Este domingo, Ecuador celebró la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en medio de un repunte de casos de coronavirus y de una profunda crisis económica agravada por la pandemia.

 

El Consejo Nacional Electoral (CNE), al más del 98% de las actas contabilizadas confirmó como ganador de los comicios a Guillermo Lasso, representante de la derecha tradicional con 52,5% de los votos, frente al 47,50% del heredero de la izquierda del expresidente Rafael Correa, Andrés Arauz. 

 

El triunfo de la derecha mantiene a Ecuador en la ruta  de las políticas abiertas al mercado. Lasso, durante la campaña se comprometió a mantener el acuerdo del presidente saliente, Lenín Moreno, con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Su oponente saludó al presidente electo ante la victoria.  "Luego de esta declaración, realizaré una llamada al señor Lasso y le felicitaré por el triunfo electoral conseguido el día de hoy", aceptó democráticamente Arauz.

 

La derrota de Arauz supone la primera del correísmo en los últimos 14 años desde que Correa gobernó de 2007 a 2017 y luego designó como sucesor a Lenín Moreno, ganador hace cuatro años y que luego se desmarcó de quien fuera su jefe.

 

Exbanquero y candidato presidencial en dos ocasiones anteriores, Lasso ha prometido estimular la economía aumentando la inversión extranjera e impulsando la producción de petróleo en el país. Presidente del Banco de Guayaquil por casi 20 años, se desempeñó por un corto tiempo como ministro de Economía en el gobierno de Jamil Mahuad. Para esta segunda vuelta, Lasso sumó a su agenda la equidad laboral y de género, la defensa de la naturaleza y animales y la lucha contra la discriminación por orientación sexual.

 

"Este es un día histórico, un día en que todos los ecuatorianos han decidido su futuro, han expresado con su voto la necesidad de cambio y el deseo de mejores días para todos", dijo Lasso en Guayaquil.