Aunque los estudios han demostrado que las mujeres suelen estar mal pagadas y se les impide acceder a puestos ejecutivos en el lugar de trabajo, las mujeres latinas se enfrentan a algunos de los niveles más altos de desigualdad salarial. 

Uno de los esfuerzos para sacar a la luz estas desigualdades es el Día de la Igualdad Salarial de las Latinas, similar al Día de la Igualdad Salarial, ya que ambos miden la diferencia salarial entre hombres y mujeres.

El Día de la Igualdad Salarial para las Latinas marca el día en que las mujeres latinas habrían trabajado el tiempo suficiente para ganar lo mismo que sus homólogos blancos del año anterior, y este año cae el 8 de diciembre.

A primera vista, puede parecer que las latinas ganan más dinero que los hombres blancos, ya que este día se celebra antes de fin de año. Sin embargo, por desgracia esto no podría estar más lejos de la realidad.

Por cada dólar que gana un hombre blanco no hispano, las latinas ganan sólo 49 céntimos de media, necesitando casi dos años de trabajo para alcanzar la misma cantidad.

En los últimos 30 años, las mujeres latinas han ganado una media de 60 centavos por cada dólar que han ganado sus compañeros hombres blancos, la media del año pasado de 57 centavos bajó a la media de 49 de este año. 

Que las latinas estén mal pagadas es un problema con una larga historia. Según la Asociación Americana de Mujeres Universitarias (AAUW), harán falta 432 años más para cerrar la brecha salarial, y la pandemia agravará aún más los problemas existentes.

Entre las razones que explican esta situación está la sobrerrepresentación de las latinas en los puestos peor pagados, como los relacionados con las ventas o los servicios, y su infrarrepresentación en los puestos mejor pagados, que suponen el 1% de los empleos en ingeniería e informática, los dos mejor pagados en STEM.

La educación también desempeña un papel, ya que el 36% de los latinos de entre 18 y 24 años se matricularon en la universidad en 2020, lo que ayudará a aumentar la educación y los ingresos de las mujeres.

Para cerrar la brecha salarial, en última instancia será necesario emprender esfuerzos específicos para ayudar a avanzar en las leyes y prácticas de igualdad salarial, abordar los prejuicios y promover la diversidad, la equidad y la inclusión en el lugar de trabajo.