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Sam Altman Copyright World Economic Forum  Benedikt von Loebell
Sam Altman, el CEO de Open AI, durante el más reciente Foro Económico Mundial en enero de 2024. Copyright World Economic Forum Benedikt von Loebell

Tormenta en OpenAI: ¿se va a convertir en una compañía con ánimo de lucro?

Tres altos ejecutivos renunciaron porque se rumora que la era non-profit quedó atrás para la compañía.

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Mira Murati, Bob Mcgrew y Barret Zoph fueron los tres ejecutivos que al unísono presentaron sus cartas de renuncia a OpenAI, la compañía que diseño ChatGPT, la gran disrupción de la Inteligencia Artificial a finales de 2022.

Las razones no son del todo claras, pero se rumora que tienen que ver con la decisión ya irrevocable de convertir a OpenAI en una firma con ánimo de lucro. Esto rompe con uno de los principios de la fundación de la compañía: realizar todo el trabajo de investigación y desarrollo pero sin buscar rentabilidad.

Este es un tema sensible para muchos de los profesionales que se mueven en esta industria. La potencialidad de la IA es enorme pues su capacidad de generación de contenido abre posibilidades inusitadas. De hecho, la principal derivada de esta tecnología es un cambio radical en para la humanidad: la capacidad de entablar diálogos y buscar soluciones con la máquina como interlocutora.

Por eso, la posibilidad de convertir OpenAI en una organización con ánimo de lucro afana a muchos, pues aún son muchas las zonas grises en materia de potencialidades de la IA generativa. Temas como sesgos ideológicos, raciales y de género; las alucinaciones cibernéticas; el uso de información personal y los derechos de autor resultan sensibles para el futuro.

Ante el anuncio de sus ejecutivos, Sam Altman, actual CEO de la compañí lanzó un trino en su cuenta de X.

Allí señala que las salidas de sus compañeros de causa empresarial no están relacionadas entre sí y que lo entristecieron mucho los anuncios.

“Cuando Mira me comunicó esta mañana que se marchaba, me entristecí pero, por supuesto, apoyé su decisión. Durante el último año, ha estado formando un sólido grupo de líderes que continuarán nuestro progreso”, explicó aludiendo a la salida de Murati que hasta hoy fue la directora de Tecnología de OpenAI.

Son muchos los interrogantes que genera esta movida en la compañía. La mayor parte de los medios que han registrado el hecho apuntan a que pronto se dará el anuncio de que OpenAI se moverá ahora como una compañía en busca de lucro. Nadie sabe cuáles pueden ser las consecuencias de esta decisión, porque la IA no es solo una gran tecnología, sino un área con muchas zonas grises lo que podría generar desconfianza entre eventuales inversionistas.

Actualmente, la firma está en el proceso de levantar una ronda de capital que se espera la deje en una valoración cercana a US$150.000 millones; Sam Altman quedaría con cerca del 7% de esa participación accionaria, al volver pública la firma, señaló la agencia Bloomberg.

En esta novela todavía quedan muchos capítulos por ser escritos.