Las cosas van de mal en peor para los Phillies. 

El equipo de Filadelfia terminó la semana pasada barrido por los Bravos de Atlanta en su serie de tres partidos en el Citizens Bank Park. El trío de derrotas aumentó la racha de fracasos para los Phillies a cinco y le dio al equipo de la Ciudad Fraternal una marca de 1-13 en sus últimos 14 desafíos. 

Filadelfia anotó solo 33 carreras en dichos 14 encuentros, un ritmo de 2.36 carreras por juego. El promedio colectivo del equipo durante esas dos semanas fue .198.  Tan flácidos fueron los bates de los Phillies que su promedio colectivo con hombres en posición de anotar fue .186. Al conjunto que capturó cinco banderines consecutivos (2007-2011) se le olvidó el camino al home: anotaron una carrera o menos en mitad de los 14 juegos. 

La avalancha de derrotas causó un bajón para los Phillies en la tabla de posiciones de la División Este de la Liga Nacional. Ellos comenzaron la segunda mitad de la temporada a 6.5 juegos de distancia de la primera posición pero en los 18 días desde el receso del Juego de Estrellas, Filadelfia cayó a 17 juegos de la cumbre.

El anuncio el lunes de la Oficina del Comisionado que Antonio Bastardo, el relevista más consistente del equipo, se encontraba entre los 13 jugadores que fueron suspendidos por usar substancias prohibidas hizo leña del árbol caído.

Bastardo gozaba de una efectividad de 2.32 ERA con 47 ponches y marca de 3-2 en 42.2 entradas de trabajo en 48 salidas como relevista. El veterano de cinco campañas en la Gran Carpa había dominado a los bateadores en sus ultimas 15 entradas de trabajo: 20 ponches y solo dos carreras concedidas.

La suspensión de 50 juegos marca el fin de la temporada para el lanzador zurdo ya que se vence el penúltimo día de la temporada. Nadie espera que los Phillies lo reactiven para que lance el 29 de septiembre al menos que Filadelfia esté peleando por un cupo de postemporada.

El equipo de Rubén Amaro, hijo, lo más seguro buscará darle al atleta de 27 años la oportunidad de comenzar el 2014 con borrón y cuenta nueva ya que es el último año del contrato del lanzador con el equipo. 

El castigo del Comisionado le costará  $430.000 al nativo de Hato Mayor, Republica Dominicana. Su salario este año es $1,4 millones. 

Bastardo se convirtió en el tercer jugador de los Phillies en ser suspendido por usar substancias prohibidas en los últimos dos años: Carlos Ruiz fue suspendido en noviembre por 25 juegos por usar Adderall, un estimulante, sin una receta; y  Freddy Galvis fue suspendido en junio del año pasado por 50 juegos por usar Clostebol, un esteroide.

No hay mal que por bien no venga. El derrumbe total de los Phillies significa que peloteros jóvenes tendrán la oportunidad de demostrar que merecen ser parte del futuro del equipo. Los Phillies subieron a Cody Asche a las Grandes Ligas para jugar la antesala y colocaron a Darrin Ruf a defender el jardín derecho. Asche ha demostrado un guante certero en la esquina caliente y poco a poco va acumulando confianza como bateador. Ruf empató la marca de juegos consecutivos llegando a base (33) que le pertenecía a Chase Utley.

Falta mes y medio para que se acabe la temporada. El tiempo se marcará evaluando el talento joven; viendo el regreso de varios veteranos de la lista de los lesionados (Ryan Howard, Ben Revere, y Roy Halladay) y rezando que los Phillies eviten terminar en el sótano.