De entre cuatro oficiales que fueron promovidos al rango de sheriff adjunto por el Sheriff de Filadelfia Jewell Williams, se encuentra la puertorriqueña Dolores Ramos,  quien hizo historia al convertirse en la primera mujer latina en ocupar este cargo en los más de 300 años de historia de la Oficina de Sheriff.

Nacida y criada en Filadelfia, en el barrio de Kensington, y de padres puertorriqueños, Ramos tiene entre su metas proporcionar un servicio para la comunidad local y dejar saber a los residentes que “somos una oficina para el pueblo”.

Antes de siquiera imaginar trabajar para la Oficina del Sheriff y tenerla como una opción profesional, Ramos había trabajado como secretaria legal durante varios años. Su experiencia como secretaria terminó cuando la oficina de abogados cerró y se trasladado a otra ciudad.

De acuerdo con Ramos, fue su tía quien le sugirió que debería trabajar para el gobierno local.

“Ella fue quien sometió una solicitud a mi nombre para aplicar como oficial de correccional. Pensé que era la idea más loca que había escuchado. No dejaba de pensar que nunca podría ser una oficial de correccional”, dijo Ramos. “Pero necesitaba el trabajo”.

Después de aprobar el examen de administración pública y el proceso de orientación, Ramos comenzó a trabajar como oficial de correccional en la institución de máxima seguridad Curran-Fromhold Correctional Facility (CFCF), una posición raramente considerada por mujeres.

“Como oficial de correccional era responsable del bienestar de los reos. Al inicio fue un verdadero reto para mi”, dijo Ramos. “Los internos buscan ponerte a prueba, no se dirigen a ti de forma profesional y quieren ver hasta dónde pueden llegar. Los primeros tres o cuatro meses me encargué de establecer un estándar. Al principio trataban de dirigirse a mí como ‘mami’, pero una vez que estableces un tono respetuoso, comprenden que estás hablando en serio”.

Después de varios años como funcionaria de prisiones llegó una oportunidad de aplicar en la Oficina del Sheriff durante un esfuerzo de contratación. Ramos tuvo una entrevista de trabajo, “la más larga de mi vida”, dijo.

Una vez contratada, fue asignada a la unidad civil, división de la Oficina del Sheriff que se encarga de hacer cumplir distintas órdenes judiciales, incluyendo mandamientos de ejecución; auto de posesión; el servicio del proceso; privilegio fiscal; quejas; citaciones; protección contra el abuso de órdenes; y otras órdenes judiciales en nombre de otras oficinas de sheriff.

“Salimos hacia las calles y notificamos a las personas cuando se está tomando alguna acción civil en contra de ellos”, dijo Ramos.

La puertorriqueña explicó que una parte importante de su trabajo es informar a los residentes sobre qué implica el proceso civil, ya que muy poca gente está familiarizada con dicho procedimiento.

“En la experiencia que he tenido, por lo general cuando una persona es notificada sobre un proceso civil, la reacción inmediata no es muy positiva”, dijo Ramos. “Pero a medida que se explica cómo se puede resolver el problema, es increible la transición. Me sorprendió mucho como se transforman de estar verdaderamente molestos a estar muy agradecidos”.

Como madre soltera de tres hijos, declaró que su familia siempre ha sido una prioridad.

“Mis hijos son mi vida. Ellos son por quienes me levantó y me esfuerzo todos los días. Quiero que sepan que pueden ser mejor que yo y que tienen que ser mejor que yo. Se supone que con  cada generación aumentan el bienestar”, agregó

Declaró que es por ello que  a diario alienta a sus hijos para ser exitosos en su educación. “Les recuerdo que ‘sólo puedes ser el cambio que quieres ver en el mundo, si te educas a ti mismo. La educación es poder”.

“Mis hijas me han dicho ‘wow,  madre esto es historia’. Al ser la primera mujer latina se están rompiendo las barreras en la Oficina del Sheriff”, dijo Ramos. “Me siento orgullosa de ser la primera, y yo sé que no seré la última. Es muy importante para mí abrir las puertas para que otros y otras continúen”.