Con solo mirar la cara de una persona, podría deducirse el riesgo que esta posee de sufrir enfermedades cardiovasculares. Es la conclusión de un estudio presentado hace unos días en el congreso anual de la Sociedad Europea de Cardiología.

Los investigadores realizaron un seguimiento de una serie de participantes durante un total de 20 años. Analizaron las relación de las arrugas que aparecían en su rostro con la causa de muerte de las personas que fallecieron durante ese periodo. Las conclusiones fueron sorprendentes. El 15,2% de los fallecidos tenía un puntaje de entre dos y tres arrugas, lo que llevó a los investigadores a establecer la relación entre las arrugas de los fallecidos y las causas de muerte.

Según el equipo investigador, cuantas más arrugas aparezcan en la frente, mayor es el riesgo de mortalidad cardiovascular. Y, aunque este hecho no puede ser tomado como un punto de evaluación o riesgo, la aparición de numerosas arrugas si que puede estar señalando un problema mayor, como la presencia de colesterol alto o la hipertensión.

Se trata de un hallazgo que podría ayudar a la identificación temprana de la aparición de enfermedades cardiovasculares. En la actualidad, este tipo de enfermedades son la principal causa de muerte en todo mundo. En el caso de la población latina, las enfermedades del corazón y los ataques coronarios, también encabezan las causas de muerte, causando más muertes que todas las formas de cáncer combinadas.

Tres consejos para reducir el riesgo

Los expertos recuerdan que la población latina es una de las más afectadas por las enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, existen tres simples gestos que pueden ayudar a reducir el riesgo de forma efectiva:

• Mantenerse informado. No podemos cambiar la carga genética ni la predisposición que tenemos a sufrir ciertas enfermedades. Sin embargo, sí podemos conocer los riesgos, informarnos y reducirlos en manera de lo posible.
• Hablar con el médico. Consultar nuestras dudas, realizar revisiones periódicas y seguir las recomendaciones de nuestro médico es básico para conseguir reducir los riesgos.
• Parámetros de vida saludables. Hacer ejercicio moderado, reducir al máximo la ingesta de alcohol y evitar una vida sedentaria. Estas pautas te ayudarán a reducir el riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular.