LIVE STREAMING

Habla porque dice otros no lo harán

Cerelino Velásquez ve aumento de agresión a latinos en el sur, piensa que muchos no lo reportan.

MÁS EN ESTA SECCIÓN

Lebanon recauda fondos

Todo sigue igual

'Somos 26'

COMPARTA ESTE CONTENIDO:

 

Con una mano quebrada Cerelino Velásquez no ha podido trabajar durante más de un mes.

Desde el 19 de abril, Cerelino Velásquez está a la espera de poder trabajar.

Ese día sufrió una agresión y robo por parte de tres hombres que lo dejaron con la mano derecha quebrada y casi $20 mil en cuentas de hospital.

“No me hablaron nada, solo me golpearon y ni sentí a qué horas me quitaron lo que llevaba”, dijo.

Había salido recién de su trabajo en una pizzería de la calle South, y era su día de pago.

“Yo iba en bici, y creo que ya tenían contemplado cómo hacerlo”, dijo.

Contó que fueron tres hombres, uno portando un bate de béisbol, que esperaban en fila para atacarlo, y que todo pasó tan rápidamente que no pudo verles las caras.

“Perdí el conocimiento hasta más tarde, por allá pasó otro mexicano que me vio tirado y me ayudó”.

Fueron a un cuartel de policía para reportar el caso, y después fue llevado en ambulancia al hospital de la Universidad de Pensilvania, donde supo que tenía la mano derecha y la costilla quebrada.

En su opinión los casos de violencia en contra de su comunidad del sur de Filadelfia han aumentado particularmente durante el último año.

“Han estado atacando mucho a los latinos”, dijo. “Anteriormente casi no se escuchaba, solo golpes, últimamente son asaltos, con gravedad, para robar dinero”.

Dice además que conoce de otras personas que han sufrido casos similares.

“Pero quizás por miedo, la gente no lo reporta”, dijo.

Tony Scotto, el ex empleador de Velásquez, concuerda en sentir que se está viviendo un aumento de violencia.

“Lo que está pasando es que ellos saben que les pagan los fines de semana”, dijo. “Y piensan que son todos ilegales y no van a ir a la policía ni reportar el caso”.

Después de décadas operando un negocio en South St, dice  temer que estos incidentes provoquen más violencia. “Algunos de los muchachos se están enojando”, dijo. “No estamos en verano todavía, y se va empeorar”.

Zach Steele, organizador de  JUNTOS/Casa de los Soles, contó que hubo una situación similar hace tres años.

“Fueron casos muy parecidos a este que llevaron a nuestra primera campaña”, dijo después de escuchar una descripción del caso de Velásquez.

En el 2006, JUNTOS logró que oficiales de los distritos 3 y 4 de la Policía firmaran un acuerdo informal para no hacer preguntas acerca del estado migratorio de personas latinas que les pedían ayuda.

Además, acordaron reunirse mensualmente con miembros de un comité de seguridad de la organización.

Contó además que esas reuniones no se han realizado “de forma regular, tanto a causa de nosotros como a causa de ellos”.

Tampoco sabe si el acuerdo logró disminuir la criminalidad.

Mientras tanto, Velásquez sigue adelante. “Ya no es lo mismo, pero uno tiene que intentar de mejorar, porque tampoco uno se va a encerrar y no salir”, contó.