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Cerca de 2.000 miembros de la comunidad de Filadelfia atendieron a una vigilia en honor de las víctimas de la masacre de Orlando.

Este acto, celebrado el lunes 13 de junio en City Hall, reunió a gente con velas, algunos de los cuales entonaban frases como “somos latinos, estamos unidos”. Tambien había niños que portaban carteles de lo más inspiradores y se vivieron momentos de dolor y llantos, donde los asistentes se consolaron los unos a los otros. 

La lista de asistentes incluyó al alcalde Jim Kenney, quien, visiblemente emocionado, se refirió a la nativa de Filadelfia Akyra Murray, una joven recien graduada en West Catholic Preparatory High School y miembro de su equipo de baloncesto local que perdió su vida en este trágico incidente. 

“No puedo expresar lo devastador que es que ella estuviera en ese club”, confesó el alcalde de Filadelfia Jim Kenney durante la vigilia. “Tan solo aseguraros que nos tenemos los unos a los otros, que nos amamos los unos a los otros. Vamos a superar esto todos juntos”.

Después del discurso emocional de Kenney, algunos de los asistentes se subieron al escenario para ofrecer sus propios mensajes. 

“Ser aliados todos los días no solo cuando algo (trágico) pasa”, dijo uno de los asistentes. 

“Dejadnos llorar, dejad de tomar fotos y vídeos. Esto no es un show!”, clamó una de las compañeras del equipo de baloncesto de Akyra.

La multitud fue tan numerosa que la Policía se vio obligada a cerrar parte de JFK Boulevard. Tambien se cerraron las calles aledañas a City Hall durante el momento en el que los asistentes caminaban hacia el edificio en una marcha que fue liderada por familiares y amigos de Akyra.