Pese a que en su familia el béisbol era el deporte más practicado y su padre corría maratones, a Orlando Meléndez no le llamaron la atención ni el bate ni las zapatillas de correr. Desde bien pequeño puso el punto de mira en el baloncesto, un deporte que comenzó a practicar en su Puerto Rico natal cuando tan solo tenía seis años y gracias al cual ha conseguido hacer historia al convertirse en el primer (y el único) puertorriqueño en formar parte de uno de los conjuntos más incombustibles de la historia de esta disciplina, los Harlem Globetrotters.

Sin embargo, los seguidores del equipo, que este año cumple 90 años de saltos y acrobacias sobre las canchas, le conocerán mejor por su apodo: ‘El Gato’. Un sobrenombre que, pese a lo que muchos puedan pensar, no guarda ninguna relación ni con sus ojos claros ni con los brincos con los que deleita al publico. Se remonta un poco más atrás, a su infancia en la ciudad de Ponce, y tiene como principales responsables, por un lado a sus amigos, por el otro, a un grupo de gatos que le acompañaban durante su travesía hacia la pista.

“La cancha de baloncesto quedaba como a dos millas de mi casa. Yo le pregunté a mi papá 'necesito un atajo porque esto toma demasiado tiempo’ y me dijo ‘camina por la vía que hay en la siembra de la caña de azúcar’. Un día iba hacia allí y se me cayó una loncha de jamón y cuando miro hay como cinco gatos persiguiéndome, esperando a que se me cayera más jamón. Y de ahí mis amigos empezaron a llamarme el gato”, explica entre risas.

Su carrera comenzó en las ligas menores de Puerto Rico. De ahí dio el salto a Estados Unidos, donde participó en un programa de intercambio en su último año de instituto. “Terminé jugando al baloncesto muy bien y me reclutó la Universidad de Carolina del Norte”.

Después de aquello jugó en varios países de Europa y con el equipo nacional de Puerto Rico. Hasta que en el año 2007 llegó la oportunidad de formar parte de los Harlem Globetrotters.

“Nunca pensé que iba a llegar y en ese tiempo nunca pensé que iba a tener esa oportunidad. Me llegó un amigo mío que es el entrenador y al que conozco desde hace mucho tiempo. Me preguntó qué estaba haciendo y le dije que terminando lo que me faltaba de contrato. ‘¿Quieres ser un Harlem Globetrotter?’, me preguntó y yo le dije, ‘seguro’. Y de ahí como a los tres días hice la prueba y aquí estoy”, cuenta El Gato.

Sobre esta propuesta, que define como “una cosa increíble, que solo sucede una vez en la vida”, asegura que la transición de jugador profesional a miembro de los Globetrotter puede ser difícil para algunos.

“Al principio sí, es una transición que la gente lo hace bien rápido. Practiqué duro, siempre estoy practicando. El sistema de juego es diferente, tienes que saber cómo encender la competitividad y cómo apagarla para hacer el entretenimiento. Yo me adapté muy bien a todo y siendo hispano y hablando español pues ayuda. Cuando íbamos a los partidos de Sudamérica, Centroamérica, España y empezaba a hablar a los muchachos. Yo me adapté muy pronto”.

El Gato, el único hispanohablante del equipo (también aprendió portugués en una de sus giras), explica que, además de la destreza con la pelota, para ser miembro de este equipo también entra en juego la calidad humana.

“Primero tienes que ser un buen jugador de baloncesto y además una buena persona, eso es fundamental para ser parte de esto, tienes que seguir tu sueño y trabajar bien duro en todo, desde la escuela hasta la parte del baloncesto para poder llegar a un punto en el que tú puedas decir ‘okay, estoy preparado’ y que ellos sientan que estás preparado para ser parte de la organización. Porque ellos verifican todo, hablaron con mis padres antes de que yo supiera que me iban a contratar. Hasta ese punto, ellos se aseguran de que las personas que estén aquí sean personas de calidad”, asegura.

Por ello, su principal consejo para esos jóvenes que, como él, sueñan con ser parte de esta filosofía es: “Mantente sincero, mantente honesto, haz las cosas bien y trabaja duro tanto en la escuela como en el deporte’”.

“Yo no digo que yo sea un ejemplo, pero yo siempre trato de dar el mejor ejemplo para los que me ven en televisión y en el juego, que sepan que yo soy puertorriqueño, que vengo de una islita pequeña y llegué hasta donde estoy y he viajado el mundo. Y que si yo pude hacerlo, ellos también pueden”, añade.

Preguntado por su experiencia como latino en los Estados Unidos y la situación actual de la comunidad en el país, El Gato no duda. “Ha cambiado mucho. En mi caso yo era de los pocos latinos en la universidad y en el equipo de baloncesto. Y yo veo el crecimiento de los latinos en cuestiones de estudios, posiciones importantes en el gobierno y en diferentes corporaciones. Y la gente que viene a trabajar es fuerte y lo hace no solo para echar a su familia para adelante, al país también”.

Por último, El Gato anima a todo el público a disfrutar del espectáculo como parte de la gira aniversario de los Globetrotters, que durante los próximos días (del 2 al 12 de marzo) les llevará por todo el área de Filadelfia. Puede consultar el calendario aquí. Para comparar entradas visite www.harlemglobetrotters.com.

“Estamos celebrando nuestro 90 aniversario. Han sido 90 años de muchas alegría e hicimos un espectáculo nuevo con un uniforme de los años 60-70 para conmemorar este aniversario. Tenemos los malabares con la pelota, las comedia, la interacción con el público… y es algo super único. No tienes que ser fanático del baloncesto para venir y disfrutar de los Harlem Globtrotters”.