Quieren a Óscar López Rivera en casa este año
Activistas de Filadelfia que han liderado el apoyo por la liberación de prisioneros políticos desde hace casi tres décadas, aseguran que el caso de Óscar López…
Aunque la lucha en apoyo a la excarcelación de Óscar López Rivera ha sido librada desde hace décadas, este año la campaña parece haber adquirido mayor intensidad ante el número de personas que abogan por su libertad. En mayo pasado se cumplieron 32 años desde su arresto y, por primera vez, no solo activistas y radicales exigieron su liberación.
El mismo gobernador de Puerto Rico, Alejandro García Padilla, se unió a la petición al mismo tiempo que el Senado de la isla envío una resolución al presidente de EE.UU., Barack Obama, en la que piden al mandatario le conceda el perdón a Rivera.
En Filadelfia, miembros del National Boricua Human Rights Network han seguido el caso desde su inicio. Creen que ha llegado a un punto donde no se trata de un conflicto político, sino de un caso de derechos humanos.
"Ya no es un caso de los independentistas pidiendo por la libertad de uno de nuestros combatientes. Ahora es la nación puertorriqueña en la isla y en la diáspora de EE.UU. quienes están clamando que ya fue suficiente", dijo Luis Sanabria, coordinador de capítulo local de esta coalición.
La campaña que ahora recorre ciudades por Estados Unidos y Puerto Rico fue traída por Sanabria a Filadelfia desde su llegada a la Ciudad del Amor Fraternal en 1988. "Yo no vine aquí porque tuviera familia o por razones personales, llegué a Filadelfia para abrir una oficina del Comité Nacional de Solidaridad para Prisioneros Políticos que hoy en día es el National Boricua Human Rights Network. Inicié una campaña para los presos políticos y es una lucha que todavía no hemos terminado", agregó.
López Rivera es parte de 15 prisioneros políticos arrestados a inicios de los años ochenta culpados de conspiración sediciosa, lo que equivale a conspirar para usar la fuerza en contra de la autoridad de Estados Unidos sobre Puerto Rico. La mayoría fue acusado de pertenecer a las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN) y en promedio cada una de las sentencias sumaban 70 años.
De acuerdo a un artículo de Jan Susler para la publicación de Third World Resurgence, a pesar de que ninguno de ellos estaba acusado de la muerte de alguien, las respectivas sentecias eran siete veces más grandes a la sentencia de asesinato promedio de aquel tiempo.
Actualmente López Rivera es el único que continúa encarcelado siendo el prisionero 87651-024 en la prisión Terre Haute, en Indiana. La fecha de su liberación, según el Negociado de Prisiones de Estados Unidos, sería el 26 de junio de 2023.
"Lo que más me impresiona de su caso es que lleva más tiempo que ningún otro, ni Nelson Mandela llevó tantos años preso. Esto ha sido una lucha de toda una vida", dijo Sanabria.
Luchan de Filadelfia para la nación
En los 25 años en los que Sanabria ha liderado las campañas en apoyo a prisioneros políticos logró abrir dos centros en la ciudad, los cuales han cerrado, y también continúa actividades en la iglesia San Ambrosio. Asegura que siempre han colaborado de cerca con otras coaliciones por EE.UU., y que no solamente boricuas han sido solidarios con su causa.
"Tenemos apoyo de muchas comunidades, recuerdo que en los ochentas varios mexicanos fueron arrestados por apoyarnos. También hay mucha gente que nos apoya pero que tiene miedo. Por esta campaña puedes perder de todo, el trabajo, las amistades, tu pareja... porque la represión es horrible", contó el activista.
Para Inez Ramos, coordinadora local del National Boricua Human Rights Network, unirse a la causa no solamente significó abogar por la justicia, sino también darle significado a su propia identidad. Nacida y criada en Filadelfia, la puertorriqueña explicó que no fue sino hasta que cursó sus estudios universitarios que comprendió la situación política de Puerto Rico.
"Me sentí engañada porque esas cuestiones nunca se hablaron en mi familia ni en mi comunidad. La historia completa no se enseña en este país ni en las escuelas. Fue una realidad muy dura de aceptar, entregarme a esta campaña me dio la oportunidad de aprender lo que no podía encontrar en un libro y ver con mis propios ojos la realidad del colonialismo", dijo Ramos.
La boricua también aseguró que su activismo la ayudó a compreder mucho más a su propio padre. "Él era músico y sentía un peso fuerte por ser puertorriqueño, entendí mucho más su vida y la tristeza que llevaba por dentro. Antes de involucrarme yo entendía qué significaba comer arroz, asistir a la iglesia y bailar, pero no entendía la realidad política".
Ramos se unió al movimiento en 1996, dos años antes que obtuvieran una gran victoria cuando el entonces presidente de EE.UU., Bill Clinton, concedió el indulto a 12 de los 15 prisioneros boricuas. López Rivera podría haber obtenido su libertad en aquella ocasión, pero rechazó el perdón en solidaridad con otros dos presos que no serían beneficiados por esta medida.
"Hicimos un trabajo a base comunitario dentro de Estados Unidos y también internacional, obteniendo el apoyo de diferentes líderes internacionales, hasta la Madre Teresa firmó nuestra petición para la salida de 1999. Tan grande fue es ola de revolución y de cambio del deseo de hacer algo mejor para nuestra gente", dijo Ramos
Otro miembro muy activo de esta coalición es el reverendo Roger Zepernick, originario de Ohio, quien llegó a Filadelfia en 1965. Se involucró con la comunidad puertorriqueña porque la iglesia en la que primero prestó sus servicio se encontraba en la calle Spring Garden.
"Históricamente ha habido mucha intimidación, es parte de la historia que he visto no solo en la comunidad puertorriqueña sino en muchas de las poblaciones que han llegado a EE.UU. Particularmente en la isla hubo gente que fue arrestada o murió por abogar por la independencia de Puerto Rico", dijo el reverendo en entrevista con AL DÍA.
Según Zepernick, López Rivera fue arrestado cuando la Alianza Puertorriqueña inició en Filadelfia. El arresto de los 15 boricuas no obtuvo mucha atención en los medios de la ciudad pero si en la agenda de la organización, y años más tarde estuvieron presente durante la liberación de 1999.
"El día en que liberaron a los 12 prisioneros llevamos a algunas personas de Filadelfia a Louisville donde Edwin Cortes había estado encarcelado y esperabamos poder conocerlo. Lo alcanzamos en el aeropuerto de Filadelfia antes de que viajara a Puerto RIco. Cuando éste arribó a la isla, él portaba una bandera puertorriqueña en sus hombros que aparecieron en medios de todo el mundo. Esa bandera pertenecía a una puertorriqueña de Filadelfia llamada Rosa Sauris, que falleció hace unos meses", contó el reverendo.
Algunos de los puertorriqueños liberados han visita Filadelfia en varias ocasiones para charlas y programas educativos. Los miembros de National Boricua Human Rights Network buscan informar a la gente sobre las causas que llevaron a estos hombres a la cárcel y sobre todo para estadounidenses blancos.
Durante el siglo pasado, además del indulto cedido por Clinton, hubo otros dos presidentes estadounidenses que concedieron el perdón de presos políticos. En 1952, campañas de activistas llevaron a la conmutación de la sentencia de muerte del miembro del Partido Nacionalista Oscar Collazo, condenado después de un ataque en 1950 en Washington.
También en 1979 los presos Lolita Lebrón, Rafael Cancel Miranda, Irving Flores y Andrés Figueroa Cordero, condenados después del ataque de 1954 al Congreso EE.UU., fueron liberados por el entonces presidente Jimmy Carter.
Ahora la pregunta es si el presidente Obama permita la liberación de López Rivera.
"Este sí puede ser el año en que Obama firme su liberación. El presidente sabe del caso, cuando el visitó la isla no podía doblar una esquina sin ver el rostro de Óscar o señales por todos lados. Solo estuvo ahí un par de horas y le preguntaron sobre el caso una docena de veces. Sé que los que estamos haciendo esta campaña nunca vamos a detener hasta que él salga", concluyó Ramos.
En mayo pasado el gobernador García Padilla, se unió a la petición de excarcelar a López Rivera. "La excarcelación de López Rivera, es un asunto directamente relacionado con los principios básicos de justicia social y humanidad. Por ello, le he solicitado al presidente Obama, que ejerza su poder constitucional y le conceda el perdón presidencial de forma que se logre su liberación y pronta reinserción a nuestra sociedad. La justicia exige su excarcelación", dijo el gobernador.
Al gobernador se unió el Senado al aprobar una resolución para solicitar al presidente Obama, el indulto del prisionero político. Señala que 12 de esos 32 años los ha pasado en aislamiento total y gran parte del tiempo en Marion Prison, una cárcel del estado de Illinois denunciada por Amnistía Internacional por el trato que reciben sus recluidos.
"Se está demostrando ahora que el pueblo puertorriqueño ya quiere que Óscar, es obvio en cualquier rincón boricua ya sea en la isla o en EE.UU., uno siente el deseo de tenerlo con nosotros. El pueblo puertorriqueño ha acabo con el silencio de él".
En Filadelfia el próximo 25 de julio se llevará a cabo una vigilia religiosa en honor a López Rivera en las calles 6 y Market a las 6:00 p.m. National Boricua Human Rights Network invita a los residentes a unirse al evento con banderas, congas, panderos y tambores.
"Será en esta fecha porque es el día en que EE.UU. invadió Puerto Rico, el sector religioso está exigiendo la liberación de Óscar, nosotros hemos trabajado en esto desde hace muchísimo tiempo y somos los únicos que lo vamos a lograr", explicó Sanabria. "No creo que Obama lo vaya a soltar todavía, él va a salir por suerte y creo que va a tomar un poco más de tiempo. Obama es el peor presidente en términos de clemencia, tiene el peor récord que cualquier otro. Las condiciones políticas para él no favorecen, quizá antes de terminar su presidencia. Pero uno no es profeta, eso decía de Mandela, él salió y se hizo presidente".
En su opinión, al activsta le parece irónico que este país, considerado uno de los más democrático, aun tenga una colonia y presos políticos. "No solo puertorriqueños, también afroamericanos, chicanos y nativos americanos. La represión es horrible, es vivir como esclavo y no podemos estar así".
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