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La cruda realidad del cambio en Filadelfia

La cruda realidad del cambio en Filadelfia

El índice de desempleo en la ciudad no es tan alto como en otras áreas del país. Aún así, la pobreza está creciendo y los latinos son los más afectados.

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En promedio, a pesar de la larga recesión, Filadelfia está en buen estado. El desempleo es alto, pero no tanto como en otras áreas del país. Los precios de bienes raíces rebotan después de haber caído en la recesión. Los datos más recientes del Censo indican que la población local creció entre los años 2000 y 2010, aunque estos  datos aún esperan ser confirmados.

Pero nunca falta quienes se ahogan en un vaso de agua.

Entonces alejémonos de ese vaso y hablemos de algunos hechos más profundos sobre la ciudad.

Realidad número uno: La pobreza en Filadelfia está creciendo. Se pueden utilizar varias medidas para demostrar esto. Una de ellas es el ingreso anual en los hogares. Es decir, la cantidad promedio de dinero que ingresa al año en una vivienda. Este ingreso, medido en dólares de inflación ajustados, ha declinado en los últimos 10 años de $38,512 en 1999 a $37,045 en el 2009.

Entre los grupos étnicos y raciales de la ciudad, la historia cambia de nuevo. Los blancos  tienen el mejor ingreso en sus hogares, le siguen los asiáticos y afroamericanos. Los latinos son los que están en peor estado. El ingreso promedio en hogares hispanos es de $22,972, osea el 40 por ciento por debajo del promedio en la ciudad. El índice de pobreza en latinos es el más alto.

Los hispanos son el segmento de población de más rápido crecimiento en la ciudad, aumentó 40 por ciento en esta década, debido principalmente a los altos índices de natalidad y a la inmigración proveniente de México y Latinoamérica.

 Realidad número dos: El nivel de educación está íntimamente ligado con el nivel de ingreso. El alcalde de Filadelfia, Michael Nutter, ha hecho de los altos índices de deserción escolar una prioridad, y es sencillo saber por qué. Las personas sin diploma de 'high school' están consignadas a los márgenes de la economía. Existe información reciente que confirma esto. De acuerdo con un estudio de estadísticas de empleo del 2009, hecho por el distrito del centro de la ciudad, el desempleo entre trabajadores con diplomas de 'high school' (14.8%) fue dos veces más alto que el de los trabajadores con diplomas universitarios (5.9%). El ingreso promedio anual entre los empleados con diploma univesitarios ($53,000) fue el doble de aquellas personas que no se habían graduado de 'high school' ($26,000). En la actualidad, el 21 por ciento de los adultos en Filadelfia no cuenta con un diploma de 'high school'. Otro 36 por ciento sí tiene uno, pero no tiene experiencia universitaria.

Realidad número tres: La gente pobre se está haciendo más pobre. En promedio, el número de gente pobre en la ciudad aumentó ligeramente en esta década, del 23 por ciento al 24 por ciento. Sin embargo, la pobreza se intensificó en algunos barrios en particular. Los cinco barrios más pobres en la ciudad: Fairhill, el este y oeste del norte de Filadelfia, Kensington y Mantua, todos tuvieron un aumento en el porcentaje de gente pobre. La pobreza en estos barrios es tan honda como persistente, hechos que no han cambiado en los últimos 40 años. En total, existen 337 mil residentes que viven en la pobreza en Filadelfia. No hay un sólo barrio en la ciudad que no tenga al menos algunos residentes viviendo en pobreza.

Realidad número cuatro: El cambio es constante. Diez años no es mucho tiempo en la vida de una ciudad, sin embargo el cambio, tanto positivo como negativo, tiene que llegar al menos a algún número de barrios. 

Para tomar una medida, estos vecindarios han visto un declive significativo en sus niveles de pobreza: Bella Vista, Fairmount y Spring Garden, Northern Liberties y Fishtown, Powelton Village y West Powelton, Queen Village y Pennsport, el este del centro de la ciudad, University City, Schuylkill y el suroeste del centro de la ciudad.

 La mayoría de estos barrios se encuentran dentro de áreas que se están expandiendo en la ciudad, que extendieron sus límites hacia el norte y el sur durante la última década, y que están atrayendo nuevos residentes con más ingresos. 

Por otro lado, estos barrios han visto un gran aumento en su nivel de pobreza: Oxford Circle y Castor, Tacony y Wissinoming, Olney, Frankford, Mayfair, Juniata Park y Feltonville.

La mayoría de estos barrios se encuentran en la parte sur del noroeste, la cual ha experimentado el rápido crecimiento en su población durante la última década, cambio que es muy posible que continúe. 

Así que no debería ser sorprendente que "la ciudad cambiante" sea el tema de nuestras historias principales durante este mes. Hay historias sobre tres importantes plazas comerciales que han experimentado cambios en los últimos 10 años. Proximamente publicaremos sobre tres nuevos y viejos negocios que reflejan a la ciudad cambiante.

Finalmente, ofreceremos historias sobre varios barrios que están en riesgo de declive, si no   aún, en un futuro cercano.

Tenemos vendados los ojos al hablar de cambios. Lo vemos a través del prisma de nuestros recuerdos, nuestros prejuicios e historias personales. Pero una ciudad dinámica es aquella que se rehace a sí misma y que se reimagina a sí misma. 

Filadelfia está en proceso de reinventarse. No se puede negar que el proceso es doloroso, tal como estas historias lo mostrarán. Pero tenemos que examinar estos cambios sin apasionarnos.

Necesitamos comprender el presente de esta ciudad para poder entender como podemos darle forma al futuro.