El viernes 22 de junio de 2022, el Tribunal Supremo de Estados Unidos anuló el caso Roe contra Wade, poniendo fin a la protección federal del derecho al aborto. Por la tarde, se habían organizado protestas en ciudades de todo EE.UU. para rechazar la decisión, y Filadelfia no fue diferente.

A las 6:30 p.m., en el delantal norte del Ayuntamiento, una multitud de miles de personas se reunió para escuchar a funcionarios públicos y activistas de Filadelfia antes de marchar.

Los oradores transmitieron muchos mensajes -la historia de la lucha por los derechos de la mujer, especialmente de las mujeres de color, la importancia de votar en noviembre para luchar contra la decisión, el papel vital que podría desempeñar el movimiento obrero en el movimiento para restaurar Roe, entre muchos otros-, pero el más importante, y el más ominoso, fue que probablemente no terminará sólo con Roe si no se le pone freno.

"Este ataque al acceso al aborto es sólo un componente de un esfuerzo concertado para seguir negando a las personas marginadas los derechos humanos básicos", dijo Céshia Elmore, de New Voices for Reproductive Justice, a la multitud.

A continuación, citó a uno de los jueces de la mayoría, Clarence Thomas, que justo después de la anulación de Roe, pasó a pedir la anulación de casos históricos que concedían el derecho a los anticonceptivos, la intimidad sexual y legalizaban el matrimonio entre personas del mismo sexo, en una reconsideración de los precedentes del Tribunal sobre el debido proceso. 

La concejal de Filadelfia Kendra Brooks también se hizo eco de esta advertencia y culpó al Partido Republicano.

"Esto no es el final, sino el principio de una larga campaña del Partido Republicano para despojarnos de nuestra libertad y nuestra dignidad", dijo Brooks. "Todo está en juego".

Pero en lugar de ofrecer pronósticos más agoreros, Brooks se unió al coro de legisladores presentes -como los concejales Helen Gym y Jamie Gauthier- y de activistas, para apuntar a un futuro de organización tanto en las calles como en las urnas.

"No dejaremos que los políticos avergonzados nos quiten la alegría", dijo. "Protegeremos a las personas que buscan abortar, apoyaremos los fondos para el aborto y lucharemos como locos por nuestros derechos básicos".

Gym apuntó a los movimientos pasados, como el del odio a los AAPI, los de las protestas de George Floyd y otros para mantener el estatus de los DREAMers. Ella llamó a los que salieron a luchar en el día y en los movimientos pasados "guerreros".

"Somos los guerreros que han estado luchando por esta ciudad durante décadas", dijo antes de relacionar la anulación de Roe con los ataques pasados contra el derecho al voto, el giro de la Corte Suprema y la insurrección del 6 de enero que llevó la violencia al edificio del Capitolio de los Estados Unidos.

Cuando le tocó hablar a Gauthier, reiteró muchos de los sentimientos de los anteriores oradores, e hizo hincapié en la idea de "no volver atrás", como muchos han sentido tras la anulación de Roe v. Wade.

"Ni en el aborto, ni en la anticoncepción, ni en el derecho al matrimonio, ni en el derecho al voto, ni en los derechos de los trabajadores, ni en los derechos civiles", dijo.

"¿Y adivinen qué? Vamos a ganar".

Es probable que haya muchas más marchas en los próximos días, meses y semanas, mientras el país se encamina hacia otra de las elecciones más importantes de su historia.