Las familias destrozadas por la violencia con armas de fuego tienen audiencia con el Papa
“Es una cuestión tan complicada, pero espero que todos puedan participar activamente y tomar la epidemia del homicidio con seriedad”
Ocho meses de pesadumbre. Ocho meses de luchar por justicia. Ocho meses de tratar de rectificar la apatía sobre la violencia con armas de fuego en Filadelfia.
Ahora, la familia de Alejandro “Alex” Rojas-García, ex estudiante de la Universidad de Temple quien murió por un balanza en enero de este año en el Norte de Filadelfia, siente una oleada de esperanza nueva para su causa.
Hace dos semanas, rompieron en lágrimas al recibir la carta en la que les decían que tendrían una audiencia con el Papa Francisco. La Archidiócesis de Filadelfia y el Encuentro Mundial de las Familias entregaron cuatro boletos a los padres de Rojas-García para que pudiesen asistir a la misa celebrada por el Papa sobre Ben Frnaklin Parkway, el domingo, 27 de septiembre.
“Dios escuchó nuestras oraciones y tocó el corazón del Arzobispo Chaput y los organizadores del Encuentro Mundial de las Familias en Filadelfia, fue lo primero que pensé”, dijo la madre de Alex, Aleida García. “Este gesto muestra compasión hacia nosotros y otras familias de víctimas de homicidios y para quienes son víctimas de la violencia o que cuidan de un víctima de la violencia. Nuestras vidas han cambiado para siempre debido a la violencia”.
García, junto con el padre de Alex, Wilfredo “Wil” Rojas, se han unido a la cada vez más amplia comunidad de familias impactadas por la violencia con armas de fuego en Filadelfia. Desde la muerte de su hijo en enero, ellos tomaron las riendas de una iniciativa –acercándose a las familias de otras víctimas, compareciendo en los juicios, distribuyendo volantes sobre casos abiertos irresueltos, interpelando ante los medios de comunicación y los legisladores por todas partes. Hasta tienen sus propios transmisiones vía pod (podcasts) bilingües en las que hablan sobre el tema de la violencia con armas de fuego, y García inició el comité de defensa JusticeforALEXnow.
“Rezamos por una audiencia con un grupo representativo de las familias de los víctimas de homicidio”, dijo Wilfredo Rojas. “Estamos agradecidos con todas las personas que hicieron posible que pudiéramos estar tan cerca de Su Santidad y recibir nuestras intenciones especiales”
Wilfredo Rojas agregó que aceptaría el Bendición del Papa “no sólo en forma individual para su familia, sino en forma colectiva para las miles de familias víctimas de asesinado y las familias que cuidan de los víctimas de la violencia en todo el mundo”. Él y García le dieron los otros dos boletos a Antonia Flores y Roz Pichardo, los miembros de familia de otras dos víctimas de asesinato en la ciudad.
A Aleida Silva-Garcia, hermana de Alex, aún le costó mucho hablar sobre el asesinato de su hermano sin llorar. Por primera vez, varios meses después de su asesinato, se vio paralizada por el dolor.
“El impacto se ha desvanecido y puedo sentir la profunda depresión que se ha asentado”, le dijo la hermana de Alex, Aleida Silve-García, a AL DÍA durante el verano.
Aunque estos últimos ocho meses se han sentido como una eternidad, las familias de las víctimas de homicidio saben que el proceso de duelo y la búsqueda de la justicia no se resolverán por sí mismos de la noche a la mañana. En marzo, la policía de Filadelfia arrestó y acusó a Leonaldo Rivera, de 25 años de edad, de haber asesinado a Rojas. Pero el objetivo de largo plazo –la violencia con armas de fuego misma—tomará mucho más tiempo para procesar.
“Es una cuestión tan complicada, pero espero que todos puedan participar activamente y tomar la epidemia del homicidio con seriedad”, dijo Silva-García.
El domingo, Wilfredo Rojas y Aleida García orgullosamente vestirán sus pines “Justicia para Alex” a la misa celebrada por el Papa. Aunque parece poco probable que puedan sentarse a conversar con el Papa, confían en que con solo su presencia en el evento histórico, estarán un paso más cerca de alcanzar su objetivo.
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