Con la celebración del Año Nuevo en puerta, el fiscal general de Filadelfia Seth William aprovechó para recordar a los residentes que el uso de armas durante la víspera de esta fiesta decembrina no solo es muy peligroso sino también ilegal.

“Tendremos cero tolerancia para aquellas personas que disparen armas de fuego al aire para ‘conmemorar’ la fiesta”, dijo Williams, "Es un acto estúpido que puede tener consecuencias mortales, y no hay nada festivo al respecto. En víspera de año nuevo, queremos continuar con la tendencia de un menor número de homicidios en nuestra ciudad, y espero que todos inicien el 2015 dejando las armas  guardadas bajo llave".

Williams fue acompañado por Joe Jaskolka, quien en diciembre 31 de 1998, fue alcanzado por una bala perdida mientras se encontraba en Fernon Street, en ‘South Philly’. Jaskolka tenía 11 años cuando la bala impactó su cabeza.  La bala sigue alojada en su cabeza y su agresor jamás ha sido capturado.

Como consecuencia del incidente, Joe está paralizado en el lado derecho de su cuerpo y cara, y no puede utilizar el lado izquierdo de sus cuerdas vocales. Ahora tiene 27 años y ha sido sometido a 33 cirugías en el cerebro y 21 cirugías en los ojos. La familia Jaskolka estima que el seguro médico ha pagado más de $15 millones de dólares para cubrir el costo de todas sus operaciones, e incluso después de todos estos procedimientos, Joe todavía sufre de visión doble y temblor en sus ojos cada vez que habla.

"Este fue un acto estúpido y sin sentido, disparar un arma de fuego en el aire sin pensar en dónde va a aterrizar", añadió Williams. "Queremos que la gente la pase bien, pero no queremos que sean idiotas mientras celebran".

El 31 de dicembre del 2013, la policía de Filadelfia recibió 114 reportes de disparos realizados entre las 10:00 p.m. y las 3:00 a.m. del primero de enero del 2014. De acuerdo con la Oficina del Fiscal General, en una noche promedio, la policía podría recibir un máximo de 10 informes de disparos efectuados.

Cualquiera que sea sorprendido disparando un arma de fuego en el aire podría ser acusado bajo el cargo de imprudentemente poner en peligro a otra persona (Recklessly Endangering Another Person), lo que podría dar lugar a varios años de prisión en caso de encontrarse culpable.

Si una bala llega a golpear a alguien, el tirador podría ser acusado de asalto agravado, tentativa de homicidio o incluso asesinato.