Mientras que la iniciativa del representante estatal Mark Cohen, para darle licencias de conducir a indocumentados, promete más libertades a los inmigrantes indocumentados, el representante estatal Ángel Cruz considera que su propuesta tiene más posibilidades de ser aprobada.

El representante estatal de PA Mark Cohen circuló esta semana un memorando en busca de copatrocinadores para presentar una iniciativa que permitiría a inmigrantes indocumentados obtener una licencia de conducir.

Esto tan solo unos días después de que el representante estatal Ángel Cruz presentara otra iniciativa con el mismo fin, aunque distinta.

La iniciativa de Cohen promete más libertades a los inmigrantes indocumentados, pero Cruz considera que su propuesta tiene más posibilidades de ser aprobada.

De acuerdo a la propuesta de Cohen, las personas que no cuenten con un número de Seguro Social podrían solicitar una licencia de conducir utilizando un Número de Identificación Individual del Contribuyente (ITIN), utilizado para pagar impuestos.

La iniciativa de Cohen pondría fin a la sección de la ley que requiere un estatus legal para solicitar una licencia, y que permite al Departamento de Transporte (PennDOT) marcar las licencias de quienes no son ciudadanos estadounidenses como tales.

"Quienes apoyan mi iniciativa consideran que es importante que las licencias sean iguales para todas las personas", dijo Cohen. "La iniciativa de Cruz crea licencias distintas para los indocumentados y esto puede tener ciertos riesgos".

De acuerdo a la iniciativa de Cruz, la licencia sería válida únicamente para conducir, y no podría ser utilizada para votar u otros fines; sería válida únicamente en PA, y quienes hayan sido declarados culpables de un delito no podrán solicitar la licencia.

La iniciativa de Cohen cuenta con el apoyo de diversas organizaciones proinmigrantes; la iniciativa de Cruz ha despertado crítica.

"Aplaudimos la dirección de luchar por las licencias de conducir para los indocumentados en PA pero no apoyamos ningún esfuerzo que no tome en cuenta la igualdad en nuestras comunidades", dijo Desi Burnette, del Grupo de Lucha Pro-Licencias de Conducir "No solo es cuestión de poder conducir, sino de dignidad".

Pero para Cruz el objetivo principal de su iniciativa es asegurarse de que quienes conduzcan un vehículo en Pensilvania cuenten con un seguro, sean sometidos a un examen de conducir y estén familiarizados con las leyes de tráfico del estado.

Además, Cruz agregó que su iniciativa tiene más posibilidades de ser aprobada que la de Cohen, y que este pudo haber propuesto una enmienda a la iniciativa que él presentó en lugar de presentar su propio proyecto.

"Deberían aceptar la ayuda que se les está dando en vez de exigir más. Tenemos una legislatura antiinmigrante y la forma en que está escrita una propuesta va a determinar si se abre paso a un comité y si es aprobada o no", dijo Cruz.

Ambas iniciativas requerirían a los solicitantes mostrar una serie de documentos para demostrar su nombre, fecha y lugar de nacimiento, entre ellos, pasaporte, identificación consular, u otros documentos con suficientes protocolos de seguridad.

El proyecto de ley de Cohen nació luego de que miembros de la Lucha Pro Licencias se dirigieron el pasado 13 de mayo a Harrisburg, en donde se reunieron con varios legisladores, y finalmente fue Cohen quien se comprometió a presentarla.

Entre 1992 y el 2002 todas las personas en Pensilvania podían solicitar una licencia de conducir sin importar su estatus legal. En ese entonces la ley permitía a quienes no contaban con un número de Seguro Social solicitar la licencia presentando precisamente un ITIN.

Pero en el 2009 muchas las licencias que fueron tramitadas con ese numero fueron canceladas de manera retroactiva por PennDOT.

Entre los afectados, hubieron unos mil que no pudieron comprobar un número de Seguro Social.

Solo seis inmigrantes persistieron y decidieron llevar a PennDOT a juicio, pero sin abogado, ya que no encontraban quién los representara y, además, no podían costearlo.

En marzo del 2010, ya con la ayuda de la Union Americana de Libertades Civiles (ACLU), los seis inmigrantes vencieron a PennDOT por primera vez. Luego, En octubre del 2011 una corte estatal de apelaciones reiteró que PennDOT había actuado de manera ilegal al cancelar las licencias sin un proceso justo. 

Aunque los inmigrantes que lucharon mantuvieron su derecho a una licencia, no quedó claro lo que las decisión de la corte significaba para otras personas a quienes les revocaron su licencia.

Esto dio paso a la formación del Grupo de Lucha Pro-licencias de Conducir.