Suben las temperaturas y con ellas llega el temido insomnio. Durante estos días es fácil que tengas problemas para dormir debido al calor. Dormir mal debido a la temperatura es un mal común que tarde o temprano nos afecta a todos. Sin embargo, siguiendo unos sencillos consejos puedes limitar este problema, consiguiendo descansar a pierna suelta. 

Mantente hidratado

Durante el verano es clave mantener el cuerpo hidratado. Beber mucha agua te ayudará a regular la temperatura corporal, lo que te permitirá dormir mejor. Recuerda que para mantenerte bien hidratado, además de consumir agua puedes incrementar el consumo de frutas y verduras. Sin embargo, las bebidas alcohólicas como la cerveza conseguirán exactamente el efecto contrario. Su consumo deshidrata el cuerpo,  dificultando el sueño. 

Ducharte antes de dormir

A pesar de que te apetezca una ducha bien fría, lo que deberías hacer si quieres conciliar el sueño es ducharte con alguna templada antes de dormir. El agua templada calmará tu cuerpo y enviará al cerebro la señal de que es hora de relajarse y descansar. 

Ventilar la habitación

El aire acondicionado es una gran ayuda durante los días de calor. Sin embargo, llegada la noche, es mejor que lo apagues para evitar resfriados innecesarios. Aprovecha la mañana para ventilar la habitación abriendo las ventanas de par en par. Durante la tarde, refresca el ambiente utilizando el aire acondicionado y por la noche trata de crear una pequeña corriente natural. Conseguirás limitar los resfriados e incrementar las horas de sueño.

Limitar la entrada de luz

El sol del verano calienta con fuerza. Para mantener tu cuarto fresco, limita la entreada de luz tapando las ventanas utilizando cortinas o persianas. Regula la entrada de luz manteniendo la entrada de aire y consigue un ambiente más fresco por la noche.