El número de muertes por disparos con armas de fuego en manos de la policía en Filadelfia ha disminuido en los últimos años, según un análisis de información del departamento publicado el 15 de diciembre por The Philadelphia Inquirer.

En el 2014, cuatro personas resultaron muertas tras recibir disparos por parte de agentes de la policía, en comparación con 12 el año pasado, y 16 el antepasado.

En los últimos cinco años, 54 personas han resultado muertas tras recibir disparos por parte de la policía, aunque solo 52 de estos casos cuentan con información demográfica.

De ellos, tres cuartas partes eran afroamericanos y el 18 por ciento latinos. Por otra parte, dos terceras partes de los oficiales involucrados eran de raza blanca. 

Esos disparos le han costado al departamento más de 2,5 millones en acuerdos y juicios. 

El departamento ya ha tomado diversas medidas para disminuir aun más el número de disparos y está a la espera de recibir una serie de recomendaciones por parte del Departamento de Justicia de la nación.