que tomara dicho cargo. (“Son demasiados funerales”, dijo Negrín). Un día normal para él es aquel que comienza y finaliza con la epidemia de violencia de armas de fuego.  

“Estoy despierto a todas horas de la noche y eso desgasta con el tiempo”, dijo Negrín a AL DÍA. “Dependiendo de cómo hagas tu trabajo, la mayoría de los administradores de la ciudad han durado un máximo de dos años y medio en su cargo. Ese es el promedio”.

Negrín sustituyó a Camille Barnett, quien dejó el cargo dramáticamente en junio de 2010.

Éste sobresale no sólo por su imponente constitución corporal de jugador de fútbol americano, sino también como el latino de más alto rango en el gobierno local. 

Lamentablemente, esa fase profesional de su vida está llegando a su fin. La semana pasada Negrín anunció que dejará su cargo como administrador de la ciudad habiendo logrado el período de servicio más largo en los últimos tiempos –cinco años.

A partir de enero, se convertirá en socio de la firma de abogados Obermeyer. Su nueva oficina estará justo frente a City Hall. 

Obermeyer está lleno de servidores públicos – un ex contralor municipal, otro director administrativo, un procurador municipal, un fiscal general. Muchos de sus abogados forman parte de distintas juntas directivas y ofrecen servicios jurídicos gratuitos. Negrín asegura que el modelo de “ciudadano abogado” le queda bien.

“El gobierno no lo hará todo y no resolverá todos los problemas, pero las personas tienen derecho a conocer la verdad. Tienen derecho a saber lo que uno puede y no puede hacer por ellos” Richard Negrín

Sin embargo, la transición es agridulce. A pesar de la naturaleza sombría del trabajo, Negrín ha dejado un legado positivo: el programa Philly Rising, enfocado en vecindarios que sufren de pobreza y crimen; y Philly 311, la plataforma telefónica, en línea y móvil, para servicios municipales. Negrín declaró que a través de sus iniciativas intentó crear “un gobierno que escucha” a sus residentes sin darles falsas esperanzas.

“El gobierno no lo hará todo y no resolverá todos los problemas, pero las personas tienen derecho a conocer la verdad. Tienen derecho a saber lo que uno puede y no puede hacer por ellos. Tienen derecho a un nivel de servicio”, agregó.

En retrospectiva, también ve con afecto la trayectoria de integridad de la administración de Nutter. “El mayor legado es el que nadie ve”, dijo Negrín. “No hemos tenido ningún gran escándalo  (en la administración de Nutter) y hemos cambiado el tono del liderazgo desde una perspectiva de integridad”.

Sus días venideros serán tan ocupados como los actuales, y tendrán que ver con muchos de los mismos problemas.

No se siente ni eufórico ni triste al decir adiós a sus declaraciones públicas diarias sobre la violencia con armas. (“Eso podría ser algo bueno. Podría ser más optimista”). Pero tampoco abandonará la causa. Sus planes subsecuentes al servicio público incluirán formar parte de la junta directiva de CeaseFire Pa, “para ayudar a promover y reclamar leyes de sentido común que regulen la posesión de armas de fuego” en Filadelfia.

Negrín también desarrollará dos clases para el Fels Institute of Government de la Universidad de Pensilvania. Una de ellas hará uso del modelo Philly Rising para estudiar cómo desarrollar “vecindarios resistentes”. La otra estudiará la innovación en el gobierno municipal. Ambos temas le entusiasman.

Tiene plena confianza en que el siguiente administrador de la ciudad, Mike Debarardinis, trabajará bien bajo la dirección del alcalde electo Jim Kenney.