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Mons. José Horacio Gómez durante el Encuentro Mundial de Familias en Filadelfia, Sept. 25, 2015. 

Mons. José Gómez: La inmigración no es solo un asunto político o económico

El arzobispo de Los Ángeles José Horacio Gómez habló hoy sobre el impacto de la política migratoria en la familia, durante un discurso en el Encuentro Mundial…

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El arzobispo de Los Ángeles José Horacio Gómez habló hoy sobre el impacto de la política migratoria en la familia durante un discurso en el Encuentro Mundial de Familias, que se celebra en Filadelfia en anticipación a la visita del papa Francisco este fin de semana. 

El arzobispo habló sobre la situación de los inmigrantes en EE.UU., los refugiados  en Europa y otras partes del mundo.

“A lo largo y ancho del planeta existen movimientos masivos de pueblos forzados por la inestabilidad política, por la pobreza y la violencia”, dijo Gómez. 

Este fenómeno, anticipó, continuará creciendo, por lo que instó a los gobiernos y corporaciones del mundo a tomarlo en cuenta.

“La inmigración es un desafío que todos vamos a enfrentar en la medida que nuestra economía se vuelva cada vez más global”, dijo Gómez. 

El reto, considera, es cómo responder a los mismos inmigrantes — con empatía o indiferencia — para lo cual instó restaurar el sentido de que “todos somos parte de la única familia humana”.

“La inmigración no es solamente un asunto político o económico”, dijo Gómez, sino un asunto humano que involucra a personas que buscan una vida mejor.

Entre estas personas, mencionó por ejemplo, a quienes exponen su vida al cruzar la frontera, y a las madres e hijos en centros de detención — “el nombre que les damos a las prisiones para los inmigrantes indocumentados”, dijo Gómez. 

Por otra parte, habló sobre el impacto de la inmigración en la estabilidad familiar y las condiciones económicas de los inmigrantes indocumentados, a quienes se refirió como un tipo de subclase permanente para la cual no existen protecciones.

“Es muy difícil mantener a una familia unida cuando se vive en los márgenes y las sombras de la sociedad”, dijo Gómez. 

El arzobispo agregó que dado el actual clima político de EE.UU. no hay razones para pensar que las condiciones para los inmigrantes cambiarán próximamente. Por eso, hizo un llamado a los latinos y católicos a ayudar a otros a entender la realidad migratoria del país. 

Esa realidad de la que Gómez habla incluye a once millones de inmigrantes indocumentados, de los cuales el 62 por ciento ha vivido en EE.UU. por 10 años o más, y el 38 por ciento tiene hijos nacidos en este país. Por otra parte, también incluye a dos millones de personas que han sido deportadas en los últimos seis años. 

“Estamos hablando de muchísimas familias que han sido separadas”, dijo Gómez. “Cuando contemplamos las consecuencias de la falta de una política migratoria justa y adecuada inmediatamente vemos las tristes consecuencias especialmente en la familia”.