La historia del top model latino Arcadio del Valle puede enseñarnos cómo pulverizar todos los cánones estéticos. Es la historia de un joven queer que sentía que tenía algo que expresar, pero no acertaba con la fórmula. Del Valle vive en un piso de dos habitaciones en la ciudad de Boston, junto a su abuela, que cuidó de él y de su hermana cuando sus padres decidieron separarse, y se dedica al trabajo social. 

Cuando Ady iba a comprar ropa, nunca encontraba de su talla, y si la encontraba, no entendía por qué tenía que obtenerla mucho más cara, como si estuviera obligado a pagar un impuesto por su cuerpo. Sus aficiones eran ver toda clase de publicaciones sobre moda, y entrevistas a famosos: pero ninguno de esos modelos era como él. Hay que tener en cuenta que Arcadio del Valle utiliza ropa de la talla más grande posible, una XXXXL.

Últimamente han aparecido supermodelos que han roto estereotipos sobre las tallas. Por ejemplo, la supermodelo Tess Holliday, de cuerpo más voluminoso que lo habitual, o profesionales masculinos como Zach Miko o Kelvin Davis, que han contribuido a desestigmatizar la diversidad corporal. Sin embargo, el caso de Arcadio del Valle es singular por muchos otros motivos: en primer lugar, por su acusada personalidad artística, informal y llena de glamour, osada y de estética cambiante; en segundo lugar, porque nunca habían aparecido supermodelos de una talla tan grande. Su caso revela que algo está cambiando realmente en el sector para las personas que antes no podían identificarse con la moda, por cuestiones de género, etnia o diversidad.

Todo empezó a cambiar en el año 2015, cuando empezó a publicar fotografías de sí mismo en las redes sociales. Para Arcadio del Valle, las redes fueron una auténtica terapia, puesto que acompañó las fotos de su cuerpo con mensajes de aceptación y reivindicación de la pluralidad. Pronto empezó a convertirse en un símbolo para las personas que utilizan tallas grandes, hasta el punto de que actualmente su cuenta de Instagram cuenta con 13.000 seguidores que lo siguen y aclaman.

En 2016, empezaron a pasarle más cosas importantes. La marca Volare lo invitó a participar en la Semana de la Moda de Nueva York, y a partir de aquí su carrera como modelo empezó a dispararse como un cohete. A la vez, tomó otra decisión valiente: paseando por una playa de Massachussets, posó sin camisa para una fotografía entre unas rocas. Algo que hubiera sido impensable para él unos meses atrás.

A partir de entonces se fue atreviendo cada vez más a mostrarse sin camisa e incluso en ropa interior, recibiendo la aceptación y la admiración de miles de usuarios.

En la actualidad, Arcadio “Ady” del Valle es un modelo cotizado que ha pulverizado todos los límites tradicionales del mundo de la moda. A la vez, se ha convertido en un importante activista colaborando en las campañas EveryMAN y #WeAreBigAndTall. Parece que nada podrá detenerle a partir de ahora.