En los últimos años hemos asistido a la puesta en marcha de diferentes modas nutricionales. Así, hemos visto cómo la quinoa aparecía en los menús de todos los restaurantes, el aguacate volvía a estar presente en los desayunos de los más foodies y la llamada “agua cruda” arrasaba en Silicon Valley. Hoy debatimos sobre otra de esas novedades que parece estar tratando de cambiar nuestros hábitos alimenticios; el agua con limón. 

En la actualidad, no solo la sabiduría popular recomienda tomar un vaso de agua templada con limón exprimido antes de desayunar, sino que cualquier restaurante o cafetería cool que se precie cuenta con esta bebida preparada para su disfrute. Pero, ¿cuáles son los beneficios de esta costumbre?

Poder adelgazante

En internet encontraremos multitud de artículos sobre el agua con limón. Entre ellos, es incluso posible ver a famosos recomendando este hábito para mantener la línea. Sin embargo, nutricionistas y médicos recuerdan que no está demostrado que el limón ayude a adelgazar. Su poder adelgazante es similar al que tendrían otras frutas o verduras, por lo que el limón no es un alimento único en este sentido. 

Otros beneficios

Los defensores del agua con limón, no solo hablan maravillas sobre su poder adelgazante, sino que además le atribuyen otros beneficios, como la depuración del cuerpo debido a su poder diurético, un mayor aporte a la nutrición de la piel y un efecto energizarte, entre otros. La realidad es que ninguno de estos beneficios está científicamente comprobado. Lo que sí es cierto es que este hábito ayuda a reducir el consumo tanto de zumos preparados (que contienen una alta cantidad de azúcar) como de café. Es por ello que para ciertas personas el consumo de agua con limón por las mañanas puede resultar beneficioso. 

Molestias en el estómago

El zumo de limón contiene vitamina C, necesaria para el cuerpo. Por tanto, un vaso de agua con unas gotas de zumo de limón, pueden resultar beneficiosas para el organismo. Pero, cuidado con este hábito porque podría no sentarle bien. El zumo del limón es una sustancia ácida, que podría generar algunas molestias en el estómago. Por lo tanto, no está recomendado para aquellas personas que sufran de acidez o tengan problemas de estómago.