Dos miembros del equipo de liderazgo del Ejército de Salvación de Filadelfia serán parte de una misión en Honduras que brindará servicios médicos a los pobladores más necesitados del país centroamericano.

La organización anunció que durante la primera semana de febrero, la oficial comisionada Migdalia Lavenbein, co-oficial al mando del “Citadel Corps Community Center” localizado en el noreste de Filadelfia, y el capitán Omar Rolón, co-oficial al mando del “Tabernacle Corps Community Center” en la sección de Fairhill serán parte de la brigada Médica en Honduras, integrado por oficiales del Ejército de Salvación de Estados Unidos y Honduras, así como médicos estadounidenses, enfermeras, consejeros y traductores.

Ambos viajarán el 30 de enero a Honduras, país en el que visitarán varias aldeas en la que prestarán sus servicios como traductores entre el equipo médico y los residentes.

Miembros el Ejército de Salvación han mantenido una presencia permanente en Honduras desde el 2000. De acuerdo con el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola, Honduras es el segundo país más pobre de Centroamérica, con un ingreso per cápita de alrededor de $1.880 dólares en 2010.

Según información proveída por el Ejército de Salvación, la pobreza en el país afecta a 60 por ciento de la población, del que 36 por ciento vive en condiciones de pobreza extrema. En las zonas rurales, estas cifras se elevan al 63 por ciento y 50 por ciento respectivamente.

Uno de los retos más grandes a los que se enfrentan los hondureños que viven en zonas rurales es acceso limitado a agua potable, saneamiento y servicios de salud.

"Las comunidades sufren una pobreza inimaginable. En 2015 vimos a una chica que había caminado cinco horas para ver a los médicos”, recordó Rolón. “Ella padecía cáncer en su cara que se estaba carcomiendo sus huesos. Los médicos se sorprendieron mucho al examinarla y uno de ellos me dijo que sólo había leído sobre este tipo de cáncer en una revista médica”.

Desafortunadamente el cáncer estaba en una etapa demasiado avanzada para ser tratado. “Los dermatólogos lloraron cuando se dieron cuenta que no había nada que hacer para ayudar a esta chica", dijo Rolón. "Se necesita mucho más allá de Filadelfia. Como un oficial del Ejército de Salvación me siento orgulloso de servir de nuevo en esta misión".

Además de la gestión de las operaciones diarias de dos centros comunitarios cuerpo de Filadelfia del Ejército de Salvación con sus cónyuges, tanto Lavenbein Mayor y Capitán Rolón son pastores con el Ejército de Salvación.

"La gente de todas partes, ya sea aquí mismo o muy lejos en Honduras, necesitan de gente como tú y como yo para extender una mano de ayuda", dijo Lavenbein. "Todos tenemos dentro de nosotros la posibilidad de hacer diferencia. Voy a Honduras con un corazón dispuesto a servir”.