Aprendiendo del arte colonial español
Rosario I. Granados es la comisaria de "Painted Cloth: Moda y Ritual en la América Latina Colonial" en el Museo de Arte Blanton de Austin, Texas
El pasado 14 de agosto, el Museo de Arte Blanton de la Universidad de Texas en Austin inauguró "Painted Cloth: Moda y Ritual en la América Latina Colonial", una exposición que exhibe tejidos y prendas raras, presentadas junto a representaciones pintadas de la vestimenta colonial latinoamericana, poniendo en primer plano la ropa como marcador principal de identidad y captando las complejas relaciones entre raza, género, religión y clase en la América Latina del siglo XVIII.
AL DIA News entrevistó a la mexicana Rosario I. Granados, conservadora asociada de Arte de las Américas Españolas en el Blanton desde 2016, cuya carrera académica está vinculada a temas de género, religión y el arte en América Latina.
"Cuando era niña caminábamos mucho en familia por el centro de la Ciudad de México. Ver la catedral y todas esas otras iglesias coloniales me despertó un profundo interés por este periodo desde muy joven", recuerda Granados. Su madre trabajó durante años en el Museo Nacional de la Culturas, lo que también contribuyó a aumentar su interés por el arte y los museos, así que cuando empezó la universidad, Granados ya tenía muy claro que se especializaría en el Arte de las Américas Españolas.
"Me fascinaban las luchas identitarias que vivían en aquella época las personas de ascendencia indígena y española. No eran de aquí, ni de allí, ni de ningún sitio. Ese fue sin duda el último empujón que me hizo querer seguir estudiando el arte colonial", explica.
Tras estudiar Arte Colonial en la Universidad Iberoamericana de Ciudad de México, Granados dio el salto a Londres (Reino Unido), donde cursó un máster en Arte Flamenco en el prestigioso Courtauld Institute of Art, y después a Harvard (Boston) donde se enamoró de su entonces compañero de piso: un mexicano-americano de Los Ángeles que hacía un doctorado en historia de la arquitectura en el MIT. Esta casualidad, unida a su decisión de abandonar el arte flamenco, para volver a poner la mirada en el arte de América Latina, “definitivamente más cerca de mi corazón, y con una gran ventaja: ¡no tenía que estudiar alemán ni holandés!", marcaron su trayectoria académica hasta hoy. "En ese sentido, se puede decir que mi identidad mexicana ciertamente ha dado forma a mi carrera", añade.
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CREADORES DE IDENTIDAD
Con el tiempo, Granados acabó especializándose en en el periodo colonial, “una época muy larga y significativa en la historia de América Latina: para bien o para mal, esos tres siglos definen muchos de los principales marcadores de identidad de la región, desde la lengua y las prácticas culturales como la comida y la música hasta su racismo actual", dice. Al mismo tiempo, no toda la marginación de las comunidades indígenas proviene de ese periodo, sino también de las políticas del siglo XIX “que pretendían igualar a todos los ciudadanos una vez conseguida la independencia de España".
Por otro lado, Granados afirmó que se trata de un periodo lleno de contradicciones. "Es necesario matizar más para entender bien lo que es hoy América Latina. Del arte de este periodo podemos aprender sobre el comercio transatlántico y las relaciones raciales, pero también sobre la imaginación y la resistencia humana... como del arte de cualquier otro lugar, supongo".
La idea de una exposición centrada en la moda y los rituales en la América Latina colonial empezó hace tiempo, justo después de que ella empezara a trabajar en el Blanton en 2016.
"Sabía que quería hacer una muestra que fuera atractiva para un público más amplio y no solo para los que ya estaban interesados en Latinoamérica. Pasar muchos meses viendo “Nuestra Señora de Belén” (una de las obras incluidas en la exposición), me dio la idea de que la moda y el ritual serían ese tema universal que nos permitiría hacerlo", explica. "Este cuadro no sólo es mi favorito, sino que es la pieza alfa de todo este proyecto que pretende atraer a un público más amplio y compartir la belleza del arte y el complejo trasfondo histórico de la América Latina colonial".
APRENDER DEL PASADO
Según Granados, la exposición puede ayudar al público a aprender a mirar de cerca y a reflexionar, conectando los ámbitos histórico, religioso y estético. "Podemos aprender sobre la multicolor y polivalente sociedad latinoamericana, pasada y presente. Podemos reflexionar sobre cómo ser más críticos con nuestro consumo/producción moderna de autorretratos. Podemos aprender lo relevantes que son las artes textiles para las diferentes sociedades (la inca, la azteca, la sociedad colonial) y cómo se mantienen vivas las antiguas tradiciones. Podemos aprender cómo la gente negociaba su estatus social adoptando nuevas prácticas estéticas. Podemos aprender cómo las prendas portan significados religiosos y sociales, funcionando como vehículos de lo sagrado y también de prestigio...", sugiere la reputada curadora mexicana.
Granados también espera que la exposición inspire a los visitantes a reflexionar sobre lo que significa "colonial" en diferentes contextos históricos. Al incluir en la muestra cuadros de casta, que representan a familias mestizas, "estamos presentando una oportunidad para reflexionar sobre la raza como concepto y los efectos de ese entrelazamiento cultural", concluye.
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