Miembros de la comunidad latina de Pensilvania entregaron carpetas llenas de currículos de latinos al gobernador Tom Corbett, quien recientemente se vio involucrado en una controversia luego de que dijera —en conversación con AL DÍA News— que no podía encontrar hispanos que trabajen para él.

Los manifestantes se reunieron el 31 de mayo en el Union League, en el centro de la ciudad, y marcharon unas cuantas cuadras a la oficina de Corbett en la calle Broad. 

En el exterior de esta hicieron un llamado al gobernador para que establezca una agenda concreta respecto a la comunidad latina.  

Por otra parte, solicitaron una junta con Corbett para hablar sobre temas de interés para los hispanos.

La movilización se llevó a cabo en respuesta a los controvertidos comentarios del gobernador en una conversación con AL DÍA News, que llegaron a los principales medios de comunicación a nivel nacional.

Al ser cuestionado por esta organización de noticias sobre la cantidad de hispanos en su personal, Corbett respondió: "No tenemos a ningún latino en nuestro personal. Si pueden encontrarnos uno, por favor háganmelo saber".

Esto frente a una selecta audiencia de líderes y profesionales hispanos de la región de Filadelfia que se asistieron a la conversación el viernes 17 de mayo en el Union League.

Aunque el gobernador respondió a tono de broma, cuando la noticia se esparció a través de diversos medios nacionales y locales, sus comentarios no causaron gracia y fueron considerados como un insulto a la población latina, que representa el 6 por ciento en Pensilvania, o  unas 750.000 personas.

De acuerdo con los manifestantes, los comentarios del gobernador demuestran que el republicano está fuera de tono con la comunidad de más rápido crecimiento en el estado — 82,6 por ciento entre el 2000 y 2010, según el censo.

"Esta es una comunidad a la que no se le puede ignorar, o faltar al respeto", dijo Pedro Rodríguez, activista comunitario. "Nuestro estado y nuestra ciudad tienen una riqueza de profesionales, trabajadores y residentes latinos que pueden llevar a cabo cualquiera de las responsabilidades en el personal del gobernador".

Joshua Novotney, director de la oficina regional del gobernador del sureste de Pensilvania, y Lourdes Padilla, de la Oficina de Asistencia Pública, fueron los encargados de recibir las carpetas. 

"El gobernador está sumamente interesado en tener lazos  y en trabajar de cerca con la comunidad hispana", dijo Padilla.

Ella agregó que ella es una de 1.500 hispanos trabajando en la administración Corbett, y que los currículos recibidos serán tomados en consideración.

"Soy un caso ejemplar y una muestra de que sí estamos interesados y tenemos un compromiso de tener personas latinas en nuestra administración", dijo Padilla.

Entre los manifestantes se encontraban miembros de diversas organizaciones proinmigrantes que instaron al gobernador a apoyar la reforma migratoria y tomar una postura en contra de la colaboración entre agencias locales de seguridad pública y agencias federales de inmigración.

"Es hora de que los funcionarios electos de Pensilvania escuchen las necesidades y prioridades de la comunidad latina e inmigrante", dijo Rodríguez, miembro de la coalición Pennsylvania United for Immigration Reform (PUIR).

Agregó que las protestas en contra de Corbett no tienen nada que ver con que este pertenezca al partido republicano, ya que la desconexión de políticos y funcionarios con la comunidad latina traspasa las líneas de cualquier partido.

"Hay políticos y funcionarios demócratas que son tan culpables de ignorar a nuestra comunidad", finalizó Rodríguez.