Este viernes, un grupo de asesores en materia de vacunas de la Agencia de Medicamentos de Estados Unidos (FDA) rechazó la posibilidad de administrar a los estadounidenses menores de 65 años una tercera dosis de la vacuna contra el coronavirus de la farmacéutica Pfizer para protegerlos mejor contra el virus. Hasta el momento, la aplicación de esta tercera dosis de la vacuna solo ha sido aprobada para personas mayores de 65 años y con comorbilidades.

 

Muchos de los expertos que votaron en contra de la tercera dosis de Pfizer expresaron su preocupación por el riesgo de miocarditis con una tercera dosis para los más jóvenes, pero dijeron que están abiertos a aprobarla para grupos limitados de personas mayores y más vulnerables.

 

Los miembros del panel también se quejaron porque Pfizer no había proporcionado la información suficiente sobre la seguridad de las dosis adicionales y los datos proporcionados por investigadores israelíes sobre su campaña de refuerzo podrían no ser adecuados para predecir la experiencia de Estados Unidos.

 

"No creo que una dosis de refuerzo vaya a contribuir significativamente a controlar la pandemia", dijo durante la reunión el doctor Cody Meissner, profesor de pediatría de la Facultad de Medicina de la Universidad Tufts.

 

La FDA señaló en sus documentos informativos que la vacuna de Pfizer, así como las vacunas fabricadas por Moderna y Johnson & Johnson, siguen proporcionando una fuerte protección contra la enfermedad grave, la hospitalización y la muerte, incluso si los anticuerpos disminuyen con el tiempo.

 

Aunque las recomendaciones del comité de asesores de la FDA no son vinculantes, usualmente son tenidas en cuenta por las autoridades gubernamentales. La decisión final sobre este tema dependerá de otro comité, encabezado por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), la principal agencia federal de salud en el país.  

 

El equipo de expertos de los CDC se reunirá del 22 al 23 de septiembre. 

La administración del presidente Joe Biden anunció el pasado mes de agosto que lanzaría una campaña de refuerzo a partir del próximo 20 de septiembre para todos los estadounidenses que hubieran recibido su segunda dosis ocho meses antes. 

 

El anuncio de Biden tomó por sorpresa a muchos expertos de la comunidad médica norteamericana.

 

"No está claro que todo el mundo necesite recibir la dosis de refuerzo, más allá de un grupo de población que tenga claramente un alto riesgo de enfermedad grave", explicó Michael G. Kurilla, miembro del comité y del Instituto Nacional de Salud, al New York Times.