El pasado 23 de junio entre lagrimas y rostros de desesperación se llevó a cabo la última misa en la Capilla de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa, la iglesia hispana por excelencia, que el domingo pasado cerró sus puertas tras poco más de un siglo de brindar servicios a la comunidad latina de Filadelfia.

"Fue muy triste y hubo muchas lágrimas. Los feligreses no podían creer que la arquidiócesis aun responsabilizara en su totalidad a los padres vicentinos", dijo Gilberto González, líder del comité 'Salvemos La Milagrosa". 

Además de los ánimos inconsolables, en la última parte de la misa hubo un altercado entre  los líderes religiosos y los miembros de este comité. "Miguel Ortíz subió al altar y cuando comenzó a hablar, el padre Bruce Lewandowski y el padre Charles Kennedy se acercaron para evitar que interrumpiera la misa", dijo González. "En ese momento yo me interpuse entre ellos y los asistentes comenzaron a gritar 'no lo toquen'. Luego vi que agentes de seguridad se aproximaban mientras la gente gritaba que no tocaran a Miguel".

Luego la situación se tensó aun más cuando el diácono Epifanio de Jesus también subió al altar.

"De Jesus comenzó a empujarme y a decirme que sabía Kun Fu, yo solo quería proteger a Miguel. Quería que tuviera la oportunidad de hablar y que la arquidiócesis sepa que sabemos que están mintiendo", agregó González.

Por su parte Ken Gavin, vocero de la arquidiócesis, dijo que el padre Lewandowski confirmó a AL DÍA que sí hubo un altercado en el interior de la capilla, aunque no pudo confirmar sí el diácono empujó a González y realmente dijo que sabía Kung Fu.

Ortíz declaró que estaba sorprendido por ver a miembros de la seguridad privada, pero agradecido de que el incidente no pasara a mayores.

"Nosotros formalmente pedimos al diácono permiso para que algún miembro de nuestro comité hablara, lo único que queríamos era aclarar a la gente que tratamos de trabajar con ellos", dijo Ortíz.

Los padres pidieronque se continuara la misa sin más interrupciones y Ortíz decidió esperar al final para decir unas palabras.

"El padre tratando de sacarnos por la fuerza, recurriendo a la policía. No somos ladrones ni gente de la calle, no había necesidad de eso", dijo Ortíz. "Cuando dieron la bendición, subí de nuevo al púlpito y fue cuando me apagaron el micrófono, y decidí mejor dirigirme hacia al exterior de la capilla".

La Arquidiócesis de Filadelfia respondió que durante la misa hubo varias interrupciones por parte de los feligreses, y que se le había comunicado a Ortíz que el padre Kennedy sería el único que hablaría al final de la ceremonia.

"No había necesidad de más alboroto y por eso se corto la electricidad del micrófono", declaró la arquidiócesis.

Ortíz recibió el pasado 5 de junio una carta por parte del monseñor Arthur Rodgers, en la que le agradecía su trabajo como miembro del Comité Parroquial y le recordaba que su término había llegado a su fin.

Pero Ortíz asegura que su periodo terminó por lo menos un mes antes de cumplir los tres años que le corresponden. 

"Se podría decir que tuvimos una completa derrota pero no fue así, al final los que perdieron a los feligreses fueron ellos. Yo tengo cartas que especifícan las fechas en que inicio mi servicio en septiembre del 2010", dijo Ortíz, quien era el único latino en el comité parroquial.

Gavin respondió que Ortíz no fue removido del comité parroquial, sino que simplemente sus tres años como miembro del comité llegaron a su fin.

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