El alcalde electo Jim Kenney publicó recientemente una lista —bastante larga y diversa— con los nombres de las personas que guiarán las decisiones políticas y de personal antes de que asuma su cargo en enero.
Y a la cabeza están los copresidentes de su equipo de transición. Uno de ellos es un personaje bastante conocido en Filadelfia —el representante Dwight Evans, portavoz del distrito 203 desde 1981—.
La otra copresidenta es la abogada latina Alba Martínez.
Mientras que Martínez no es tan conocida como Evans, es, sin duda, una de las latinas más influyentes de la ciudad. Fue directora ejecutiva de United Way del Sureste de Pensilvania, comisionada del Departamento de Servicios Humanos de Filadelfia (DHS, por sus siglas en inglés), y directora ejecutiva de Congreso de Latinos Unidos, antes de asumir su labor actual como directora del ‘Retail Investor Group’ de Vanguard. Se rumoreó, brevemente el enero pasado, que ella se podía presentar como candidata a la alcaldía. Según reportó el Philadelphia Daily News, cuando el antiguo procurador de la ciudad Ken Trujillo se retiró de la contienda, instó a Martínez a que se postulara. Ella declinó cortésmente y se convirtió en la directora de política de la campaña de Kenney, trabajando con voluntarios y miembros del equipo para escribir lo que ella dice fueron “al menos 60 páginas de ideas y planes de política: desde ética hasta educación pre-K, desde el acceso a la tecnología hasta mejorar las oportunidades para individuos previamente encarcelados, y mucho más”.
“He conocido a Jim Kenney desde que fui comisionada de DHS del 2000 al 2005”, explica, “y siempre pensé que era inteligente, compasivo y atento a las necesidades de la ciudad. Cuando Jim se lanzó a la contienda a la alcaldía, me pareció que era un candidato que podría unir a la gente, y también que era alguien que tenía un historial de cumplir con retos difíciles”.
Martínez, que nació y se crió en Puerto Rico, es hija de maestros que enseñaban en el area rural de Jayuya. Aunque ellos no estaban metidos en la política específicamente, creían profundamente en el servicio público, un valor que le inculcaron.
“Para mí, la comunidad latina en Filadelfia siempre fue inspiradora y una razón para luchar por más oportunidades, justicia y recursos”, asegura.
“Me involucré en la política en la década de los 80, debido a mi creencia de que podíamos mejorar las cosas en la comunidad latina de Filadelfia, al ampliar la relación con aquellos que tenían realmente el poder de tomar decisiones”, añade. “Así llegarían ellos a ser más conscientes de lo que la comunidad necesitaba, y se sentirían obligados a tomar medidas tangibles”.
Después de que Kenney ganara las primarias de mayo, Martínez cuenta que su trabajo de política continuó, pero desplegandose en forma planificación para la alcaldía. “No queríamos ser presuntuosos, pero queríamos estar preparados”, matiza. “¿Cuáles serían las cualidades de un gran equipo de liderazgo? ¿Cuál debería ser la estructura organizativa del gobierno? ¿Cuáles serían las principales prioridades, y cómo se ejecutarían?”.
Ahora, como copresidenta del comité de transición, el trabajo cambiará de nuevo.
“Primero déjeme decir, es un gran honor servir como copresidenta de este comité con el Representante Estatal Dwight Evans”, explica Martínez. “Nuestro objetivo es proporcionar orientación y supervisión de un proceso centrado en la identificación de los mejores y los más brillantes talentos que quieran servir en el gobierno, o fuera de él como voluntarios y trabajar duro, como un equipo, en los próximos cuatro u ocho años de una administración Kenney, para que todas las familias y los barrios de Filadelfia prosperen”.
A pesar de que Martínez no será uno de los miembros del gabinete de Kenney, dice que trabajará junto a él como voluntaria durante todo su mandato.
“Si queremos que nuestra ciudad prospere, todos tenemos que ayudar, independientemente de nuestro rol”, asegura. “Creo que la administración Kenney será inteligente, diversa, e incluirá la representación de la comunidad latina. Pero lo más importante es que los problemas de la comunidad se conocerán y le importan a Jim y a su administración”.
Si ella fuera alcaldesa, reconoce que el primer reto que enfrentaría sería la educación. “Nuestros niños y familias en todos los vecindarios de la ciudad necesitan un sistema educativo de alto rendimiento. Es un puente importante al futuro”, dijo. “Pero tengo que decir que mi creencia es que la entrada a ese puente para los niños está en crecer en un hogar lleno de amor, seguro, con padres y cuidadores que proporcionan amor, orientación, ejemplos positivos, y que hacen que la educación sea importante”.
“Jim Kenney quiere asegurarse de que todos los niños de Filadelfia tengan acceso a educación preescolar de calidad y esa es una de sus principales prioridades”, continúa Martínez. “También quiere ver que las escuelas en nuestros barrios ofrecen una gama más amplia de servicios y apoyo a los niños y a sus familias: que las escuelas se conviertan en acogedores centros comunitarios. Se trata de dos iniciativas educativas por las cuales estoy muy emocionada porque los primeros años de vida son increíblemente importantes para el futuro de nuestros hijos y las escuelas deben ser lugares que unen a las familias y al barrio. ¡Estoy emocionada anticipando el liderazgo de Jim en esto!”.
Martínez se mostró prudente cuando le preguntamos si ella tiene mayores aspiraciones políticas. Nos respondió: “Mi aspiración es hacer lo mejor que puedo cada día para servir a los demás, y estoy profundamente comprometida con nuestra ciudad y con nuestras familias y vecindarios. Hay muchas formas de servir que tienen un impacto —la política es solo una de ellas y no es necesariamente el camino voy a elegir—”.
“Creo que no es fácil entrar en la política”, dijo cuando se le preguntó acerca de la escasez de latinas en la política local y nacional. “Es caro ejecutar una campaña y los sacrificios personales son significativos. Además, al igual que en la mayoría de los círculos, es difícil entrar a la política como un ‘outsider’”.
¿Filadelfia verá algún día un alcalde latino?
“Absolutamente es una posibilidad”, asegura, y luego elabora lo que ella ve como una trayectoria viable. “Me imagino que veremos una mayor representación de ambos, latinas y latinos, en la política. Para las personas que están apasionadas por la idea, un buen primer paso es participar como voluntario, aprender mucho al respecto leyendo acera de política, aprender de gente involucrada, y luego encontrar un trabajo en la política como ayudante. Jim Kenney comenzó como voluntario hace casi 30 años”.