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Nuestros empresarios y el elusivo sueño americano

Nuestros empresarios y el elusivo sueño americano

Que la comunidad Latina avance en visibilidad y relevancia en Filadelfia, donde ellos son alrededor del 15 por ciento de la población, depende menos del éxito…

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En el Estado de Pensilvania, y más exactamente en la región de Filadelfia, existen ayudas para nuestros empresarios y en teoría, acceso a capital.  Sin embargo, para los negocios propiedad de los Latinos sigue siendo un reto acceder a los recursos para crecer y a la vez, desarrollar los vecindarios en los que vive la mayoría de la población de origen hispano.

 

AL DÍA conversó con bancos, organizaciones federales, organizaciones de la comunidad y con algunos de nuestros hombres de negocios para comprender el contexto, los actores y aportar a una discusión no muy frecuente entre los Latinos:

Cómo crear desarrollo económico y autosuficiencia financiera en nuestras comunidades. Sobre todo cuando el desarrollo del “poder de la comunidad” sólo se entiende en términos políticos —no económicos—  más aún en en estos momentos de plena efervescencia electoral.

Éste es apenas el comienzo de una discusión sobre un tema complejo pero urgente, sobre todo porque de él depende que la comunidad Latina avance en visibilidad y relevancia en una ciudad donde hoy los Latinos son alrededor del 15 por ciento de la población con un número creciente de pequeños empresarios que en su mayoría buscan por cuenta propia y bajo su propio riesgo, el difícil camino a su estabilidad financiera.

Los desafíos no sólo son externos, son también internos y de su pleno entendimiento y superación, depende que la comunidad Latina haga valer sus crecientes números demográficos, que además es de los mayores números de votantes registrados para la elección que se avecina. El real poder y el permanente es el económico que representa no solamente la estabilidad, sino la prosperidad.

Hoy resta mucho camino por recorrer para hacerle honor al “empuje” del que nos preciamos los Latinos, expresado en primera instancia por su decisión de emigrar hacia el Norte, establecerse a punta de esfuerzo, sobrevivir en un ambiente adverso y aspirar, a través de su libertad financiera, a una vida mejor.

 

Tres empresarios cuentan su historia

 

Mercy Mosquera, quien administra la empresa de su familia, el Restaurante “Tierra Colombiana”,  abrió la su caja de recuerdos para que AL DÍA pudiera recoger parte de la historia del restaurante, hoy un ícono en el barrio.  Foto: Peter Fitzpatrick/AL DÍA News
 
 

La gesta llamada “Tierra Colombiana”

Mercy nos contó que Jorge Mosquera (1988) y sus otros hermanos, dueños de una zapatería ubicada en Locust Street, se iban a North Philly a jugar fútbol en el parque de Hunting Park  y la 9. Cuando terminaban, pasaban al negocio propiedad en ese entonces de “la Señora María”.  “Tierra Colombiana” era en aquel entonces un modesto restaurante que funcionaba en la esquina de la Avenida Hunting Park y la calle 6, en un edificio que hoy ya no existeMaría, cansada ya del trajín de muchos años de administrar su pequeño restaurante, terminó vendiéndole el negocio a Jorge y de paso, enseñándole no sólo a “llevar un restaurante,” sino también la gastronomía colombiana. Jorge, como toda su familia, es de origen ecuatoriano.

Quizás sin saberlo, en ese año empezó para él la mejor y la más árdua de sus aventuras. Los días se volvieron de 20 horas y las vacaciones de 24. Tuvo la suerte de contar con un préstamo para hacer la compra y tuvo aún más suerte cuando Mercy, su hermana, llegó a ayudar a principios de los 90 y, casi sin desempacar, empezó a ayudarle a atender a la clientelaCon el tiempo, la nómina pasó de tres empleados a un total de 80. 

Hoy en día “Tierra Colombiana” es un centro de congregación de la comunidad Latina en la calle 5 y Annsbury, no sólo como un restaurante favorito de miles de personas, sino como un club nocturno de música latina que atrae centenares de clientes de toda la región cada fin de semana.

El edificio que ocupa hoy “Tierra Colombiana”, que abarca casi una cuadra sobre la calle 5 porque se ha extendido gradualmente por los pasados 15 años, es un símbolo poderoso del espíritu emprendedor de la familia Mosquera y un ejemplo de superación a través del esfuerzo personal de un inmigrante Latino.

 

Diego Vivas junto al equipo de su compañía DAS, una compañía de diseño, impresión y distribución de volantes de restaurantes. Archivo particular
 
 

De Empleado a Patrón

La lucha de Diego Vivas, por su parte, no se queda atrás. Llegó a este país con 26 años de edad en el 92 para comenzar a trabajar “en las pizzerías de otros". Con el tiempo terminó compråndolascuando se cansó, creó DAS, una compañía de diseño, impresión y distribución de volantes de restaurantes

No se le haga extraño que al revisar su buzón de correo esta noche, haya sido esta misma empresa la que dispuso con muy buena estética la información de los sitios para comer de su área. Con el tiempo, Vivas pasó de cuatro a 30 empleados

María Isabel Tascón, dueña de la famosa panadería “La Caleñita,” ubicada en la 5, invirtió en esta aventura el resultado de nueve años de trabajo con tres jornadas laborales diarias, más el apoyo y los ahorros de su marido

Ella no hizo ningún préstamo porque, según dice, “las deudas no me dejan dormir”. 

Luego de una década de consagración en su propio negocio, pasó de tres empleados a 10. 

 

Filadelfia está casi en el último puesto en el apoyo a pequeño empresarios

El empuje de los inmigrantes Latinos, traducido en capacidad empresarial y de administración juiciosa, es de vital importancia para los Estados Unidos. 

Este empuje lo mide el Censo con una encuesta dirigida al crecimiento económico de los pequeños negocios de minorías y de mujeres del país. Este es el link a la fecha en el año 2015 (http://www.census.gov/programs-surveys/ase.html). 

La encuesta indica que el 17,5 por ciento del total de las empresas son propiedad de grupos hasta ahora llamados “minorías”. Juntos en realidad estos grupos conforman la nueva mayoría en las grandes ciudades de los Estados Unidos.

Las cifras nos dicen que los Latinos son propietarios de 31.5 por ciento de ellas, los asiáticos del 53,4 por ciento y los afroamericanos del 11,4 por ciento.  Y en total, las mujeres son el 19,4 por ciento.

Según cifras del National Minoriy Supplier Development Council (NMSDC), en cooperación con el Institute for Thought Diversity  (ITD)  los 12 mil negocios registrados como de minorías producen un ingreso de $400 billones de dólares y emplean a más de 2.2 millones de personas. 

De las 11 ciudades más grandes, Filadelfia ocupa el triste penúltimo lugar, tan sólo por encima de Boston. Miami, Los Angeles y Houston ocupan los tres primeros lugares. Ésto significa que los esfuerzos de Filadelfia por aumentar la inversión y mejorar  los sistemas de apoyo dirigidos al fortalecimiento y nacimiento de pequeños y medianos negocios de minorías y mujeres, está muy por debajo del promedio nacionalDe hecho, está a solo un puesto de caer “en la cola” de las 11 ciudades más grandes del país.

 

Voces de los Valerosos en el Frente de Batalla

“No hubo un sólo banco al que no le tocara las puertas. No me dieron préstamos ni de dos mil dólares para comprar el papel. Como no tenía dinero no me daban dinero”, contó Diego Vivas dueño de DAS. En su caso fueron sus amigos y algunos negocios del mismo barrio quienes creyeron en su empuje y le dieron el soporte financiero que podían“Con el tiempo fuimos creando capital, fue mejorando nuestra capacidad de compra y como consecuencia, los ahorros”, dice.

“Hubo compañías que comenzaron a abrirnos las puertas y mi crédito fue mejorando”, Finalmente “Finanta”, una compañía de financiamiento de pequeños negocios del Norte de Filadelfia, fue la que les dio acceso a $80 mil dólares para poder transportar máquinas, pero a cambio de poner las propiedades como garantía.

“A los cinco años pagamos y ahora nos prestan sin problema,” dice.

“Construimos confianza financiera,”  agrega. Y concluye: “Con dinero todo el mundo le presta (a uno).”

Para “Tierra Colombiana” tampoco ha sido fácil, aunque la prosperidad del negocio es evidente. “Hemos tenido que llegar a pagar un interés alto para seguir creciendo y poder dar empleo en nuestra comunidad,” dice Mercy Mosquera.

“Si le prestan, usted tiene que dejar en garantía todo lo que tiene”, subraya.“Yo como Vivas opino que si no necesitara dinero, no iría a pedir un préstamo,” recalca Mercy. “Muchas veces hemos salido con la negativa de que no nos pueden apoyar”, revela refiriéndose a peticiones que han hecho a los bancos de la ciudad“Cuando hemos tenido que recurrir a crédito por referencia, ni siquiera hemos recibido las cartas. Cuando hemos buscado bancos, como sucedió en el 2007 para renovar “Tierra,” el Citibank fue el único que nos apoyó a pesar de que teníamos cuentas en Wells Fargo y Wachovia,” cuenta la administradora de Tierra (Tierra Colombiana)”.

María Isabel, contenta de haber recibido hace poco una subvención (grant) de la Cámara de Comercio Hispana para renovar su negocio, contó que “el único apoyo que yo he tenido de la ciudad es ahora que me regalaron las nuevas señales”. 

 

El Fondo de $3 millones del PIDC

Vivas nos habló con franqueza: Los recursos de la ciudad “sirven para quien ya tiene dinero.” 

“Hace como tres o cuatro años el Tesorero del Estado de Pensilvania fue al barrio y dijeron que había 20 millones de dólares” para prestar. "Pero si ud. aspiraba a prestar un millón de dólares, la lista de documentos para anexar era interminable,” dijo Diego.

Las oportunidades de financiación a menor escala aparecen con frecuencia, pero son insuficientes para producir desarrollo a mayor escala de nuestros negocios preparados para dar el salto cualitativo. 

Hace un par de semanas Citizens Bank anunció una sociedad con la Corporación de Desarrollo Económico de Philadelphia (PIDC por sus siglas en ingles) para apoyar el desarrollo de los pequeños negocios con un fondo de $3 millones de dólares.

De acuerdo con Wanda Speight, Vicepresidenta de Servicios Financieros de PIDC, “la meta es prestarle a los pequeños negocios de minorías, incluida la mujer, a muy bajo interés y procurando inversión en todos los códigos postales de la ciudad”. 

Speight dijo que se trabaja de la mano con la Cámara de Comercio de Philadelphia (GPCC), quien a su vez llega a los negocios de toda la ciudad. Ademås de la Cámara de Comercio Afroamericana, la Cámara de Comercio Asiática y la Cámara de Comercio del Noreste de Philadelphia”, para llevar el mensaje a más empresarios.

La Cámara Hispana, sin embargo, no se enteró de los planes de PIDC sino a través de la noticia publicada en philly.com y Finanta lo supo a través de este medio, durante nuestra entrevista para este artículo.

Speight explicó que los bancos normalmente tienen un mínimo de puntaje en el crédito del empresario para la aprobación de un crédito. “Cuando nosotros miramos el puntaje, lo hacemos de manera más exhaustiva para detectar cuál es el verdadero problema”. “Muchas veces un negocio no cuenta con suficiente flujo de caja porque su dueño está más concentrado en cómo pagar las cuentas,” dice.

“Otras veces pagan sus deudas usando tarjetas de crédito u otros sistemas y sabemos que esto significa una tasa de interés de por lo menos el 25 por ciento lo que hace difícil estar al día con los pagos”. 

La Tarea que le Corresponde al Empresario

Para la otra cara de la moneda hay algunos factores que afectan a nuestros negocios y lo primero quizás es comenzar por las definiciones. “Un pequeño negocio no es lo mismo que un micro negocio,” explica Luis Mora, Presidente de Finanta“Un micro negocio tiene de dos a seis personas máximo. Un micro es una bodega esquinera que tiene máximo tres empleados. Aunque micro, la administración de pequeños negocios federales ha establecido el micro préstamo de 50 mil dólares para abajo. Para acceder hay una serie de requisitos”, dice. “La mayoría de los nuestros, son micro negocios; son de familia y de nuevos inmigrantes,” agrega.

Por su parte, para Varsovia Fernández, Vice Presidente del Customers Bank,  “los pequeños negocios tienen una mejor estructura, mejor manejo financiero, están más informados acerca del sistema financiero, tienen una descripción clara y emplean personas con la experiencia y el talento".

Antonio Leta, Director de la Oficina del Este de Pennsylvania de SBA (U.S. Small Business Administration) dijo que la verdad es que  “muchas veces los dueños de los negocios no quieren crecer.” “Se sienten cómodos con el ingreso que es para su familia y no ven la necesidad de tomar riesgos. Hay otros que quieren crecer, pero tienen problemas para acceder a crédito porque no muestran ganancia o el negocio es muy joven y no hay historia financiera o crediticia y no tienen ‘colateral,’ ” agrega Leta.

Jennifer Rodríguez, CEO de la Cámara de Comercio Hispana de Filadelfia (GPHCC, por sus siglas en Inglés), afirmó por su parte que “nuestros pequeños negocios no siempre innovan y a veces no usan o no tienen acceso a la tecnología".

“Las regulaciones y las leyes gubernamentales no siempre los beneficia; hay barreras de idioma y hay problemas para aprender y manejar las nuevas normas,” sostiene Rodríguez.

Luis Mora cuenta una de sus anécdotas sobre los candidatos a empresarios que han ido a su organización a buscar ayuda: “Nos ha pasado que vienen aquí (a Finanta) a empezar un negocio, pero algunos se desaparecen y cuando uno continúa la comunicación nos damos cuenta que consiguieron un trabajo”, dijo Mora.  Algunas veces “aunque la semilla del negociante esté allí, es el deseo de trabajar lo que los impulsaabrir un negocio”

Mora aconseja que “lo ideal es empezar a trabajar, establecer un ahorro para aportar recursos propios a un crédito y establecer historia financiera”.

Y hay otras circunstancias que no ayudan:  “La falta de conocimiento de la importancia de tener los documentos en orden o la costumbre de no querer reflejar la realidad al hacer los impuestos, costumbre que no es exclusiva a los latinos, hace que no puedan acceder a financiamiento al no mostrar capacidad de pago", opina Will González, CEO de Ceiba.

“Eso sin contar que hay contables en el barrio que no les dan buenos consejos o que no son profesionales, lo que contribuye a nuestro bajo crecimiento”, agregó.

Hay trucos, sin embargo, que pueden ayudar.  “En la comunidad hay mucho negocio de finca raíz e invertir en bienes raíces es mejor que poner el dinero en el mercado (de valores)”, dice Varsovia Fernández“Si tengo una bodega ¿para qué pagar renta? ¿por qué no comprar el edificio y pagarme la renta? De esa forma mi ingreso aumenta y tengo activo. Tengo colateral. Puedo ir al banco y pedir que refinancien mi deuda. Tener todo el dinero líquido no es necesariamente lo mejor para la familia o para el negocio”, sugiere Fernandez, de Customers Bank (banco especializado en pequenos negocios). 

Pero aún con colateral no es fácil garantizar la aprobación del deseado préstamo.

 

María Isabel Tascón, dueña de la famosa panadería “La Caleñita,” ubicada en la 5, invirtió en ésta aventura el resultado de 9 años de trabajo con tres jornadas laborales diarias, más el apoyo y los ahorros de su marido.  Peter Fitzpatrick/AL DÍA News
 
 

Las puertas no se han abierto todavía para negocios Latinos

“En los años 90 no había el apoyo de ahora, aunque pienso que aún no hay un 100 por ciento de apoyo,” dice Mercy Mosquera. “Nosotros hemos experimentado que todavía las puertas no se han abierto a los pequeños (negocios) y los latinos pues aún no recibimos lo que necesitamos de los bancos,” agrega“Jorge ha pasado por negativas a pesar de la estabilidad de Tierra (Tierra Colombiana).  Él ha tenido que trabajar con sus propios recursos.  Compró Mixto en 2008 con sus ganancias, (pues) no hubo apoyo”, recordó Mercy, agradecida de venir de una familia con un alto sentido de la moral, de la ética de trabajo y una increíble pujanza

Diego Vivas, por su parte, ha creado una segunda empresa de la que él es socio. Busque la aplicación “Bites” y se dará cuenta de cómo nuestro talento no reconoce barreras. 

Mary Isabel Tascón, de “La Caleñita”, cuenta que en su caso respecto al origen de los nuevos recursos, “todo sale del negocio”.  A ella el negocio le ha dado para invertir en la casa de sus sueños y para adquirir colateralSin embargo, las posibilidades de crecimiento de su negocio, si ella tuviera el deseo, están bloqueadas por falta de acceso a capital externo.

 

La educación sigue  siendo la clave

Para Jennifer Rodríguez, la CEO de la Cámara de Comercio Hispana, la educación es la clave: “Una parte importante de nuestra misión es educar a los propietarios de negocios y a empresarios con respecto a las mejores prácticas, a esfuerzos para acelerar su integración y ayudarles a crecer para estar a nivel de los mercados principales,” dice Rodríguez.

 

Para Mora es un proceso: “Los individuos van cambiando y eso va haciendo que la comunidad empresarial vaya cambiando. Se dan cuenta de que hay que hacer un esfuerzo individual y algo muy importante es evitar que los emprendedores pidan préstamos a individuos informales que cobran de 2 a 7 por ciento mensual.”

“Es un préstamo que puede llegar a 84 por cien de interés anual, muy alto,” advierte Mora. 

Para Leta, representante del SBA, “el hecho de que la gente llege aquí a abrir un negocio en nuestro país para salir adelante, para apoyar a la comunidad además de ofrecer empleo, es bueno para el corazón de América.”

Aunque en esta vida casi todo es un proceso, se necesita de un sistema financiero que abra un par de pulgadas más la ventana de oportunidad para que entre aire fresco para tantos emprendedores y empresarios que sólo necesitan un guiño para hacer de sus empresas un punto de desarrollo en su vecindario. 

 

Nuestros negocios por su parte tendrían que transformar su mentalidad para que lo único que quede al azar sea la suerte misma.

 

La brecha que existe entre el 17 por ciento de los negocios de mujeres, afroamericanos, asiáticos e hispanos -que han contribuido sustancialmente como dueños de negocios a la economía de este país, y el restante que son los anglosajones (o ‘blancos’) y/o hombres (Survey of Business Owners Pew Research, 2012), sigue siendo muy grande.

Los Estados Unidos de América siempre se han preciado de ser el refugio de inmigrantes de todo el mundo, que han encontrado aquí la oportunidad de progreso que no era posible en sus países de origen.

Ese esfuerzo multigeneracional, propiciado por oleadas de inmigrantes a través de los últimos dos siglos y medio de historia del país, han creado la economía más desarrollada de la tierra.

Para los Latinos, que son los nuevos inmigrantes del siglo XXI, el “Sueño Americano” de establecerse a través del esfuerzo empresarial en su nuevo país no debería ser tan esquivo

 

FUENTES DE FINANCIACIÓN

SBA

(Small Business Administration):

En 2015 se prestaron 8 millones de dólares a la comunidad Latina.  Un promedio de $242,000 por préstamo.

Esta organización declinó entregar los datos por grupo étnico. Según el representante de SBA, el banco que presta el dinero es a veces reticente al incluir el dato demográfico.

All terminar el año fiscal el 30 de septiembre, SBA hizo 1.600 préstamos por un total de 565 millones de dólares en el área de cuarenta condados. 

Website: https://www.sba.gov/offices/district/pa/king-of-prussia

 

PICD:

De los 85 préstamos otorgados en 2015, 48 se hicieron a minorías de la siguiente forma: 

• 38% a mujeres dueñas de negocios

• 52% a African-american

• 16% a Asiáticos y del Pacífico y

• 10% a Hispanos.

Website: pidcphila.com

 

FINANTA:

• $16.6 MILLONES en activos

• $47 MILLONES en préstamos

• 1,300+ PRESTAMOS de $400,00 a $3.3 millones

• 1.2% PROMEDIO anual de capital no recuperado

 ESTADISTICAS DEMOGRAFICAS de FINANTA:

• 94% Minoría

• 69% Inmigrante

• 50% Mujer

Website: finanta.org

 

FUENTES ADICIONALES DE INFORMACION:

CEIBA

Promueve el desarrollo y la integración económica de la comunidad latina de Philadelphia por medio de colaboraciones, apoyo, y defensa con el fin de mejorar la vivienda para todos. Cuenta con programas de Consejería de Vivienda, Preparación Gratuita de Impuestos y Cuentas de Ahorro IDA.

Website: ceibaphiladelphia.org/es

GPHCC (Documento: The State of Hispanic Business)

• En su último reporte que los latinos producen anualmente más de 600 millones y emplean más de 18 mil personas. 

Website: philahispanicchamber.org