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Albañiles de Philly no están solos

Contratistas tienden a abusar de constructores inmigrantes y Philaposh busca detenerlos.

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Javier García, coordinador de alcance a la comunidad de Philaposh, habla con trabajadores que esperan ser levantados en el estacionamiento de Home Depot en el norte de Filadelfia.

 

Muy tempranito por la mañana, con frío o con calor, el estacionamiento de la tienda de  construcción Home Depot, en el Roosevelt Boulevard, se llena de trabajadores temporales o jornaleros, en su mayoría inmigrantes, que esperan por algún contratista.

En ese mismo estacionamiento y en otros de la región trabaja Javier García, coordinador de alcance a la comunidad en Philaposh, una organización que busca prevenir accidentes y muerte en el lugar del trabajo.

Proyecto de Seguridad y Salud Ocupacional de Filadelfia (Philaposh, por su sigla en inglés) es una organización sin fines de lucro fundada en 1975. Recientemente recibió un subsidio de la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA, por su sigla en inglés) para entrenar a albañiles, en especial a latinos, acerca de sus derechos y de cómo cuidarse en el área de trabajo.

Uno de los encargados en llevar este mensaje es García, un mexicano que después de dedicarse por muchos años a la construcción, decidió cambiar el pico y la pala por el activismo y tratar de mejorar las condiciones de trabajo de sus compañeros.  

"Me voy a hablar con ellos; al principio piensan que les quiero vender algo, pero ya después les explicó que soy como ellos, que los entiendo y que lo que les vengo a ofrecer es gratis y por su bien", explicó García.

Según el mexicano, muchos de estos trabajadores temporales trabajan en condiciones muy peligrosas, arriesgando su vida y sufriendo abusos que no pueden denunciar debido a su condición de indocumentados.

"Para empezar, muchos de los jornaleros se van a trabajar con tenis y no con las botas especiales. En la obra hay muchos clavos y materiales que se les pueden enterrar. Los contratistas no les dan casco y ellos mismos no lo llevan. Y lo más común son las caídas, porque los andamios no tienen suficientes tablas y ellos por terminar rápido suben y bajan sin tener cuidado", explicó García.

Es por eso que García, tras hablar con ellos, les pide sus números de teléfono y organiza clases gratuitas  cada viernes en diferentes localidades para darles a conocer sus derechos.  

"A veces tengo a 25 personas o a veces sólo cinco. Muchas ocasiones no prestan atención a las clases y ya cuando les toca ver un accidente, vienen todos espantados", dijo el mexicano.

Según el Departamento del Trabajo de Estados Unidos, en el 2008 se registraron 795 muertes de trabajadores inmigrantes, de los cuales el 42 por ciento eran originarios de México. Sin embargo, para la directora de Philaposh, Barbara Rahcke, las estadísticas "no significan nada".

"Hay datos que señalan que el censo de accidentes y muertes es un conteo de lo que los empleadores reportan, y el 69 por ciento de los accidentes en general no son reportados en el país", dijo Rahcke.

Es por eso que la secretaria de Trabajo de EE.UU., Hilda Solís, decidió realizar por primera vez la Cumbre para Seguridad y Salud de los Trabajadores Latinos el pasado abril en Houston (TX), en donde se enfatizó que 22,7 millones de la fuerza laboral son latinos.  

"Solís ha sido muy agresiva desde que asumió su puesto y enfatizó en que las oficinas de OSHA deben de estar más presentes entre la comunidad latina", expresó Rahcke.

Sin embargo, eso es algo que los contratistas no reciben con mucho entusiasmo.

"Los empleadores, casi siempre estadounidenses, se niegan a hablar con nosotros porque les cuesta tiempo y para ellos tiempo es dinero. En este negocio los contratistas a veces sólo piensan en dinero, dinero, dinero y se olvidan de la seguridad de sus empleados", agregó García.

Otro problema que aqueja a los jornaleros es la falta de pago. Tal como le sucedió a José Eliverto Pavón, originario de Honduras.

"Un patrón me quedó debiendo $2.000 y a un amigo, $4.000. Le trabajamos como por 15 o 20 días y nos decía que al día siguiente nos pagaba, que la crisis, que no tenía, hasta que un día dejamos de ir con él y nos quedó debiendo todo ese dinero", dijo Pavón.

Además, según explicó la directora de Philaposh, es común que los contratistas no respeten el salario mínimo.

"Sabemos que el salario mínimo es de $7 (por hora), si el contratista le ofrece menos, él es el ilegal y debe denunciarlo", dijo Rahcke.

A pesar de que Philaposh está enfocado en seguridad, la organización refiere los casos de abusos como el de Pavón a otras organizaciones u oficinas en el Departamento del Trabajo para que reciban ayuda.

El subsidio de $265.000 entregado a Philaposh tiene un término de dos años y  como meta entrenará a 700 trabajadores.  Actualmente la organización se encuentra en los meses finales del primer año y ya ha superado su meta con más de 360 trabajadores.

"Estamos contentos de saber que esos mismos trabajadores regresan a sus comunidades y comparten lo que aprendieron con nosotros", dijo Rahcke.

Por último, la directora de Philaposh instó a los trabajadores a preguntar el nombre del contratista para el que van a trabajar, la dirección de su compañía y los datos necesarios para que, si se violan sus derechos, puedan interponer una queja anónima en OSHA.

"Entiendo los sentimientos encontrados porque ellos necesitan el trabajo, pero al final del día, si se accidentan o mueren, no recibirán ese cheque. Hay maneras de trabajar en mejores condiciones y la mejor manera de hacerlo es educándose", dijo Rahcke.  

Para más información visite: www.philaposh.org y para recibir un entrenamiento gratuito y en español llame al 215 386 7000.

Objetivos del entrenamiento

- Cómo reconocer riesgos de caídas más comunes y serias en la construcción residencial.
- Aprender los requisitos de OSHA para la prevención de caídas de seis pies o más, enfocando en los requisitos de seguridad para andamios, escalas y escaleras.
- Cómo identificar y controlar otros riesgos de caídas serias y comunes en la construcción residencial.
- Los derechos y las responsabilidades de los contratistas y los trabajadores bajo de OSHA.
- Cómo este entrenamiento puede ayudarle a reducir sus gastos de seguro por el desarrollo de programas de seguridad y de la certificación de sus empleados.