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Pareja latina, eslabón en cadena de transplantes

Orlando y Betty González participaron en una cadena de donación que involucró a 20 personas y 10 hospitales a través de la nación.  

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Orlando y Betty González están en proceso de recuperación luego de haberse sometido a la operación en Our Lady of Lourdes Medical Center. En la foto, el doctor Ari Chakravarty, director del programa de riñones y páncreas de Our Lady of Lourdes Medical Center en Nueva Jersey, y el doctor Ely Sebastian. Archivo particular
 

Cuando Orlando González necesito un transplante de riñón, su esposa Betty estaba dispuesta a donarle uno, pero desafortunadamente no era compatible debido a que cada uno tiene un tipo de sangre distinto. 

Pero luego de que esta pareja boricua de la región de Filadelfia fue inscrita en la cadena nacional de transplantes del Registro Nacional de Riñones (NKR) pudieron encontrar otro donante y recipiente compatible para dicho propósito.

Fue así que el pasado 24 de julio la pareja participó en una cadena de donación que involucró a 20 personas y 10 hospitales a través de la nación.

Orlando recibió un riñón de un donante en California, mientras que su esposa Betty le donó uno de sus riñones a un paciente en el centro de Pensilvania.

Orlando, de 50 años de edad, quien sufre diabetes y presión alta, y había estado en diálisis por cuatro años y medio, se resistió en un principio a que Betty donara uno de sus riñones. 

"No quería que lo hiciera porque no quería que le pasara nada", dijo Orlando. "Pero una vez que el intercambio fue planeado, comencé a llorar. Estaba muy contento".

Por su parte, Betty, de 37, dijo que aunque "yo no era compatible con él, mi riñón fue a otra persona que está en la misma situación. Es como si dos personas resultaran ganadoras". 

Los doctores John Radomski y Ely Sebastian, de Our Lady of Lourdes Medical Center en Nueva Jersey, estuvieron a cargo de la cirugía, mientras que Janine Vallen los asistió como enfermera.

Su centro médico participó por primera vez en una cadena de transplantes de riñón en el 2010, y desde entonces, el número de intervenciones de este tipo ha crecido. El año pasado por ejemplo, este centro participó en una cadena que involucró a 60 personas y 17 hospitales.

Vallen dijo que la cadena de transplantes en la que participaron los González fue un reto porque cinco de los recipientes tenían un conteo alto de anticuerpos, lo que dificulta encontrar un donante debido a que hay más posibilidades de que rechacen un nuevo órgano. 

Por su parte, el doctor Ari Chakravarty, director del programa de riñones y páncreas de Lourdes, agregó que "fue una hazaña increíble que 10 pares de pacientes lograron exitosamente donar y recibir un transplante en un periodo de 48 horas en centros alrededor del país".

Según él, gracias al intercambio de riñones, los pacientes ya no tienen que seguir esperando incluso más de cinco años en una lista de donantes difuntos, sino que gracias al NKR pueden ser emparejados con otros donantes vivos, cuyos órganos pueden durar hasta dos veces más que los de donantes difuntos.  

En EE.UU. más de 26 millones de personas sufren de alguna enfermedad de riñón. Cuando los riñones fallan y acumulan desechos dañinos deben ser sometidos a diálisis. Pero un transplante puede reemplazar la necesidad de hacer esto y darle a quien lo recibe una nueva oportunidad.

A través de la nación, casi unas 97.000 personas están a la espera de un transplante de riñón, pero cada año menos de 17.000 lo reciben, mientras que otras 4.500 mueren, según cifras de United Network for Organ Sharing.

De acuerdo con el doctor Chakravarty, Orlando no es solo un sobreviviente, sino que los González son héroes porque gracias a que decidieron participar en la cadena de donación, "diez personas lograron obtener un transplante". 

Para Orlando no hay mejor regalo que el de la vida. Él espera terminar pronto con su recuperación para regresar a su trabajo en el transporte médico y en el departamento de mantenimiento de Cherry Hill Mall, mientras que su esposa Betty estará de regreso trabajando en un hospital en Camden.