Nota del editor: Los nombres mencionados en este artículo fueron cambiados para proteger la identidad de los participantes de la organización.

La primera evaluación de trabajo de la Sra. Jane con SpArc Philadelphia comienza por la tarde en una organización de voluntarios en el noreste de Filadelfia, a una hora y media de Center City.  Preparan comidas para los necesitados y, aunque es una operación pequeña, la organización acoge a un gran número de voluntarios.

Aaron, uno de los pocos promotores de empleo de SpArc, se reúne primero con Danielle, la colaboradora de la organización de voluntarios para la evaluación de los puestos de trabajo, quien dirige a la Sra. Jane a una mesa donde se le asignarán responsabilidades administrativas y se determinará si el trabajo es adecuado para ella. La Sra. Jane está acompañada por Aaron durante todo el día, que la ayudará cuando sea necesario. 

Ese día, se le encomienda la tarea de sellar una gran pila de fichas con el nombre de la organización. 

La Sra. Jane sufrió un accidente que la dejó con una lesión cerebral permanente, que le provocó epilepsia, y una discapacidad intelectual. También ha perdido el uso de su mano izquierda. 

Tiene una actitud positiva y confiaba en que el trabajo sería fácil, ya que había realizado tareas administrativas en el pasado. Al cabo de media hora, la Sra. Jane desarrolló un eficaz sistema de sellado para pasar por la pila más rápidamente. 

Al cabo de una hora, se sentía totalmente cómoda en su papel de secretaria, redirigiendo a otros voluntarios a la recepción mientras empleaba su estrategia de sellar y apilar. También contaba chistes y entablaba conversación con los trabajadores de alrededor. 

Aaron apenas intervino y dejó que la Sra. Jane diera lo mejor de sí misma, ofreciéndole ánimos por el camino. 

"Definitivamente es importante que esté aquí porque necesitamos saber cómo funciona un individuo en un entorno comunitario. Tenemos que estar ahí para ayudarles si tienen alguna necesidad de apoyo en el trabajo", dijo Aaron mientras destacaba la importancia del periodo de evaluación. "También tenemos que estar ahí para evaluar (...) las habilidades, los puntos fuertes. Pero también, no me gusta decir la palabra debilidades, pero sí cosas en las que podrían necesitar ayuda para mejorar".

Cuando terminó la evaluación, la Sra. Jane estaba animada. Le encantaba el papel y estaba preparada para su próxima misión. 

La visita de la Sra. Jane es una de los cientos de historias de SpArc Philadelphia, la organización matriz que también cuenta con ramas de defensa. La evaluación de la Sra. Jane se filtra a través del programa general de desarrollo de la mano de obra de SpArc. 

SpArc Philadelphia está escondido en el sector industrial del noroeste de la ciudad, a una parada de distancia del destino final del autobús 33 antes de hacer un bucle de vuelta a Center City. Un breve paseo a través de un depósito de chatarra y una tienda de materiales de desguace nos lleva a una estructura de ladrillo con pancartas de colores y una entrada discreta que sería bastante fácil de pasar por alto sólo por las pancartas. 

SpArc asiste, forma y desarrolla a los clientes que llegan con problemas intelectuales y de movilidad a través de un programa de tres fases que comienza en un entorno comunitario. Se asocian con organizaciones locales de voluntariado donde los participantes pueden realizar pequeñas tareas y desarrollar un conjunto de habilidades transferibles a un trabajo normal. ]

A través de una serie de asociaciones, conseguidas en gran parte mediante un intenso trabajo de campo y llamando a las puertas, SpArc creó relaciones con organizaciones de voluntarios en toda Filadelfia. Lamees Jiménez, directora asociada de desarrollo de la mano de obra, explicó a AL DÍA cómo es un día típico de búsqueda.

"Una de las primeras reuniones podría ser una presentación general, como para conocerse (...) Llegamos a saber cuáles son los intereses de los participantes, en qué están buscando trabajar", dijo Jiménez. 

"El empresario puede mantener una conversación periódica con los participantes para que se vayan aclimatando, porque a veces el ambiente puede ser muy nervioso", continuó.

Jiménez y su equipo también trabajan directamente con cada participante en el programa para recopilar su historial laboral y crear currículos para los empleadores. A través de este proceso, el equipo puede encontrar un empleo adecuado a los deseos y necesidades del candidato. 

Aunque es productivo, el equipo de Jiménez se enfrenta a obstáculos espinosos, como empleadores poco amistosos que no están necesariamente abiertos a la colaboración. 

Dijo que algunos empleadores, que permanecerán en el anonimato, rechazan a los promotores de empleo cuando están en el lugar para ofrecer servicios de empleo durante una escasez crítica de mano de obra. 

"Hay muchas barreras cuando se trata de llegar a los empresarios. Algunos nos dicen que no. No queremos contratar a 'su gente'. Nos lo dicen y es muy lamentable porque carecen de esa educación", añadió Jiménez.

Otro de los obstáculos a los que se enfrenta Jiménez es la financiación, ya que el asesoramiento durante el proceso de evaluación y empleo es costoso y largo.

"El coste de apoyar a alguien con cualquier discapacidad ha aumentado exponencialmente", dijo Nofre Vaquer, director de operaciones de SpArc. 

Organizaciones como SpArc se financian a través del Departamento de Servicios Humanos, y según el presupuesto operativo de 2022-23, las discapacidades intelectuales representan sólo el 11,25% de la financiación global. 

"Somos una partida importante en el presupuesto. Normalmente, los Servicios Humanos son una de las partidas más importantes que cualquier estado gastará de su presupuesto. Pero el dinero nunca ha sido suficiente", dijo Vaquer. 

Dijo a AL DÍA que, aunque aparentemente generosa, la financiación suele ir 12 años por detrás de lo que se necesita año tras año. 

"Estamos viendo una afluencia de dólares en el proceso presupuestario, pero todavía tenemos que estar proporcionando más recursos porque estábamos infrafinanciados", dijo el concejal en general Derek Green, que se desempeña como Presidente del Comité de Personas con Discapacidad. 

Green ideó anteriormente una legislación para asignar la mitad del 1% del presupuesto general como fondo fiduciario para destinar dólares a los servicios de vivienda. Uno de ellos, disponible a través de la Philadelphia Housing Development Corporation, es su programa de modificaciones adaptativas, que instala mejoras en las casas para hacerlas más accesibles.

Pero servicios como el programa de desarrollo de la mano de obra de SpArc son continuos, incluso después de que un participante termine con éxito el periodo de evaluación y consiga un puesto de trabajo. Dado que muchas operaciones en el lugar de trabajo no tienen en cuenta los problemas intelectuales o de movilidad, los participantes dependen de los promotores de empleo para cubrir esas lagunas. 

Vaquer señaló que algunas intervenciones comienzan con la incorporación a la empresa. 

"Tenemos que ayudar al empresario a modificar su proceso [de Recursos Humanos] para incluir a las personas neurodivergentes. Son inteligentes y brillantes, pero no pueden pasar por el proceso tradicional de recursos humanos que [nosotros] tenemos experiencia y no tenemos problemas para pasar", dijo Vaquer. 

Para participantes como Hakimah, los servicios de SpArc fueron vitales para conseguir un trabajo que le gustara y en el que se sintiera cómoda. 

"Trabajo mucho. Me relaciono con mis compañeros y hago mi trabajo. Tengo un descanso de 15 minutos y hago mi trabajo. No molesto a nadie", dijo Hakimah. 

A través de SpArc, Hakimah tuvo un trabajo comunitario en el que empaquetaba pasteles en una conocida empresa de postres y un puesto en un supermercado que aún conserva. Dijo a AL DÍA que no pasa tanto tiempo en SpArc porque quiere centrarse en su puesto actual, que también consiguió a través del programa. 

A menudo, dijo Vaquer, la organización recurre a sus excedentes para continuar con la asistencia in situ cuando los fondos del DHS no alcanzan.

Para Green, conseguir una cifra adecuada que responda al reto de la comunidad de discapacitados es una batalla ardua debido al enfoque tradicional de la Commonwealth de proporcionar una financiación federal estática que se considera suficiente.  

"La forma en que el sector público y, más concretamente, Filadelfia ha considerado la financiación, especialmente para quienes tienen diferencias de aprendizaje o físicas, es que cualquier dinero que consigamos a nivel federal o estatal, ese es todo el dinero que vamos a proporcionar en estas áreas", señaló Green. 

Se han incluido nuevos fondos en el presupuesto general del estado, como la Ley de Hogares Integrales del senador Nikil Saval, cuyo objetivo es hacer frente al deterioro de la vivienda en Filadelfia. Pero aún queda mucho por ver en el ámbito de la mano de obra, con muy pocas garantías. 

Green señaló que muchos programas tienen un largo camino por delante para llegar a la comunidad de discapacitados porque su ámbito se limita a una dimensión de la vida y las necesidades generales de la persona discapacitada. 

"Pueden tener otros problemas en su casa fuera de lo que esos programas pueden financiar (...) Así que no sólo un techo o un calentador o modificaciones de adaptación, sino cómo seguimos haciendo ese trabajo, no sólo un enfoque fragmentario", dijo. 

"Tenemos personas con diferencias intelectuales de aprendizaje que podrían optar a un montón de programas diferentes, pero que no saben cómo o no tienen los medios para navegar por estos diversos programas", continuó Green.

Aunque Saval no especificó la logística, dijo en una entrevista con AL DÍA que instalaría equipos para llegar a la gente que puede no tener acceso inmediato a un portal de solicitudes. 

Pero la comunidad de discapacitados se enfrenta a otros retos, como la reciente sentencia del Tribunal Supremo de Wisconsin, que reduce las urnas para votar y limita la capacidad de una persona discapacitada para emitir un voto sin un sistema de apoyo. 

En estos casos, los grupos y organizaciones locales de defensa se convierten en algo fundamental para que una persona discapacitada pueda participar de forma equitativa en las estructuras sociales.