Antonio Romero: Una vida de lucha y de honor
El veterano de la Guerra de Corea Antonio Romero falleció el pasado 9 de octubre a los 90 años de un derrame cerebral.
Una vida de lucha, superación y honor caracterizó la experiencia del puertorriqueño Antonio Romero. El veterano de la Guerra de Corea falleció el pasado 9 de octubre a los 90 años de un derrame cerebral.
Un pionero de honor boricua, en 1950 realizó su entrenamiento militar en Indianapolis, en el estado de Indiana, en donde formó parte de la Infantería 112, una compañía de 213 soldados blancos, y solo dos puertorriqueños.
Fue reclutado en la Séptima División, una compañía de blancos donde era el único puertorriqueño, para servir en el ejercito estadounidense durante el conflicto en Corea (1950-1953).
En una entrevista para AL DÍA News del 2013, Romero habló sobre la gran discriminación que vivió durante su servicio militar.
Según el veterano, en aquella época los latinos todavía no tenían una categoría propia. En un inicio lo clasificaron como afroamericano, ya que para los superiores todos los puertorriqueños eran negros. Luego una vez en el ejercito lo registraron como caucásico por su color de piel, aunque nunca fue tratado como un soldado blanco.
“No me gusta hablar de eso, especialmente en mi casa y con mi familia. Nunca les hablé a mis hijos sobre lo que vi porque para empezar no me creerían. Vi cosas fuera de este mundo demasiado difíciles de imaginar. Cosas que no le desearía a mi peor enemigo”, Romero declaró en aquella entrevista para AL DÍA.
El puertorriqueño finalizó su servicio militar en 1953 y recibió la medalla corazón púrpura por haber sido herido en combate durante la Guerra de Corea. Pudo finalmente regresar a Estados Unidos, pero no fue nada fácil regresar a una vida normal.
Tiempo después se enlistó en la marina mercantil y tuvo la oportunidad de viajar por todo el mundo. También hizo la carrera de criminología en el Instituto de Criminología de Pensilvania.
“Estamos de luto, pero al mismo tiempo, estoy muy orgullosa de él y de lo que logró. De mi padre aprendí muchas cosas, él me dejo un regalo que voy a adorar por siempre”, dijo la hija del veterano, Wanda Romero.
Ella tuvo la oportunidad de viajar con su padre a la República de Corea en 2010, viaje en el que recibió una Medalla como Embajador de la Paz.
“Yo no comprendí la severidad de su sufrimiento hasta que regresamos a Corea, fue ahí que comprendí que tan grande fue como héroe”, agregó.
Para Wanda, la experiencia de los veteranos es tan severa que por lo general no se puede llegar a comprender por aquellos que no han experimentado el servicio militar.
“Sobre todo las nuevas generaciones, a veces tomamos nuestra libertad por hecho. La libertad es algo que realmente debemos valorar, estamos bendecidos aquí en Estados Unidos”, dijo Wanda. “No se ve suficiente reconocimiento ni damos las ‘gracias’ lo suficiente”.
Al veterano de guerra le sobreviven su esposa Tomasita Romero y sus tres hijos Julius Cesar, Wanda y Antonio Jr., nietos, bisnietos y miembros de la familia que lo extrañarán por siempre.
El próximo 8 de noviembre se llevará a cabo un homenaje en honor a Antonio Romero y a veteranos de la Guerra de Corea, en el Campbell Square Park, localizado en Belgrade y Allegheny Avenue a la 1:00 p.m. El evento está abierto al público.
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