Tras meses de idas y venidas entre ambas partes, Elon Musk ha completado oficialmente la compra de 44.000 millones de dólares como nuevo propietario de Twitter.

El hombre más rico del mundo. CEO de Tesla y fundador/CEO de SpaceX ha comenzado el último esfuerzo de su carrera.

Desde que se hizo evidente que Musk acabaría siendo el nuevo propietario de Twitter, muchos han especulado sobre cómo cambiaría el conglomerado de redes sociales. 

En su primer día completo de trabajo, a principios de esta semana, una de sus primeras órdenes como nuevo propietario de Twitter fue despedir a sus tres principales ejecutivos. 

El ex director general Parag Agrawal, el ex director financiero Ned Segal y el ex director jurídico Vijaya Gadde fueron despedidos, así como el consejero general de Twitter Sean Edgett. 

Según CNN, los tres altos ejecutivos cobrarán un total de unos 187 millones de dólares tras sus despidos. 

Se esperan más despidos en los próximos días, ya que el 1 de noviembre es la fecha en la que varios empleados van a recibir subvenciones en acciones, según informó The Washington Post. 

Musk ha dicho que una de sus mayores motivaciones para comprar la plataforma de Twitter es hacer frente a la preocupación por la censura.

"La razón por la que adquirí Twitter es porque es importante para el futuro de la civilización tener una plaza digital común, donde se pueda debatir una amplia gama de creencias de manera saludable, sin recurrir a la violencia", escribió Musk en un comunicado. 

"Obviamente, Twitter no puede convertirse en un espacio infernal en el que se pueda decir cualquier cosa sin consecuencias", escribió.

Para ello, Musk ha anunciado que formará un consejo de moderación de contenidos en el que participarán personas con puntos de vista muy diversos.

Musk declaró que no se tomaría ninguna decisión relacionada con el contenido hasta que se estableciera dicho consejo.

No obstante, este anuncio plantea sin duda la cuestión de si Musk restablecerá la cuenta del expresidente Donald Trump, que fue expulsado de la plataforma tras la insurrección del 6 de enero y el ataque al Capitolio. 

Ya han surgido otras preguntas sobre Kanye West, cuyos privilegios de cuenta fueron limitados después de que publicara respuestas antisemitas. 

Estas dos cuestiones suscitan la preocupación de si una menor regulación de los tuits dará lugar a más discursos de odio y desinformación. 

La conclusión es que Twitter será diferente con Musk al frente. Sólo el tiempo dirá hasta qué punto será diferente.