Puerto Rico se encuentra en un momento decisivo y crítico en el ámbito agrícola. Con los cultivos en peligro de perderse por falta de mano de obra, algunos agricultores han optado por llevar a la isla trabajadores mexicanos debido a que los jornaleros puertorriqueños han preferido recibir los bonos designados por la pandemia y dejar de trabajar el campo.

En el municipio de Guánica, un grupo de mexicanos trabaja en la empacadora de la Finca Gonzalez, donde se reparten el trabajo de lavar los plátanos y amarrar las matas de tomates a las estacas. Los jornaleros mexicanos encuentran en Puerto Rico un refugio laboral durante la crisis. A pesar de que los jornaleros locales advierten que cobrar 7,25 dólares la hora de trabajo no es suficiente, para los mexicanos en cambio, este salario es mayor al que ellos podrían percibir en su país, a pesar de ser el salario mínimo federal de Estados Unidos. 

A raíz de la pandemia, los ciudadanos desempleados de la isla, reciben un bono semanal de 300 dólares además del beneficio de desempleo. Tal es el caso de Juan Santiago, quien vive cerca de la Finca González y perdió su empleo en febrero. Su salario era de 290 dólares semanales, pedro ahora recibe 540 dólares semanales: 240 por el beneficio de desempleo y 300 como parte del plan de rescate firmado por el presidente Joe Biden.
Lo que ha desencadenado de alguna forma en que muchos jornaleros locales prefieran no trabajar durante la crisis de la pandemia.

Para lidiar con el problema de mano de obra agrícola local, la semana pasada llegó a Puerto Rico un primer grupo de 21 obreros de Chiapas traídos con el programa de visas H-2A para trabajadores agrícolas temporales. Héctor Cordero, presidente de la Asociación de Agricultores de Puerto Rico, comentó la semana pasada a la radio NotiUno 630AM que se necesitan 1.000 a 1.500 braceros en la isla y que se está tramitando la llegada de un grupo de hondureños.

Luego de que en los últimos años la isla ha sido azotada por desastres naturales, sumado a la situación de la crisis sanitaria, la situación de la fuga de trabajadores en el ámbito agrario se ha intensificado. Sin embargo, el economista José J. Villamil indica que parte del problema,  se debe a que Puerto Rico es una economía regional de Estados Unidos. "Al existir una diferencia grande en salarios entre la isla y otros estados, para un trabajador puertorriqueño es relativamente fácil irse a Estados Unidos y beneficiarse de un sueldo más alto", escribió en el diario local El Nuevo Día.