Haitianos en Filadelfia: ¿Latinos o afrocaribeños?
AL DÍA News echó un vistazo a la comunidad inmigrante haitiana en Filadelfia, que pese a provenir de Latinoamérica no se considera a sí misma como latina, y que además de tener una larga historia en la ciudad del amor fraternal, ha crecido de manera exponencial en años recientes.
Según Michel Francois, director del Haitian Coalition of Philadelphia, los haitianos no se consideran latinos, sino que consideran a la isla como “una parte pequeña de África en medio de América, así que somos africanos caribeños”.
Tradicionalmente Filadelfia ha sido un destino de ref
AL DÍA News echó un vistazo a la comunidad inmigrante haitiana en Filadelfia, que pese a provenir de Latinoamérica no se considera a sí misma como latina, y que además de tener una larga historia en la ciudad del amor fraternal, ha crecido de manera exponencial en años recientes.
Según Michel Francois, director del Haitian Coalition of Philadelphia, los haitianos no se consideran latinos, sino que consideran a la isla como “una parte pequeña de África en medio de América, así que somos africanos caribeños”.
Tradicionalmente Filadelfia ha sido un destino de refugiados y exiliados que han huido de la opresión política y la inestabilidad económica.
Los orígenes de la presencia de los haitianos en la cuna de la nación se remontan a los inicios de la revolución de Haití en 1791, con la llegada de cientos de refugiados de Saint Domingue, actualmente Port-au-Prince. Esta cobró fuerza luego de que los haitianos que originalmente se refugiaron en Cuba fueron forzados a salir de la isla con la revolución cubana en 1959. Pero no fue hasta el colapso de la dictadura de Jean-Claude Duvalier en la década de los ochenta que los haitianos comenzaron a llegar en grandes números a EE.UU. Y más recientemente, tras el devastador terremoto del 2010 en la isla, que dejó cientos de miles de muertos y más de un millón de personas sin hogar.
Estados Unidos respondió a esta tragedia no solo con ayuda sino ofreciendo a los haitianos que ya entonces se encontraban en la isla la posibilidad de solicitar un Estatus de Protección Temporal (TPS) que les permite trabajar, y el cual ha sido extendido hasta el 2016.
Entre 1990 y el 2012, el número de inmigrantes haitianos en EE.UU. se triplicó de unos 200.000 a 600.000, según datos de la Oficina del Censo, mientras que incluyendo a los haitianos americanos la cifra alcanza un millón de personas.
De acuerdo a MPI, el 50 por ciento de los inmigrantes haitianos ha obtenido la ciudadanía estadounidense, mientras que unos 60.000 cuentan con TPS.
“Como otras comunidades inmigrantes, hay haitianos que llegan aquí y se quedan de manera ilegal, pero trabajan duro por ajustar su estatus y obtener su ‘green card’”, dijo Francois.
Los haitianos en EE.UU. son el cuarto mayor grupo de inmigrantes del Caribe, luego de Cuba, República Dominicana y Jamaica.
Mientras que el 70 por ciento de ellos vive en los estados de Florida y Nueva York, y tres cuartas partes en las áreas metropolitanas de Miami, Nueva York, Boston, Orlando, y Atlanta, la región de Filadelfia cuenta con la sexta concentración de haitianos más grande de la nación, según un análisis del Migration Policy Institute (MPI).
Así, esta región, que abarca Camden y Wilmington, cuenta actualmente con un total de 11.000 inmigrantes haitianos, en comparación con 2.000 en el año 2000, y eso sin contar los haitiano americanos, con los que según las estimaciones más optimistas de Francois la cifra podría llegar hasta las 150.000 personas.
Como otros grupos inmigrantes, los costos de vida en Filadelfia han atraído a haitianos que llegan a Estados Unidos por Nueva York.
A diferencia de la gran manzana, y de otras comunidades inmigrantes que se asientan en un solo área de la ciudad, los haitianos en Filadelfia están presentes en distintos puntos y han reforzado su presencia en Olney, East Oak Lane, West Oak Lane, Logan, Cheltenham, Jenkintown, en el norte de Filadelfia, así como en ‘West Philly’, el suroeste de la ciudad, y Upper Darby en el condado Delaware.
Según Amanda Bergson-Shilcock, directora de alcance y programas del Welcoming Center for New Pennsylvanians, existen fuertes distinciones de clase en Haití, un país en el que el índice de pobreza es del 80 por ciento, por lo que entre solo unos cuantos obtienen una educación.
“La comunidad haitiana en Filadelfia es una combinación de personas de una elite educada, así como personas que no tuvieron acceso a una educación”,” dijo Bergson-Shilcock.
“La educación en Haití no es para todos porque muchas personas tienen que abandonar los estudios para trabajar y apoyar a su familia”, agregó Francois, electrofísico, biomédico, y profesor adjunto en la Universidad de Drexel.
De acuerdo a MPI, tan solo el 18 por ciento de inmigrantes haitianos en EE.UU. cuenta con un diploma universitario. Por otra parte, sus oportunidades de empleo se ven truncadas tomando en cuenta que el 54 por ciento de inmigrantes tiene un dominio limitado del idioma inglés.
A nivel nacional, el 79 por ciento de esta comunidad está en edad de trabajar, y la mayoría de ellos, el 41 por ciento, se gana la vida en la rama de servicios, seguidos del 22 por ciento en ramas relacionadas a los negocios, ciencia y artes, el 19 por ciento en ventas, y el 14 por ciento en transporte.
En Filadelfia una cantidad considerable de inmigrantes haitianos se desempeña en el campo de la salud, que tiene una gran presencia en la ciudad.
“Muchas personas buscan un trabajo en la industria de salud porque pueden obtener una certificación en poco tiempo y ganar buen dinero”, dijo Francois.
Por otra parte, según el Institute of International Education, unos mil inmigrantes haitianos estaban inscritos en una universidad estadounidense durante el año académico 2012/2013.
“Quienes han venido a EE.UU., independientemente de su nivel educacional, quieren asegurarse de que sus hijos vayan a la escuela”, dijo Francois, cuya organización ha entregado unas 100 computadoras a niños y jóvenes estudiantes haitianos para ayudarlos en su desempeño educacional.
Sin lugar a duda, los inmigrantes haitianos en EE.UU. se han hecho de una mejor vida de la que tenían en su país. Mientras que el nivel de pobreza en la isla es del 80 por ciento, en EE.UU. solo el 21 por ciento de inmigrantes haitianos vive debajo del nivel de pobreza.
De acuerdo con información del Banco Mundial, una de cada cinco familias en Haití depende de remesas enviadas de otros países, y EE.UU. es responsable de $1,1 mil millones de un total de $1,6 mil millones.
En Filadelfia, resulta sorprendente la cantidad de organizaciones con las que cuenta esta comunidad, y la amplia gama que abarca desde organizaciones de fe, profesionales, culturales, y por su puesto, los restaurantes —en los que se puede disfrutar de un delicioso plato de diri kole ak pwa, similar a los moros y cristianos cubanos, o de un bouillon, similar al pollo frito. La misión de Francois, como presidente del Haitian Coalition of Philadelphia, es agrupar a las diversas organizaciones haitianas en la ciudad en una misma voz y celebrar su cultura.
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