Papi siempre quería que las almas vinieran a Cristo,” recordó en el púlpito, en la iglesia en que recientemente se hizo el funeral en el Norte de Filadefia, su hijo mayor, el médico Manuel Filomeno.

Manuel, aunque no es ministro de la iglesia, como su hermano Julio, quien dirige una iglesia en Rhode Ilsand, habló con convicción de pastor veterano en el funeral de su padre, el conocido Reverendo Alberto Julio Filomeno.

Fue en la iglesia Bethel, en el barrio de Olney del Norte de Filadelfia en que éste dijo sus últimos sermones a su congregación pasados los 90 años de edad.

El reverendo Alberto Julio Filomeno, hijo de una familia puertorriqueña oriunda de Juana Diaz y el viejo San Juan, Puerto Rico, pero conocido por generaciones de Latinos en Filadelfia por cerca de 40 años como el “Reverendo Filomeno,” murió recientemente de muerte natural, a los 98 años de edad,  en su propia casa, no lejos de su propia iglesia.

Una semana más tarde, con la asistencia de un centenar de personas, fue enterrado en el cementerio de Greemount de la calle Front.

Su esposa, Cristina Filomeno, su compañera de toda la vida, estaba a su lado hasta el final.

“Un hombre serio, responsable, recto,” recuerda ella, con quien el pastor Filomeno tuvo 3 hijos, Manuel, Julio y Rubén, quienes trajeron a la familia 6 nietos, y más recientemente 4 biznietos.

Reacciones en la comunidad

Junto a ellos, cientos y cientos de personas a quienes el pastorado de “los hermanos filomeno” tocó en 6 décadas de pastorado concurrieron a las honras fúnebres.

Líderes de la comunidad latina local, incluído el Reverendo Luis Cortes, la Reverenda Ivonne Camarda, y el abogado Nelson Díaz, quien asistió al funeral en la iglesia de Olney, expresaron sus sentimientos a este pastor latino que murió “en olor a santidad.”

“Alberto Filomeno era un pastor veterano cuando yo llegué a Filadelfia en Julio de 1981 como un pastor recientemente graduado,” recordó el reverendo Luis Cortés.

Era él “parte de los líderes espirituales de nuestra comunidad” junto al reverendo “Ulloa, DeLorbe, Echevaria, Gomez, y  Rodriquez” —dijo Cortés. Los reverendos LeDuc, Colon, Cotto, Estrada, Dodd, Taylor y Gamarra, se vendrían a sumar más tarde para formar “El Clero Hispano de Filadelfia,” dijo Cortés.

“Filomeno no solo organizó la iglesias cristianas por encima de las denominaciones, sino que también no dudó en confrontar los poderes de la ciudad, mientras animaba a los pastores más jóvenes a involucrarse.”

Cortés añadió que siempre permanecerá en deuda con el reverendo Filomeno por ser su “guía espiritual” y por su disposición de ir más allá de su labor de pastor por su comunidad Latina.

“Espero compartir con él en Cristo en eterna gloria,” dijo Cortés en declaración escrita.

En opinion de la Reveranda Camarda, Filomeno fue “un hombre adelantado a su tiempo.”

“Su esposa (Cristina) y compañera en el ministerio fue su guerrera en oración y consejera espiritual,” añadió Camarda.

Nelson Díaz, por su parte, dijo estar “muy triste” por lo que llamó “Promoción a Gloria del Reverendo Alberto Filomeno.”

“El nos guió en los días iniciales del ministerio cristiano (en la comunidad latina local).”

“El fue el que nos enseñó el valor de la oración conjunta y la importancia de romper las barreras de denominación entre iglesias cristianas en nombre del evangelio,” añadió Diaz. n